Los chicos de Pignoise ya no son unos veinteañeros, pero eso no quita para que estén viviendo una especie de segunda juventud. Álvaro Benito (cantante, guitarrista y compositor), Pablo Alonso (bajo y coros) y Héctor Polo (batería) tienen mucho que celebrar, y no solo por los veinte años que acaba de cumplir su grupo, sino porque han conseguido relanzar su carrera y ahora presumen de vivir su momento más dulce desde que empezaron.
La banda madrileña con pasado futbolista -Álvaro jugó en el Real Madrid y Héctor en el Rayo Vallecano- saltó a la fama en 2006 gracias al escaparate mediático que significó para ellos ser la sintonía de la serie Los hombres de Paco. Aparte de Nada que perder, a ella quedó estrechamente ligada una de las canciones emblema de la banda como Te entiendo.
Antes de eso venían de picar piedra en una industria musical que los ignoraba mientras ellos apostaban por un género que en España era prácticamente marginal, el pop-punk, y dos álbumes previos a los que nadie prestó demasiada atención. Después del éxito que supuso su aparición en la serie de Antena 3 y su tercer álbum Anunciado en televisión (2006), llegó la consolidación del grupo y una sucesión de éxitos a los que se sumaron temas como Estoy enfermo o Todo me da igual, que marcaron la banda sonora de la España de los 2000.
20 años después, Pignoise ha sabido aguantar las turbulencias de una industria muy cambiante, con un vacío discográfico entre 2015 y 2021, y un amago de separación ese mismo año. Actualmente acaban de presentar un álbum recopilatorio en el que han colaborado con leyendas como Andrés Calamaro, Hombres G, Los Secretos o Loquillo, están en proceso de grabar un nuevo disco que presentarán el año que viene y se encuentran inmersos en la preparación de la que va a ser su gira más ambiciosa, que empieza este mes con fechas por toda España y promete un cierre de leyenda en el Wizink de Madrid en marzo.
A medio camino entre recapitular y ver todo lo que han conseguido, y mirar hacia delante con las pilas cargadas para afrontar todo lo que se les viene, Pignoise habla con El Independiente para valorar todo lo que les está sucediendo.
Pregunta.- ¿Cómo es la vida dentro de un grupo de rock 20 años después, ahora que ya no sois unos chavales?
Pablo Alonso: Más tranquila, tenemos menos prisa que nunca. Quizá cuando empiezas en esto tienes muchas ganas de sonar en más radios, de vender más discos, de hacer giras más grandes, de crecer, crecer y crecer. Ahora simplemente estamos más preocupados que nunca en las canciones, en simplemente grabar las mejores canciones que podamos y después intentar defenderlas de la mejor manera posible en directo. Eso es lo que está en nuestra mano, todo lo demás es un poco impalpable, que la gente decida o no escucharlo ya no depende tanto de ti. En ese sentido, pienso que enfocamos mejor el tiro que hace 20 años.
Álvaro Benito: Esta profesión y la vida es un aprendizaje constante, al principio éramos desconocedores absolutos de cómo funcionaba la industria. Empezamos de una forma un poco inocente e inconsciente, con mucha ilusión, pero realmente sin ninguna expectativa. Luego fueron pasando los años y ya vimos que podía haber un potencial, también a nosotros nos gustaba mucho la idea de poder progresar. Un poco lo que ha dicho Pablo, ahora estamos en un momento donde nos tomamos la profesión con mucha calma, sin ambición y al final las cosas van surgiendo o cayendo de forma natural.
"Lo que hemos comprendido es que las canciones se han quedado de una manera natural y orgánica. No sabes por qué sucede, no tiene una explicación lógica. Hemos estado casi seis años sin tocar, llevamos 14 años sin compañía discográfica, sin sonar en ninguna radiofórmula, pero el grupo se ha mantenido vivo. Las canciones no solo se mantuvieron vivas, sino que crecieron. Se han seguido poniendo los bares, en las discotecas, en las reuniones de amigos, en los botellones, de hermanos mayores a hermanos pequeños, y cuando hemos regresado a la actividad es lo que más nos ha sorprendido, las canciones han crecido y son de la gente. Ya forman parte de la cultura popular musical española, o llámalo como quieras, y eso no depende de ti. Con eso ahora vivimos muy tranquilos, disfrutando del paisaje".
Pregunta.- ¿Qué tal os lleváis con la nostalgia?
