El Premio PHotoEspaña 2019 que reconoce la trayectoria profesional de una personalidad de la fotografía nacional o internacional ha correspondido en esta edición a Donna Ferrato, con su serie Holy en la que documenta la violencia contra la mujer. El Premio Bartolomé Ros a la mejor trayectoria profesional española en fotografía ha sido para Pilar Pequeño.

Holy ('sagrado' en español), es la exposición que comparte título con el libro que próximamente publicará la fotógrafa estadounidense Donna Ferrato. Esta serie continúa la cruzada que Ferrato emprendió en los años 60, en donde no sólo documenta la violencia contra la mujer, sino que también da voz a las víctimas "haciendo visible lo invisible". Holy ilustra los 50 años de trayectoria de Ferrato en una retrospectiva compuesta por fotografías que hacen a los visitantes testigos de la interminable lucha por la igualdad de género, la revolución sexual y el '#metoo'.

"Las fotografías de Ferrato son un testimonio del espíritu inquebrantable de todas las mujeres. Holy es un homenaje a las mujeres que a pesar de todo prevalecen", señalaban desde la organización de PHotoEspaña. "Las fotografías en la exposición incitan a la movilización, ya seas cis o trans, joven o viejo, butch o femme ya que la supervivencia humana depende de las mujeres y las mujeres son y serán siempre", añadían.

Ferrato es una fotógrafa y activista, galardonada con varios premios entre ellos el Eugene Smith Award y el Robert F. Kennedy Award. El libro Living with the Enemy ('Viviendo con el enemigo') vendió más de 40.000 copias y la revista Time incluyó una de sus fotos como una de las 100 más influyentes de la actualidad.

Por otro lado, Pilar Pequeño ha recibido el Premio Bartolomé Ros a la trayectoria profesional. Pequeño (Madrid, 1944) empezó a interesarse por la fotografía en 1980, tras algunos años en los que se dedicó al dibujo. Dos años después inició su primera serie, Paisajes. La fotógrafa ha dividido su trabajo en series abiertas, en las que la naturaleza es una constante. Siempre utilizó imágenes en blanco y negro hasta que en 2010 dio cabida al color en su obra, yendo más allá del cromatismo tradicional. Invernaderos, paisajes y plantas, son objeto de su objetivo, y con ellas, el agua, la luz, la vida, la muerte.