No parece que Elio, último cartucho de Pixar, vaya a ser un taquillazo este verano. Tras su estreno hace tres semanas en Estados Unidos, la película de animación llegó a España el pasado miércoles. Es, o era, la época perfecta para acudir al cine con niños. Sin embargo, la accesibilidad a plataformas como Disney+ hace que muchos –padres– opten por esperar a su estreno en streaming. Así sucedió hace dos años con Elemental, cuyo bajo rendimiento en taquilla no hizo presagiar el fenómeno online en que meses más tarde se convertiría.
No era Elemental una obra de arte, pero sí tenía el suficiente encanto; al fin y al cabo era una historia de amor entre dos elementos –agua y fuego– aparentemente incompatibles. Había, claro, una lectura 'adulta' sobre la migración y le daba una vuelta a los estereotipos de género. Ella, con carácter, se callaba todo. Él, en cambio, expresaba fácilmente sus emociones. Formaba –forma– Elemental una simpática trilogía con las estimables Red y Luca.
Elio iba a ser un casi adolescente gay
Con mucho menos cariño llega Elio a la cartelera española. No es una gran película, aseguran. Contribuye quizás el saber que lo visto en pantalla difiere con lo que sus creadores habían imaginado, aunque comprensiblemente la audiencia no tenga por qué enterarse. El titular, un preadolescente abducido erróneamente por alienígenas, no iba a ser abiertamente gay, pero sí iba a haber el suficiente contexto para que el público hiciera sus cábalas. Hubo escenas que directamente fueron eliminadas, como aquella en la que se dejaba caer que este niño de 11 años bebía los vientos por una personaje de su mismo género. Hasta tres directores (y cuatro guionistas) acredita Elio. No tiene por qué ser indicativo de nada, pero suele ser mala señal.
Tras Elio está –estaba– Adrián Molina, codirector y guionista de Coco, una de las obras mejor valoradas de Pixar. No gustó su corte en la cúpula; tampoco entre aquellos –gente de a pie– a los que mostraron la película. No fue, según The Hollywood Reporter, el único en dejar el proyecto. El paso atrás del director de Elio no gustó a una de sus voces, la actriz America Ferrera (Barbie), descontenta con la ausencia de una persona latina a los mandos. La intérprete iba a ser la madre del protagonista, un papel que en la versión definitiva derivó en su tía, con la voz de Zoe Saldaña (Emilia Pérez).
El beso entre dos mujeres en 'Lightyear'
No es esta la primera vez que una película de Pixar, o Disney por ampliar la muestra, se ha vuelto envuelta en una polémica por hacer un guiño, o no, a la comunidad LGTBIQ+. Es un juego de equilibrios, pues China (el segundo país donde se estrenó Elio tras EE.UU.) es un mercado fundamental para Hollywood. En 2022, territorios del oeste asiático o Arabia Saudí no proyectaron Lightyear, esqueje de Toy Story, por incluir un beso entre dos mujeres. Disney había pedido mayor contención, pero hubo quejas por parte de sus trabajadores y la empresa cedió. Más desapercibida pasó ese mismo año Mundo extraño, que sí tiene un personaje 'objetivamente' gay.
En otras ocasiones, como Luca, cuyo titular es un monstruo marino que se convierte en humano al salir a la superficie, un sector de la audiencia consideró que era una más que evidente metáfora de la 'armarización'. El protagonista, una vez establece su nueva vida fuera del mar, tiene miedo a revelar su verdadera naturaleza por la reacción que pueda suscitar. Fueron los fans de Frozen quienes, tras anunciar Disney una secuela, pidieron que una de sus hermanas protagonistas, Elsa, tuviera una novia. Espóiler: se casó con un hombre.
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