Es frecuente oírlo, pero por primera vez ahora lo confirma un estudio científico. Las personas bilingües son mejores aprendiendo idiomas que quienes solo hablan una lengua.

El estudio que lo confirma, realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (Washington, EEUU), ha analizado el comportamiento de los cerebros de personas bilingües y monolingües. Su conclusión ha sido clara: quienes alcanzan el bilingüismo a una edad temprana son mejores aprendiendo idiomas después.

los bilingües se apoyan más en los procesos cerebrales que se usan naturalmente en la lengua nativa”

“La diferencia se ve en sus cerebros. Cuando están aprendiendo un nuevo idioma, los bilingües se apoyan más en los procesos cerebrales que se usan naturalmente en la lengua nativa”, ha dicho el investigador senior del estudio Michael T. Ullman, profesor de Neurociencia en la Universidad de Georgetown.

El experimento, con una lengua artificial

El estudio, que se ha publicado en la revista Bilingüismo: lenguaje y cognición, analizó a 29 estudiantes, 13 de ellos bilingües en mandarín e inglés y 16 estudiantes que sólo hablaban inglés. Los investigadores eligieron estos dos idiomas por ser diferentes del nuevo lenguaje que se iba a aprender, una versión artificial de una lengua romance – brocanto2-. Se eligió un idioma artificial para poder controlar completamente la exposición de los estudiantes al idioma.

Los dos grupos recibieron clases de Brocanto durante una semana. Al inicio y al final del curso, los estudiantes fueron examinados a través de electroencefalogramas en el cuero cabelludo mientras escuchaban el idioma. Así, se capturó la actividad de sus ondas cerebrales mientras procesaban el lenguaje.

Se eligió un idioma artificial para controlar completamente la exposición de los estudiantes a la lengua

Así, encontraron claras diferencias. Al final del primer día, los cerebros bilingües presentaban un modelo de ondas similar al de las personas que procesan su lenguaje nativo. Por el contrario, quienes solo hablaban un idioma solo presentaron esas ondas mucho después. Además, los monolingües presentaron otro tipo de ondas que no se encuentran en los cerebros de los hablantes nativos.

La autora principal del estudio, Sarah Grey, profesora asistente en el departamento de lenguas modernas de la niversidad de Fordham, ha asegurado que los bilingües “parecen aprender el nuevo idioma más rápido que los demás”.“Ha habido mucho debate sobre el valor de la educación bilingüe”, ha dicho Grey, “con este estudio basado en el comportamiento cerebral nos ofrece un nuevo beneficio para la gente que crece bilingüe”.

Nueve verdades sobre el bilingüismo

Debido a que en ocasiones se ha dudado sobre la idoneidad o no de fomentar la educación bilingüe, las expertas Erika Hoff (profesora de psicología del desarrollo en la Universidad de Florida) y Cynthia Core (profesora asociada del departamento de Lenguaje de la Universidad de Georgetown) elaboraron una lista con nueve hechos contrastados sobre el bilingüismo. Estas son sus conclusiones principales:

  1. Los niños pueden aprender dos lenguas a la vez, no les produce confusión.
  2. No es necesario separar las lenguas en la experiencia cotidiana del niño (los padres pueden utilizar ambas lenguas).
  3. Los niños que aprenden dos lenguas a la vez necesitan un poco más de tiempo para adquirir las competencias, por ejemplo, de vocabulario y gramática que quienes aprenden una solamente.
  4. La lengua dominante del niño bilingüe no es equivalente a la lengua de que solo habla una, porque su nivel de exposición a la misma es menor.
  5. Medir el vocabulario total entre las dos lenguas del niño bilingüe es el mejor indicador de su capacidad de aprendizaje.
  6. Los niños bilingües pueden tener diferentes fortalezas en cada lengua.
  7. La cantidad y la calidad del lenguaje al que está expuesto el niño bilingüe determinan su ritmo de aprendizaje de cada lengua.
  8. Los padres inmigrantes deben ser animados a seguir hablando sus lenguas nativas a sus hijos.
  9. Existe una gran variedad en los entornos bilingües de cada niño por lo que cada experiencia de aprendizaje es diferente.