La Administración de Alimientación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha anunciado este sábado que autoriza por la vía de emergencia la realización de pruebas con un antígeno, el primero, elaborado por la empresa Quidel.

Estas pruebas de antígenos se sumarían a las pruebas de reacción en cadena de polimerasa (PCR) y a las pruebas de anticuerpos que se utilizan actualmente y su principal ventaja es que el resultado se conoce en cuestión de minutos.

"La Administración de Alimientación y Medicamentos de Estados Unidos ha emitido la prijmera autorización de emergencia para una prueba de antígenos de Covid-19, una nueva categoría de pruebas para utilizar en la pandemia actual", ha explicado el organismo en un comunicado.

"Estas pruebas de diagnóstico detectan rápidamente fragmentos de proteínas hallados en el virus con muestras recogidas de la cavidad nasal utilizando bastoncillos", ha añadido.

Expertos sanitarios y políticos han señalado que hacer pruebas es clave para la reapertura del país, pero han advertido de que las pruebas actualmente disponibles son insuficientes. Incluso se ha señalado que Estados Unidos debería hacer al menos cuatro millones de pruebas a la semana.

"Una de las principales ventagas de la prueba de antígenos es su rapidez, ya que el resultado puede estar en minutos", ha explicado la FDA. "Los positivos son muy exactos, pero hay una mayor probabilidad de falsos netgativos, así que los negativos no suponen descartar el contagio", ha añadido.

Además estas pruebas son más baratas y fáciles de producir por la simpleza de su diseño. "Las pruebas de antígenos son importantes en la respuesta al Covid-19 porque se pueden fabricar en general por un coste menor que las pruebas PCR y una vez entren en el mercado varios fabricantes pueden permitir hacer millones de pruebas al día a los estadounidenses", ha explicado la agencia.

Quidel ha puesto ya 36.000 pruebas en hospitales, servicios de urgencia y consultas de todo el país. "Estamos incrementando la fabricación para pasar de los 200.000 tests de la semana que viene a más de un millón por semana en cuestión de semanas", ha explicado el director ejecutivo de Quidel, Douglas Bryant, en declaraciones a 'The Journal'.