Desde su fundación púnica (siglo III a.C.) hasta el siglo XX. El Museo Foro Romano Molinete descubre toda la historia del barrio y de la propia Cartagena a lo largo de más de 2.200 años. La muestra, aunque abarca un extensísimo período de tiempo, se centra en la etapa en la que El Molinete se convirtió en el centro neurálgico de la ciudad romana tras la concesión del rango de colonia en el 54 a.C.

350 piezas repartidas por los 600 metros cuadrados que comprenden la salas de exposición del museo dan forma a una de las joyas de la antigua Cartago Nova. El Barrio del Foro Romano consta de una manzana completa, donde se encuentran las termas, el Edificio del Atrio -destinado para banquetes religiosos- y el Santuario de Isis y Serapis. Cuatro calzadas cruzan de norte a sur y de este a oeste los 2.000 metros cuadrados del foro.

Las campañas de excavación en torno a esta localización han dado lugar al Museo Foro Romano Molinete, cuyas tres plantas concentran la historia de la ciudad murciana. En la primera de ellas, una maqueta con una introducción audiovisual de El Molinete recibe a los visitantes, para posteriormente darles paso a un audiovisual que cuenta la historia del cerro. El mismo piso alberga los tesoros de la colección: las pinturas de las musas y Apolo o el cuerno de la abundancia. El segundo nivel, al que se accede tras bajar unas escaleras, presenta unas vitrinas en las que se exponen piezas que narran la etapa bizantina y romana del barrio. La tercera y última altura supone un punto de inflexión, ya que conecta con la parte del Parque Arqueológico. El siguiente y definitivo paso abre el camino al yacimiento, en el que se encuentra la Curia Romana, una de las mejor conservadas de España.

La asistencia del Rey Felipe VI a la inauguración del museo resulta fundamental para entender la dimensión del proyecto. El Monarca disfrutó de un recorrido guiado por las nuevas instalaciones acompañado por el director de las excavaciones del Parque Arqueológico del Molinete, José Miguel Noguera, y el arquitecto, Andrés Cánovas. Esta apertura supone un paso de gigante para Cartagena, ciudad que aspira a convertirse en Patrimonio Mundial