Como productor, está detrás de muchos de los éxitos de artistas del estilo de Amaia, C. Tangana o Javiera Mena; pero también se lleva a bailar a Zahara o a ver amanecer a Rigoberta Bandini, tiene su propia compañía discográfica, un Grammy y varios LP.

El último, Boicot, vio la luz a principios de 2023 y Cristian Quirante Catalán, más conocido como Alizzz, lo estará presentando este sábado 12 de agosto en el Sonorama, en una jornada que contará con el concierto especial de Amaral tras sus 25 años de trayectoria, Arde Bogotá o Iván Ferreiro.

Una semana antes habló con El Independiente sobre hacia dónde va la música, qué tal le trata la industria del espectáculo o cuál es el problema tras los festivales en España.

Pregunta.- ¿Cómo está?

Respuesta.- Bueno, mal. Estoy aquí con todo gripazo en casa, desde hace unos días con COVID-19, pero me encuentro mejor ya y seguiré la gira sin problema. Hay que tirar hacia delante.

P.- ¿Tendrá invitados su concierto en Aranda del Duero?

R.- Pues no, no lo tengo pensado. Últimamente estoy haciendo yo los conciertos porque me apetecía enraizar un poco el show y que la gente se acostumbre a verme a mí. Cuando hay invitados todo es más incierto, pueden salir las cosas mal y es complicado porque implica que tienen que viajar. No quiero molestar a nadie.

P.- Hace poco estuvo en el Sónar y publicó que llevaba mucho sin sentirse tan bien pinchando. ¿Se plantea volver a trabajar como DJ?

R.- La verdad es que lo tenía muy olvidado, pero me lo pasé tan bien que me lo he planteado. Me han llegado algunas propuestas y creo que cogeré alguna, aunque de manera puntual. También seguiré con el Club 2000, que es lo que a mí me gusta, la electrónica dosmilera.

P.- ¿Cree que ha explotado la burbuja de los festivales?

R.- Lo he hablado con muchos compañeros, porque el año pasado no pasaba, todo estaba sold out, ningún festival pedía que hiciéramos promoción... pero este año todo es distinto. Creo que afecta que fue un espejismo de la vuelta de la pandemia, todo el mundo iba a todo y la situación económica era mejor. Ahora se nos ha bajado la fiebre de salir de fiesta, todo es más caro... a ver qué pasa el año que viene.

P.- ¿Beneficia a los artistas que cada vez se mezclen más géneros en los festivales?

R.- Lo que más beneficia a los artistas es que a los festivales les vaya bien, y si eso hace que los festivales funcionen, pues supongo que a los artistas nos irá bien. Pero me da la impresión de que si como festival no tienes una identidad marcada es más difícil sobrevivir, porque no tienes una propuesta original sino que hay muchos festivales con una line up similar. Los que consiguen tener a mucha gente con un festival muy heterogéneo tienen mucha suerte.

Alizz posa en la alfombra roja de los nominados a Los40 Music Awards 2021. Germán Lama / Europa Press

P.- ¿Por qué decidió sacar Boicot, su último disco?

R.- No me veo haciendo singles aislados, eso tiene mucha presión por tener éxito, por números y realmente no cuentas nada. Estoy más cómodo aglutinando canciones y pudiendo explicar las cosas. Era un grupo de temas en las que hacía algún tipo de crítica desde la ironía y el humor, veía que era una especie de boicot a ciertas cosas, incluso a mí mismo, porque no se parecía a nada de lo que había hecho en el anterior disco, aunque sí a Ya no vales. Me parecía guay la idea de juntarlas en lugar de utilizarlas en otro disco más grande que estoy preparando, que tendrá muchos temas sobre el amor.

P.- En Boicot hay bastante desarraigo con la industria musical. ¿Qué es lo peor de esta?

