La polémica lingüística de la semana ha llegado a su fin. La Real Academia Española (RAE) ha ratificado la redacción de la norma sobre la utilización de tilde en el adverbio 'sólo' en uno de sus plenos más esperados y mediatizados, determinando que se podrá escribir con tilde cuando haya riesgo de ambigüedad y la decisión de hacerlo será de quien lo escribe.

Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, ha señalado al termino de la reunión entre los académicos que la semana pasada "hubo una cierta confusión de comunicación pública y en algún momento hubo un tuit que decía que quien en lo sucesivo usara tilde tendría que justificarlo". Tal y como ha explicado el director de la RAE, eso último no lo acordó la Academia. "La nueva redacción de la norma define que es el que escribe quien decide cuándo hay riesgo de ambigüedad sin necesidad de justificación".

Se trata de una modificación en la redacción porque, según Muñoz Machado, la posibilidad de tildar cuando haya riesgo de ambigüedad ya estaba antes. "El problema era quién decide el riesgo de ambigüedad, cuando lo determina el examinador, el que lo escribe tiene mucha inseguridad", ha explicado refiriéndose a un contexto académico.

La Academia ha agradecido el interés que ha generado la cuestión después de enviar el pasado jueves un comunicado en el que aclaraba que se podía volver a utilizar la tilde en el adverbio 'sólo' cuando su significado fuese ambiguo.

Durante la comparecencia a los medios desde la sede de la Academia, se ha aclarado que la novedad "no es una modificación de la regla, es una modificación de la redacción de la regla" y que el problema ocasionado en la última sesión es que no quedaba claro quién determinaba el riesgo de ambigüedad. Ahora el criterio depende de quién lo escribe, algo que en el pleno anterior se acordó por consenso (con las reticencias de uno de los académicos), mientras que ahora ha sido por unanimidad.

Una negociación a dos bandos: escritores y lexicógrafos

El director de la institución ha reconocido la existencia de dos bandos en esta negociación. Por un lado los escritores defienden la utilidad del énfasis que otorga la tilde en sus escritos, para la redacción de sus novelas, cuentos o poemas. En el otro bando los gramáticos abogan por la supresión de la misma cuando no hay una necesidad ortográfica o gramatical.

"El anuncio de un pleno duro y tormentoso no ha dado más de sí, vengo sin ningún apósito", ha bromeado el director. "Hemos llegado a una solución pacífica del agrado de todos y hemos tenido un gran pleno".

Muñoz Machado ha explicado que ayer se reunió con el resto de las Academias del mundo para contarles la decisión. Para que, en el caso de que alguna entendiera esto como una modificación de la norma, se activara el protocolo necesario para modificarla entre todos (ASALE), pero la apreciación fue unánime.

Se pone así fin así a un debate que ha traspasado las paredes de la Real Academia Española en el que los problemas a la hora de comunicar la decisión han evidenciado la división latente entre escritores y lexicógrafos. Una polémica que probablemente ha generado más titulares y controversia de la que merecía y que ha concluido con un acto oficial tan solemne como irónico.