Contaba lo que no se podía contar y casi sin decir nada. Y Nada fue lo que escribió y la convirtió en un icono de la modernidad de una España dictatorial y autoritaria, y pobre y hollín durante la posguerra.

Carmen Laforet (Barcelona, 1921 - Madrid, 2004) vivió desde los 2 a los 18 años en Las Palmas de Gran Canaria: «A punto de cumplir dos años, fui con mis padres a Canarias. Mi padre era arquitecto y también profesor de la Escuela de Peritaje Industrial. Nuestro traslado a Canarias se debió a necesidades de este profesorado. Yo recuerdo a mi padre muy joven, bien constituido, muy deportista. Tenía la costumbre de fumar en pipa y usaba una excelente mezcla inglesa cuyo olor se ha quedado en mí», escribió Laforet en sus escritos biográficos. La mayoría de edad y su condición familiar tras el fallecimiento de su madre, hicieron que en 1939 regresara a su ciudad natal para estudiar Filosofía y Letras durante tres años y luego, el amor, que se trasladara a la Madrid, donde comenzó a estudiar Derecho: «Era la primera vez que viajaba sola, pero no estaba asustada; por el contrario, me parecía una aventura agradable y excitante aquella profunda libertad en la noche», escribió la joven con apenas 22 años.

A esa edad empezó a escribir su primera novela, Nada, que se publicaría en 1945. Nada, basada en sus propias experiencias de cuando los coches funcionaban con gasógeno y la miseria y el hambre eran hechos cotidianos, ganó la primera convocatoria del Premio Nadal de la editorial Destino, y convirtió a Laforet en la revelación de la narrativa española de la posguerra. Laforet pasó de ser una desconocida y jovencísima chica de provincias, a una exitosa escritora que acaparó la atención de la prensa y del periodista y crítico literario Manuel Cerezales, con el que se casó un año después y tuvo cinco hijos.

Imagen del documental 'Carmen Laforet, la chica rara'. TVE

Casi ochenta años después, Nada es después de El Quijote (1605) y La Familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela, la novela más traducida en español. Sin embargo, su autora nunca disfrutó de aquel éxito fulminante, más bien, huyó de él.

El peso del éxito, las altas expectativas sobre ella y la sombra que la ensombrecían por ser madre y escritora, la sumieron en un pozo que le llevó a sentir fobia a la escritura. Antes, pero, escribió cuatro novelas más, que, aunque no han alcanzado el éxito de Nada, forman parte de la trayectoria de la mujer inconformista que se negó a un único papel de ama de casa y al vacío de la posguerra que en sus páginas se leía de fondo.

Carmen Laforet murió el 28 de febrero de 2004 a los 82 años de edad. La escritora se hallaba apartada de la vida pública y sufría una demencia senil.

Los seis imprescindibles de Laforet

'Nada', 1945

Dotada de un estilo literario que supuso una renovación en la prosa de la época, Nada es la primera novela escrita por la autora barcelonesa y una de las obras literarias más importantes del siglo XX en España. Nada, que fue galardonada con el Premio Nadal el 6 de enero de 1944 y Premio Fastemrath de la Real Academia Española, entre otros, da vida a Andrea, una joven que llega a Barcelona para estudiar letras y conoce el choque y convergió de sus emociones con la tensión que reina en casa de su abuela y sus relaciones universitarias. Nada es el perfecto reflejo de la lenta desaparición de la pequeña burguesía tras la Guerra Civil, y una novela casi autobiográfica de una chica que, absorta, quiere algo sin saber qué.

La isla y los demonios, 1950

La isla y los demonios es el segundo libro de Carmen Laforet, un relato realista ambientado entre 1938 y 1939, en pleno final de la Guerra Civil. La historia, que toma dos grandes fuerzas; el paisaje de la isla de Gran Canaria y la trama de pasiones y miserias humanas -los demonios-, gira alrededor de la vida de Marta Camino, una adolescente con ansias de escapar y conocer el mundo que espera la llegada a Gran Canaria de unos familiares que vienen desde Madrid a refugiarse de la guerra. Su llegada, supone para la protagonista una oportunidad de ser escuchada, ya que se siente ignorada e incomprendida por José, su hermano mayor, y Pino, su cuñada.

La mujer nueva, 1955

La mujer nueva cuenta la historia de Paulina, una mujer que, tras ser invalidado su matrimonio por las coincidencias contradictorias de la guerra civil, se separa de su marido y decide independizarse y emprender el camino con el que demostrar que puede valerse por sí misma pese a los desconocidos horizontes y la grandeza de Madrid. Esta obra, escrita en plena posguerra y etapa de gran represión franquista, es considerada precursora en España de la literatura feminista que instaron escritoras como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Rosalía de Castro o Emilia Pardo Bazán.

La insolación, 1963

Publicada en 1963, La Insolación es la es la primera de Tres pasos fuera del tiempo, la trilogía que Laforet pensaba escribir y que no llegó a ver la luz en vida de la escritora. La obra, cuenta la historia del arrebato juvenil de Martín Soto, un joven de quince años que viaja con su padre, un estricto oficial del ejército, para pasar el verano en Benitecas (Murcia) tras la muerte de su madre. Martín pierde de vista el mundo que le rodea y su personalidad para dar la bienvenida a la inestabilidad, inquietud y mala relación con Adela, su madrastra. La Insolación transcurre durante los tres veranos posteriores a la guerra civil y por consiguiente, los tres primeros de la dictadura.

Puedo contar contigo, 2003

Como en «un clima de nieblas, de lluvias constantes y hollín» describe Carmen Laforet la España de los sesenta a Ramón J. Sender (Chalamera de Cinca, Huesca, 1901-San Diego, EE UU, 1982) en una de las cartas del epistolario que ha dado nombre a Puedo contar contigo, la obra que recoge un total de setenta y seis cartas entre ambos. Carmen Laforet nos acerca al mutismo literario de la época mientras Sender desmitifica la vida del exilio y sus sentimientos hacia su país natal: desde Franco y hasta el estalinismo pasando por sus protagonistas literarios, como Alberti o Camilo José Cela.

Sender, también escritor, forjó una amistad con Laforet a raíz del viaje de ésta a los Estados Unidos en 1965.

Al volver de la esquina, 2004

En una época de carencias y pobreza, un pintor bohemio busca sentido a su existencia dejándose llevar por antiguos sentimientos amorosos, nostálgicos, celosos y de amistad. Escrita en los años setenta, Al volver de la esquina es una obra que la autora teje en la creación de un mundo particular, hedonista y de variado cromatismo dentro de la sombra gris de la posguerra española. Al volver de la esquina es una novela de personajes inusuales y complejos que se ha convertido en una notable aportación a la novela española y en una novela de madurez narrativa que ha puesto, según críticos literarios, el broche de oro a la escasa y brillante obra de Laforet.

Carmen Laforet también escribió novelas cortas, libros de cuentos y narraciones de viaje entre las que destacan La llamada (1954), su primera colección de historias cortas, o La niña y otros relatos (1970).