Las comidas que se toman durante el mes de diciembre suelen reunir platos contundentes, horarios muy extensos y postres muy abundantes. El resultado es una digestión pesada, la sensación de hinchazón, los gases y la sensación general de malestar que nos resta energía. En esta situación, afrontar una infusión simple y accesible se convierte en una forma de ayudar a restablecer el equilibrio digestivo tras los excesos propios de estas fechas tan emblemáticas.

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Té de menta y digestión

La menta también es conocida por sus propiedades como digestivo, y los componentes del té de menta actúan sobre los músculos del estómago y del intestino, haciendo que disminuyan los espasmos, se reduzcan las pesadeces de estómago y los dolores abdominales y, al mismo tiempo, se facilite la llegada de los alimentos al estómago y el intestino sin provocar la sensación de obturación que puede ocurrir al alimentarnos con una comida muy abundante.

A su vez, su efecto refrescante garantiza, en cualquier caso, un efecto inmediato de bienestar. El organismo agradece este estímulo que logra restaurar la normalidad en la digestión sin tener que aplicar métodos más drásticos.

Los efectos tras las comidas

El hecho de tomar esta infusión favorece la salida de los gases acumulados, algo que suele ocurrir tras las comilonas de este mes. Al relajar el tracto digestivo, el organismo gestiona correctamente el tránsito intestinal y aumenta la capacidad de expulsión del aire, fenómeno que hace que persista una sensación de ligereza incluso a los pocos minutos de tomarla, a pesar de haber realizado comidas abundantes.

Cuándo beber el té

Una buena manera de iniciar la digestión de una comida abundante es a través del consumo de una taza de té de menta al finalizar dicha comida. Recuerda que en la época de decembrina, cuando podemos alargar la sobremesa durante un buen rato, esta infusión encaja a la perfección como cierre de la comida y además le proporciona frescor y pausa al organismo.

Funciona perfectamente como una ayuda digestiva incluso después de cenas abundantes, pero sobre todo cuando el cuerpo ya necesita entrar en relax antes de la noche.

Cantidad recomendada

Tomar una cantidad moderada es suficiente para percibir los efectos positivos. Consumir entre una y tres tazas de esta infusión al día, supone un buen recurso para hacer la digestión durante las diferentes celebraciones. Mantener esta costumbre varios días consecutivos va reduciendo las molestias de los días de fiesta y nos permite disfrutar mejor de la celebración desde un punto de vista físico y digestivo.

Precauciones en casos concretos

A pesar de las numerosas ventajas del té de menta, lo cierto es que no todo el mundo lo asimila de la misma manera. Así, en caso de padecer un reflujo ácido importante, su ingesta puede agravar la sensación de ardor, dado que relaja una cierta musculatura del esófago. En estos casos, sería conveniente tomar menos cantidades o bien no hacerlo en horarios próximos a la noche. Escuchar las señales del cuerpo ayuda a ajustar su consumo de forma responsable.

Una opción ligera

En Navidad las bebidas tradicionales suelen incluir azúcares añadidos o bebidas alcohólicas que pueden dificultar la digestión, sentirse pesados al final de la comida. Pero el té de menta es una opción más ligera y funcional ya que proporciona hidratación y ayuda a la digestión y no a esa sensación de pesadez.

El té de menta, considerado el gran aliado para mitigar las copiosas comidas navideñas, va extendiendo su popularidad debido a sus efectos relajantes y digestivos. Por ello se recomienda incluirlo en la rutina diaria alrededor del periodo de las fiestas, ya que ello puede contribuir a eliminar la sensación de hinchazón, a poder así lograr una mejor tranquilidad intestinal y llevar las fiestas con una sensación de equilibrio y bienestar.

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