La Comunidad de Madrid ha notificado este viernes 1.935 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas y confirma una fuerte tendencia a la baja apreciable durante toda la semana. El Ejecutivo regional ha anunciado hoy que, de continuar esa tendencia, el próximo jueves el toque de queda volverá a establecerse a las 23.00 horas, en lugar de las 22.00 en el que está actualmente.

Los contagios de este viernes son menos que los del día anterior (2.329), pero especialmente son menos que los del viernes pasado, cuando se notificaron 3.053 casos en 24 horas. Supone una caída del 36,6% intersemanal que confirma que Madrid consolida su tercera semana de bajada pronunciada tras alcanzar el pico de contagios de la tercera ola alrededor del 19 de enero, cuando se produjeron más de 7.700 contagios en la comunidad en un solo día.

El dato es sólido y se corresponde con la bajada que se aprecia en los contagios totales -que incluyen a los que se notifican con retraso. La variación de ese dato este viernes (2.555) respecto al viernes pasado (4.150) desvela una caída en la transmisión del 38,43%.

Esa curva se ha comenzado a torcer también en los hospitales, que este viernes presentan una nueva bajada de ocupación y liberan 124 camas. Actualmente hay 3.475 pacientes hospitalizados en planta y 690 en UCI. Ambos datos son todavía superiores a los que se alcanzaron en el pico de la segunda ola, pero también muestran bajadas considerables.

El ritmo de las UCI en Madrid

En cuanto a las hospitalizaciones en planta, éstas se han reducido un 14,4% en Madrid en los últimos siete días desde el viernes pasado, cuando había 4.060 ingresados. Esa bajada es más modesta en las UCI, de un 3,76% intersemanal, aunque esa bajada siempre tarda más en llegar y su tendencia ya comienza a apuntar en esa dirección.

La última curva en bajar volverá a ser la de los fallecidos, a la que este viernes se han sumado otras 54 víctimas del virus. Durante esta tercera ola los números han vuelto a superar los más de 70 muertos diarios, lastrados por unas UCI que no se llegaron a vaciar tras la segunda ola, cuando apenas se rozaron los 500 críticos al mismo tiempo, casi 200 menos que en esta ocasión.

Pese a ese menor nivel de ocupación, los datos en las UCI tardaron casi dos meses y medio en reducirse a la mitad, y nunca llegaron a bajar por debajo de 200. Cabe tener en cuenta que, en la segunda ola, tanto los hospitalizados en planta como los ingresados en UCI partían prácticamente de cero tras un verano con muy poca transmisión del virus.

Todos los datos palidecen comparados con los de la primera ola, cuando se llegaron a juntar en los hospitales de Madrid casi 14.000 pacientes de coronavirus en planta y más de 1.500 en las UCI durante los meses de marzo y de abril.