R.- A mí no me afecta mucho, he tenido buena suerte y me ha ido muy bien. Pero me parece que no a todo el mundo le va así, la industria es una apisonadora, una devoradora de artistas. Sobre todo el mainstream, es muy difícil mantenerse. He estado cómodo en ese mundo, pero ahora me encuentro mejor en los márgenes. En algún momento tienes que decidir si buscar la popularidad y los números o tener un proyecto más artístico y olvidar el dinero y el éxito, que son cosas dañinas a la hora de hacer canciones.

"En algún momento tienes que decidir entre buscar la popularidad o tener un proyecto artístico y olvidar el dinero y el éxito, que son dañinos para hacer canciones"

alizzz

P.- Le caracteriza la naturalidad con la que fluctúa entre géneros musicales, algo que en su momento perjudicó, por ejemplo, a Rosalía. ¿El público se ha vuelto más aperturista o sigue perjudicando cambiar?

R.- Creo que si haces las cosas con un sentido, tus oyentes te lo pueden seguir comprando. Pero históricamente cambiar de género penaliza, no se considera algo positivo a priori. También le pasó a Pucho [C. Tangana], en general es un riesgo. Hay mil ejemplos de grupos que cambian cuando se cansan de sí mismos y al principio se les juzga, sigue siendo algo arriesgado.

P.- ¿Le interesa producir bandas sonoras para cine y series?

R.- Justo estoy haciendo una cosa para un documental que no te puedo decir, pero mientras sea algo que vaya con mi música, me gusta. También participé en la banda sonora de la película Mañana es hoy con Amaia, hicimos la canción Malos tiempos para la lírica de Golpes Bajos.

P.-Le hemos visto dar clases de producción musical. ¿De dónde viene ese interés por la docencia?

R.- Lo he hecho bastante durante toda mi vida, aunque es la primera vez que lo hago grabado. Hace muchos años pensé que terminaría siendo profesor para compartir mis conocimientos, porque a mí nadie me enseñó nada y sé lo difícil que es aprender a hacer música, y les puedo ahorrar años de aprendizaje.

P.- ¿Cuándo decidió empezar a formarse?

R.- Pues cuando yo empecé a producir, lo poco que conseguía hacer empecé a compartirlo en unas raves ilegales de Barcelona que se organizaban desde foros en internet. Después hice alguna masterclass y me fui familiarizando con el management, gestión de derechos de autor... Son aspectos complicados porque nadie sabe enseñártelos bien a no ser que esté muy dentro de este mundo.

P.-Dice que México es su segunda casa. ¿A qué se debe?

R.- Tenemos la suerte de que los mexicanos entienden los códigos españoles como algo muy cercano. Cuando estoy allí, siento que es muy fácil relacionarme con ellos, algo que no me pasa tanto en Estados Unidos, me cuesta más entender cómo funciona su sociedad. México es un país enorme y si tienes éxito allí te va muy bien. Estoy muy agradecido, y al revés no pasa: a los grupos mexicanos les cuesta mucho entrar en el circuito español.

P.- ¿Hay alguna línea roja para Alizzz en la creación musical?

R.- He hecho tantas cosas que quizá no sería creíble. Creo que podría ponerla, hay cosas de las que me gusta más hablar y otras de las que no. Nunca he puesto una línea roja.

P.- Yung Prado, Lola Índigo... ¿qué tiene que tener un artista para que trabaje con él?

R.- Me gustan sobre todo quienes tienen un proyecto artístico propio, creo que lo tienen casi todos con los que he hecho cosas. Y si hago un disco con alguien, tiene que ser alguien que quiera explicar algo, no un algo genérico.

P.- Publicó en 2021 una canción llamada Todo me sabe a poco. ¿El Alizzz del presente sigue sin tener suficiente?

R.- Pues creo que me he relajado un poco, la verdad, y estoy trabajando menos. Diría que mi ambición ha bajado un punto y me he centrado un poco más en vivir también, porque mi vida era el trabajo, siempre he sido bastante adicto a hacer música y al trabajo y ahora siento que estoy un poco más relajado, aunque me puede volver a dar la neura en cualquier momento.