A.B: Bien y mal, porque la nostalgia es eso, un sentimiento agridulce. Es mirar atrás y decir: "Qué feliz era y qué rápido ha pasado todo". Para mí no es más que el hecho de que la vida pasa, no tiene mucha más historia y creo que al final todos los grupos tienen canciones que que deben seguir sonando en sus conciertos. Vas a ver a los AC/DC o a los Rolling Stones y siguen tocando canciones de hace 40 años, no tocan los discos nuevos. Para mí eso no se trata de nostalgia, sino de revivir tus éxitos. Hace poco estuve en Londres viendo a Smashing Pumkins y a Weezer, volví a esa emoción de mis 18 años y eso me parece algo muy bonito. Hasta los mejores grupos de la historia al final tienen, en los mejores casos, dos o tres discos que son obras maestras, y eso ya es la hostia, seguramente nunca van a igualar eso. ¿Cómo van a dejar de tocar esas canciones? Me parecería ridículo decir: "No, es que no quiero vivir de la nostalgia". Lo bonito es decir: "Fui capaz de hacer un disco que 40 años o 30 años después sigue emocionando a la gente".
P.- ¿Cómo de importante pensáis que puede ser en ese sentido darle tiempo a una banda? Cuando habláis, por ejemplo, de vuestros dos primeros álbumes no tenéis problemas en reconocer que estabais buscando vuestro sonido, eso ahora parece impensable, nos hemos acostumbrado a que el éxito sea una cosa inmediata.
P.A: Quizá ahora se busque más la inmediatez. De hecho, la forma de sacar música es un poco así. Primero sacas una canción, a las dos semanas otra, al mes otra. A lo mejor es porque yo no he crecido con eso, pero pienso que con eso se pierde la oportunidad de trabajar una canción durante un tiempo. A Extremoduro, por ejemplo, le empezó a ir bien en la música con el Agila, que fue su sexto disco. Ahora se han acortado los tiempos, la tecnología de tener tu estudio en casa ha sido algo muy bueno porque cualquiera puede grabar una canción o un disco, ponerlo en redes sociales y que la gente decida si quiere escucharlo o no, pero para mi gusto pienso que eso de acortar los tiempos también acorta un poco la calidad. Antes para componer un disco se necesitaba un año entero o dos dándole vueltas, grabando maquetas, versiones de esa misma maqueta. Entonces llegaba alguien, apostaba por ti y grababas un disco. Pero claro, si te metían en un estudio a grabar, estaban pagando una hora a 15.000 pesetas por grabación. Tenías que tener más calidad para que te eligieran y gastarse el dinero en ti.
A.B: Cada artista tiene su proceso. Claro que si volviéramos atrás nos diríamos que no grabamos ese primer disco. Para nosotros no es un primer disco, es una maqueta, porque creo que todavía no habíamos dado con el concepto. En el segundo disco creo que sí, que ahí se atisba lo que iba a ser nuestro sonido y quizá todavía no estábamos preparados para entrar un estudio y afrontar lo que es la grabación de un disco, que me parece algo muy serio. De hecho ese disco lo vamos a regrabar y lo vamos a reeditar porque merece la pena. Las canciones ya cogen esa esencia de lo que era nuestro sonido, lo que queríamos transmitir. Pero sí es cierto que los grupos tienen su proceso y que a todos les ha pasado. Dookie, por ejemplo, es el tercer disco de Green Day.
Es importante estar persistiendo, para que algún día te vea alguien y te elijan a ti para ponerte en un escaparate
Álvaro Benito (Pignoise)
Pregunta.- Otra cosa que ha cambiado con respecto a cuando empezasteis vosotros, son cosas como el pelotazo que pegáis con Nada que perder y ese escaparate que era salir en una serie de televisión. ¿Pensáis que puede haber algo parecido hoy en día?
A.B: Pero es que tampoco sucedía en aquella época, fue algo anecdótico. La serie la pusieron primero los domingos contra Aída y no funcionó porque Aída arrasaba, al tercer capítulo la quitaron de la parrilla, de esto la gente no se acuerda. Y en ese impás, me llamó Álex Pina, creador de la serie y de otras como la Casa de Papel, o Los Serrano. Me dijo lo que había sucedido, que no había funcionado por audiencia, pero que Antena 3 tenía fe en la en la serie y habían hecho un rediseño haciendo encuestas con lo que más había gustado, y resulta que lo más valorado era la música, entonces él tuvo la idea de incorporar el grupo a la serie y empezar a poner nuestras canciones con la trama, porque al principio era solo la sintonía. Con esto quiero decir que la canción gustó, no hay más secreto que ese. Entonces había cientos de series, ahora hay miles. Pero no hay una receta mágica, no es que te pongan en una serie de televisión y ya. En ese momento gustó la serie, gustó el grupo y no tiene más explicación.
