Hace un año que los escenarios están un poco más vacíos. El trovador eterno ya no se alza en lo más alto del escenario. Tampoco se recitan en los conciertos los poemas de Antonio Machado ni los de Miguel Hernández. Ocurrió lo que muchos temían. Serrat se retiró de los escenarios donde estuvo media vida entre España y Latinoamérica. Hace un año el cantautor dejó viudos de música en directo a sus fieles, pero su figura y sus canciones permanecen intactas en el tiempo. Hoy, el día de su 80 cumpleaños, su música está más viva que nunca.

Icono de nuestra música, de nuestra cultura y en gran medida de nuestra forma de entender la vida. Un artista único e inmortal que lleva a sus espaldas cerca de 300 canciones, 32 discos en estudio, seis en directo y decenas de recopilatorios. Seis décadas de carrera que lo han llevado a lo más alto como símbolo de varias generaciones y el cantautor más emblemático de la historia de España.

Joan Manuel Serrat nació el 27 de diciembre de 1943 en el seno de una familia obrera, en el barrio barcelonés de Poble Sec. Su padre, José Serrat, fue un anarquista español afiliado a CNT y su madre, Ángeles Teresa, era un ama de casa originaria de Belchite (Zaragoza). Estaba tan unido con su barrio que le llamaban el Noi del Poble Sec (el chico del Poble Sec). Aunque con el tiempo vinieron más apodos. Desde Juanito, como le llamaban sus seres queridos más cercanos, pasando por Nano (que en catalán significa chaval o chivo), sobrenombre que le puso el locutor de radio Salvador Escamilla. De aquella época en el barrio, de su niñez, que en algunas ocasiones ha reconocido ser maravillosa y "oscura" al mismo tiempo, surgieron varias canciones en las que se ve cómo era su vida en la Barcelona de la posguerra, como "La Carmeta", "La aristocracia del barrio", "La tieta", "Mi niñez" y "El drapaire".

Serrat no siempre estuvo ligado a la música. A los doce años se matriculó como alumno interno en la Universidad Laboral de Tarragona,​ donde cursó el Bachillerato Laboral Superior, en la especialidad "Industrial Minera", titulándose en la modalidad de tornero fresador. Se graduó como perito agrónomo, aunque nunca llegó a ejercer esa profesión.

Por entonces ya tocaba la guitarra. Fue el locutor Salvador Escamilla quien lo fichó en Radio Barcelona. Ahí Serrat dio sus primeros pasos. Durante dos años acudió tres veces por semana para cantar haciéndose un hueco y siendo uno de los pioneros del conocido como la Nova Cançó catalana, un movimiento artístico y musical catalán que, en pleno franquismo, impulsó la reivindicación del uso normal del catalán en el mundo de la música.

Polémica de Eurovisión

Uno de los momentos importantes en la vida de Joan Manuel ocurrió en Eurovisión en 1968. La canción "La, la, la", con la que Massiel ganó el concurso, tenía que haberla cantado Serrat, pero este aceptó echarse a un lado. Algunos miembros de la Nova Canço le presionaron acerca de representar a España con un tema en castellano. O interpretaba "La, la, la" en catalán a modo de protesta o no representaba a España en Eurovisión. Más de cincuenta años más tarde, aún no se sabe si fueron presiones las que le llevaron a tomar esa decisión o fue él mismo quien prefirió no cantar a hacerlo en castellano.

Exilio a México

No cantar en Eurovisión fue uno de los momentos que marcó a la trayectoria del cantante, pero su exilio a México lo hizo aún más. En una entrevista en El Independiente, Juan Ramón Iborra, autor de A propósito de Serrat (Libros Cúpula), confesó que fue uno de los episodios más importantes de su vida.

En septiembre de 1975 Serrat viajó a Ciudad de México para dar un concierto, y al aterrizar en el aeropuerto, los periodistas le esperaban. En declaraciones a la prensa, el cantante, que había estado vinculado a la política y se había encerrado en Montserrat para protestar por el Proceso de Burgos, condenó al régimen franquista y sus medidas de represión, así como las penas de muerte ordenadas contra 11 miembros de ETA y el FRAC.

"Siempre he condenado la postura represora del Gobierno franquista , por eso aplaudo la decisión del señor Echeverría (el presidente de México) de romper con todo tipo de relaciones con el Gobierno de Franco. La pena de muerte solo sirve para seguir acobardando a la gente; pero tenemos que luchar porque la izquierda y la democracia españolas se unan para acabar con un régimen totalitario. Además de Franco, el pueblo español tiene un gran enemigo, Estados Unidos, que en ningún momento ha abierto la boca para acallar al Gobierno franquista", declaró el cantautor.

Serrat en su último concierto el 23 de diciembre de 2022

Se le puso en busca y captura y sus trabajos fueron censurados. Muchas radios dejaron de emitir sus canciones y algunas tiendas retiraron sus discos de sus escaparates. Pero Serrat sobrevivió a ese odio, y pese a ello, se convirtió en el fenómeno que todos conocemos.

Mediterráneo

Conocida como la mejor canción de la historia de la música popular en España, "Mediterráneo" se ha convertido en marca España y una de las imprescindibles de Serrat en sus conciertos. Y no es para menos. En 2010, la revista Rolling Stone la nombró como la mejor canción del pop español.

Hay varias teorías de cuándo escribió la canción Serrat. Aunque según explicó el cantante en una entrevista en El País en 2014, la escribió en el exilio en México. "Estaba en México, llevaba semanas en el interior. Soñaba, literalmente con él. Agarré el coche y me fui a un lago, aunque solo fuera por hacerme a la idea del mar que yo añoraba. Es en esos casos cuando me doy cuenta de que para mí el mar, y concretamente el Mediterráneo, es una identidad: una identidad feliz", contó en el periódico.

El vicio de cantar

Fue en diciembre de 2021 cuando Joan Manuel Serrat anunció una última gira a lo largo de 2022. Así dio comienzo a El vicio de cantar, que le llevó a recorrer medio mundo y dar 75 conciertos, 45 de ellos en España, para interpretar una vez más sus canciones.

El último de ellos, que se celebró el 23 de diciembre de 2022 en el Palau Sant Jordi en Barcelona, no se lo quiso perder el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien meses antes otorgó al cantante con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, y que lo definió como "el niño eterno, a quien a partir de ahora llamaremos excelentísimo, excelentísimo músico, poeta".

Desde que Serrat se bajó de la tarima hace ya un año, donde pasó media vida entre España y Latinoamérica, dejó un vacío del que muchos españoles aún no se han recuperado, pero sus canciones siguen sonando sin cesar. Quién sabe si, como muchos desean, volveremos a verle subido a un escenario interpretando lo que ha sido y será historia de España, sus canciones.