Steve McCurry, el fotoperiodista estadounidense autor del famoso retrato de la chica afgana Sharbat Gula, llega a Madrid con esa icónica imagen y otras más conocidas en "Icons", una retrospectiva que revisa toda su carrera.

La famosa fotografía de McCurry ha trascendido al propio fotógrafo. La imagen de una joven niña salió por primera vez en la portada de National Geographic en 1985, y desde entonces se convirtió en un símbolo de los refugiados y de la ocupación de Afganistán.

La chica afgana está presente en la exposición con la que McCurry llega en Madrid, que abre hoy sus puertas hasta el 13 de febrero de 2022 en el Colegio de Arquitectos (COAM), pero está acompañada por un centenar de imágenes de gran formato que revisan treinta años de carrera del artista.

"Estoy agradecido por lo que me ha dado esa imagen, y de que sea valorada por la gente, especialmente por su protagonista" ha dicho hoy el fotógrafo estadounidense sobre la imagen.

La imagen de la niña de ojos esmeraldas fue tomada hace cuatro décadas sigue siendo un símbolo de los refugiados. La situación de Afganistán hoy, ocupada por los talibanes, no es mucho mejor. "El mundo entero está horrorizado con lo que pasa allí, es muy triste ver lo que está pasando".

Tres décadas, cinco continentes

McCurry es una de las voces más emblemáticas de la fotografía contemporánea. Miembro de la mítica Magnum, McCurry ha recorrido los cinco continentes para fotografiar conflictos, culturas en extinción, tradiciones antiguas y sociedades contemporáneas.

Por eso, Icons recorre, además de Afganistán, rincones de todo el mundo: desde el atentado de las Torres Gemelas en Nueva York, el bullicio de las calles de India -que McCurry refleja siempre a todo color-, la tragedia del tsunami de Fukushima (Japón) o lo tranquila vida de los monjes budistas en Birmania.

Entre las imágenes seleccionadas se encuentran numerosos retratos, paisajes y escenas de la vida cotidianos. Las retratos se encuentran entre las instantáneas más impactantes y también son los que reciben al visitante en la primera sala.

Los personajes habitualmente miran de frente al espectador, estableciendo un diálogo directo con él, según ha señalado la comisaria Biba Giacchetti. "La mayoría de ellos son de gente de la calle que me llamaban la atención por su aspecto, y les pedía si me dejarían hacerle una foto", ha explicado.

También se pueden ver muchas fotos de dos de los proyectos en los que ahora se encuentra sobre la infancia y en otro sobre muros: "Desde hace veinte años trato de acercarme a proyectos cada vez más personales: digamos que me hago mis propios encargos, prefiero mis propias historias, contar donde yo quiero y lo que a mi me interesa".

Pese al favor del público y la fama de la que gozan sus imágenes, el trabajo de McCurry ha estado rodeada de controversia por el supuesto retoque de imágenes o la eliminación de algunos de elementos de sus fotografías.

Hoy ha declarado que esa supuesta polémica, que tuvo su auge en 2016 con un artículo en New York Times, no ha cambiado la manera en la que desempeña su trabajo.

McCurry ha sido reconocido con algunos de los premios más prestigiosos de la industria, ha ganado cuatro veces el World Press Photo, la Medalla de Oro Robert Capa o el National Press Photographers Arward, entre otros muchos.