Pregunta.- Eso de estar en el momento justo y en el lugar adecuado.
A.B: El momento justo llega porque nosotros tocábamos donde hiciera falta y el destino fue caprichoso, porque tocamos de teloneros de Modestia Aparte en un concierto y Globomedia, que era la productora de la serie, había elegido otro grupo que lo llevaba el mismo manager que Modestia Aparte. Entonces alguien de la productora fue a ese concierto a hablar con el manager, nos vio a nosotros, le gustó y cambió la historia. Por eso también es importante estar persistiendo, para que algún día te vea alguien y te elijan a ti para ponerte en un escaparate.
Pregunta.- En ese momento tocabais un tipo de música del que no había muchos referentes en España. Ahora sí que hay más grupos de guitarras, sobre todo dentro del indie, ¿qué pensáis de esto?
A.B. Es que yo no sé qué es el indie.
P.A. Para mí el indie son Los Planetas, pero ha cambiado mucho desde Los Planetas hasta ahora. Sí que que dentro del indie, Arde Bogotá, por ejemplo, me parece que es un grupo que tiene un concepto más de rock.
H.P.- Luego están Carolina Durante, por ejemplo, Sexy Zebras, que son también amigos y después de habérselo currado mucho ahora les está yendo muy bien. Han hecho buenas canciones y la verdad que están funcionando muy bien, van a todos los festivales y nos alegramos muchísimo porque para mí eso es lo que refleja lo que es la música, empezar desde cero, currártelo y acabar triunfando. Ahora seguro que lo están disfrutando muchísimo.
El hecho de venir del fútbol fue una cosa que en ciertos ámbitos de la prensa musical nos cerró puertas
Álvaro Benito (Pignoise)
Pregunta.- Vosotros habéis fichado en esta nueva etapa por un sello indie como Sonido Muchacho, ¿qué ha significado esto para vosotros?
A.B: Es un lugar donde encajamos perfectamente a nivel estilístico. En su momento, el hecho de venir del fútbol fue una cosa que en ciertos ámbitos de la prensa musical nos cerró puertas de primera mano. Luego nos hicimos populares por una serie de televisión, empezamos a sonar en radios y el éxito se hizo masivo, de repente nos vimos en un tren que no era el nuestro, a nivel de estilo. Porque si el grupo naciera ahora estaríamos mucho más cerca de Carolina Durante, por ejemplo, que de otras bandas. Al final yo creo que Luis (director general de Sonido Muchacho), que obviamente tiene ese gusto musical y siempre le ha gustado mucho el grupo, es una persona que le da igual que hayamos estado sonando en la radiofórmula o no, afortunadamente esas barreras se están diluyendo. Ya no existe eso de: "No, como este ha sonado en Los 40 ya no encaja en un festival indie", gilipolleces varias que han existido en la música y que ahora ya no importan tanto. Lo ves en los festivales, donde puedes compartir cartel con un reguetonero. De hecho, hace poco nos pasó en Almería.
P.A: Y en Gandía con Lehendakaris Muertos o Reincidentes. Los festivales son como una fiesta multicultural.
A.B: Nosotros llevamos 14 años sin discográfica, sin sonar en radiofórmulas, el grupo hace las cosas a su manera y al final hemos acabado en un lugar que creo que nos corresponde seguramente más que el otro tren donde estábamos metidos.
Con el indie le han puesto un nuevo nombre al pop rock español de toda la vida
Álvaro Benito (Pignoise)
Pregunta.- Decías antes que no sabías que era el indie, ¿por qué?
A.B: Pues porque al final meten a un montón de grupos que no tienen un punto en común a nivel sonoro. Qué tendrá qué ver Carolina Durante con Sexy Zebras o Arde Bogotá. Es más un circuito de tipo de festival donde algunos encajaban y otros no, pero luego musicalmente no tienen nada que ver. Lo que se ha denominado indie es el nuevo pop rock español, donde antes metían a Hombres G, Gabinete Caligari, Duncan Dhu, Danza Invisible, Radio Futura, que no tenían nada que ver los unos con los otros. Con el indie pasa lo mismo, le han puesto un nuevo nombre al pop rock español de toda la vida. Porque la radio empezó a poner lo que pone y ya no sonaban ahí. Entonces se llama indie porque es alternativo a la radio, pero muchos de ellos llevan en multinacionales desde que han empezado, con lo cual indie mis cojones. Indie es Vetusta Morla a nivel conceptual, porque lo han hecho todo ellos con su discográfica. Pero hay otros que de indie no tienen nada, han estado con el soporte de una multinacional poniendo dinero para que les vaya bien. Y no lo digo como algo malo, sino que realmente no sé lo que es el indie, no sé qué incluye ese concepto.
