A partir de este martes si tiene más de 65 años podrá ir al cine por 2 euros. Se trata de una de las medidas estrella del Ministerio de Cultura, cartera de Miquel Iceta, que se pone en marcha para los martes a partir de este 11 de julio en 420 cines, unas 3.000 pantallas de proyección, y que pretende "impulsar la asistencia a las salas de cine de los espectadores de 65 años, un colectivo que ha dejado de acudir a este espacio de ocio tras la pandemia del Covid-19".

La medida, que cuando se anunció resultó polémica, porque afecta a todos aquellos cuyos ingresos se han actualizado anualmente, mientras otros sectores de la población que han visto cómo su capacidad adquisitiva ha disminuido desde la crisis de 2009 y más desde la pandemia, se ha denominado programa Cine Sénior y cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros.

Desde El Independiente hemos hablado con una decena de personas que cumplen los requisitos para beneficiarse de esta medida de distintos lugares de España, y aunque las opiniones son muy dispares la mayoría no está del todo de acuerdo con ella.

Para Genoveva Mesejo, de 66 años y residente en Madrid, sí que supone un aliciente para acudir. "Desde la pandemia vamos poco, pero más porque habíamos dejado la costumbre, antes íbamos dos veces al mes", explica, y añade que intentan "ir el día del espectador porque la pensión no da para más, la medida me parece bien pero a saber si es verdad".

A Victoria Quintana, de 68 años, tampoco le parece mal pero no cree que la medida vaya a favorecer que vaya más a las salas. "Voy una o dos veces al mes, depende de las películas que pongan, y suelo ir el día del espectador. Conozco la medida de los 2 euros pero no iré más al cine por el descuento, iré si me gustan las películas, como siempre", asegura a este periódico desde La Cellera de Ter en Girona.

También desde Madrid, Fernando Marín, de 67 años, confiesa que no va casi nunca. "La última que fui a ver fue As Bestas porque me obligó mi mujer pero no me fijé en el dinero", confiesa. También que conoce la medida, "ya estuvo en Madrid y fracasó. Es otra gilipollez de Sánchez".

Si nos vamos al norte del país, desde una aldea cerca de Betanzos, Roberto, que acaba de cumplir 65 años, nos dice que suele ir bastante al cine pero que el descuento le parece mal. "No me gustan ni las colas ni los cines llenos", afirma, y asegura que va a cambiar su forma de acudir a las salas pero para no encontrarse con estos problemas.

Algo parecido a lo que piensa Carmen Gómez, desde Sevilla, que asegura que lo que le gusta de ir al cine con su edad (70 años) es que puede ir cuando no va nadie más. "Prefiero pagar más dinero y estar un poco más sola, con las salas llenas y con colas se me hace muy cuesta arriba, la verdad", confiesa, aunque cree que a mucha gente le vendrá muy bien, "los que tengan muy poca pensión y tengan que elegir entre ir al cine o cubrir algo de primera necesidad".

Al final voy si me gustan las pelis a la primera sesión de la tarde el día del espectador, que es el más barato también para los viejos"

Para Isabel González, de 74 años y que vive en Gijón, ir al cine le supone un problema ya que aunque puede ir andando a la playa tarda una hora en llegar al cine más próximo de su casa en autobús, así que sólo acude cuando está en Madrid visitando a su hija. "Al final voy si me gustan las pelis a la primera sesión de la tarde el día del espectador, que es el más barato también para los viejos", dice, y aunque le parece bien la medida confiesa que no irá "porque valga dos euros" sino que su decisión dependerá de si le gusta o no la película. "En verdad prefiero pagar 4 euros y que no esté lleno", sentencia.

Al contrario que Mercedes Gracia, de Zaragoza y con 67 años, que no conocía la medida pero que le parece estupenda. "Voy poco al cine, dos o tres veces al año, pero me plantearé ir más con esta medida. Me parece muy bien que los jubilados tengamos estos precios", comenta en consonancia con Santiago Retortillo, de la misma ciudad y de la misma edad, aunque el considera que "aglutinarlo en un día concreto no es muy adecuado".

Las aglomeraciones también suponen un problema para Enrique González, que tiene 71 años y vive en Alcalá de Henares. Para él no valdría esta medida "por las colas y lo malas que son las películas". Por su parte Concha Arana, de Madrid y 69 años, también desaprueba parte de la subvención porque considera que a los jóvenes también les haría falta algo similar. "Están a dos velas y hay que ayudarles, yo al final si me gusta la película voy aunque valga más, que el cine no es como ir a la ópera, me lo puedo permitir".