Se nos respeta muchísimo más ahora que cuando empezamos
Pablo Alonso (Pignoise)
P.- ¿Os sentís más cómodos ahora que cuando empezasteis?
P.A: Creo que a nosotros se nos respeta muchísimo más ahora que cuando empezamos, y nos lo hemos ganado con credibilidad y conciertos, compartiendo escenario con Los Planetas, con Sexy Zebras, con un montón de gente y viendo que no desentonamos, que el público puede cantar tu canción exactamente igual que se canta Un buen día de Los Planetas. Yo me siento mucho más cómodo ahora, ir a un festival, compartir escenario con un grupo súper punki como Lehendakari Muertos y que esté la gente cantando sus canciones y después las de Pignoise. Antes, si escuchabas punk rock solamente escuchabas punk rock, si escuchabas flamenco solamente escuchabas flamenco. Los festis han traído un poco de apertura a la mente de la gente. Ahora la gente puede escuchar una canción de Blink-182 y después una de Rosalía. Mi hija hace eso, escucha a Rosalía y le encanta Nirvana.
Pregunta.- Estáis de celebración por el 20 aniversario, pero también vais a sacar un nuevo disco, otro motivo más para celebrar.
A.B: Sí, de hecho nosotros siempre hemos sido más de mirar hacia adelante que mirar hacia atrás, pero bueno 20 años no se hacen todos los días y había que celebrarlo. Aun así, la parte que más me gusta de este trabajo es seguir haciendo música. Soy consciente de que a medida que Pignoise siga vivo hay algunas algunas canciones que vamos a tener que tocar siempre: Te entiendo, Nada que perder, Estoy enfermo, Todo me da igual... Pero mi horizonte musical siempre es hacer nuevas canciones y que sea lo mejor que he hecho para Pignoise en ese momento.
Pregunta.- Ahora viene una gira de salas que va a ser muy especial, precisamente por ese 20 aniversario, ¿cómo va a ser?
A.B: Empezamos en Zaragoza a finales de noviembre, dos días después en el Sant Jordi Club, que es el aforo más grande que hemos hecho en Barcelona nosotros solos, y estamos con muchas ganas, porque vamos a tocar temas que hace mucho tiempo que no tocamos. Vamos a recuperar canciones de todos los discos, hasta del primero, que lo consideramos una maqueta más pero hay que honrarlo también como merece. Vamos a hacer shows más largos de lo que es habitual en nosotros como algo puntual, porque después de estos 20 conciertos que acaban en el WiZink, empezaremos a presentar el disco nuevo, que saldrá justo después y va a haber muchas canciones con las que pasarán muchos años hasta que las volvamos a tocar. Va a ser un momento único para que los fans muy cafeteros escuchen canciones que escucharon hace 15 años, cuando estábamos presentando aquellos discos, pero que nunca más se han vuelto a tocar.
Llenar un Wizink no era una ambición pero te da otro estatus
Álvaro Benito (Pignoise)
Pregunta.- ¿Cómo estáis preparando ese fin de gira en el Wizink? Te he oído decir que será un punto de inflexión en vuestra carrera.
A.B: Es lo típico de cuando te preguntan qué sueños te quedan por cumplir, nosotros nunca habíamos dicho que llenar un Wizink fuese uno de ellos. Obviamente es muy especial porque va a ser el primero, pero no era una ambición. Sí creo que te da otro estatus y también te das cuenta de que las canciones se han quedado. Ahora es cuando después de tantos años puedes comprobar en qué lugar está el grupo, ya no solo mirar tanto hacia adelante, sino ver dónde estás y qué ha pasado. Porque, que haya pasado tanto tiempo y que tu público ya abarque gente desde los 50 hasta los 16, que es lo que ves en nuestros conciertos, ya es un indicativo de que el grupo se va a quedar. Que haciendo las cosas bien, sacando buenos discos, el grupo se va a quedar. Esto te hace sentir una percepción real del significado que han tenido estos 20 años y lo que queda por venir.
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