Casi todos recordamos cómo aprendimos a montar en bici, ¡ese día histórico que cambió vuestra vida! A algunos nos costó un poco más, pero a casi todos nos ayudaron nuestros padres, ¡qué paciencia! Al principio, mantenerse sobre la bici era lo más difícil. Era imposible no caerse porque había que pensar en muchas cosas a la vez: mirar adelante, mantener el control, no chocar, ¡y saber parar! Pero ¡qué alegría dar dos pedaladas seguidas!

Si estáis pensando en comprar una bicicleta para vuestros hijos o en regalarla, aquí tenéis algunos consejos sencillos y prácticos. Os ayudarán a enseñarles a montar en bici de forma natural, progresiva, sin estrés, sin miedo, de forma divertida y gratificante.

Imaginarium propone que aprendan a andar en bici sin ruedines o palos de agarre, sin correr detrás de ellos o romperse la espalda sujetando el sillín, sin lloros y sin nervios. ¿Cómo? Empezando desde el principio a dominar el equilibrio, veréis que es fácil y sobre todo, que les hará mucho más felices.

  1. Empezar pronto, hacia el año o año y medio

Hay que introducir pronto a los niños en el mundo de los vehículos con ruedas, cuanto antes mejor. Al aprender a andar ya pueden montarlos y empujarlos con los pies. Eso sí, respetando sus intereses y su desarrollo motor. Observando cómo interactúan con ellos, si les llaman la atención, si los piden y si los disfrutan.

  1. Favorecer entornos seguros para que se muevan con libertad

Favorecer entornos seguros no consiste en eliminar todos los obstáculos, sino ofrecerles la oportunidad de enfrentarse a alguna dificultad. Si les ofrecemos nuevos retos, podrán explorar sus límites y superarlos, ganando confianza y motivación.

  1. Adquirir el equilibrio sobre dos ruedas

Hacia los dos años pueden aprender a andar en patinete de tres ruedas o montar una pequeña bici o moto de juguete de ruedas anchas. Adquirir el equilibrio de forma progresiva es ir superando cada etapa con alegría, sin miedo, simplemente jugando. Con nuestro apoyo, observando su evolución y aplaudiendo sus logros, ganarán autonomía, confianza y seguridad.

  1. Montar bicicletas sin pedales o bicicletas evolutivas

A partir de los dos años y medio o tres años pueden empezar a montar bicicletas sin pedales o bicicletas evolutivas (a las que se pueden poner pedales después). Este es el paso fundamental para montar después en bicis de pedales. Las ruedas y el manillar de las bicicletas de aprendizaje son iguales que las normales, así empiezan a familiarizarse con ellas.

  1. Encontrar el momento perfecto para la bici con pedales

Cuando ya domina el equilibrio y la dirección, sabe subir y bajar de la bici, ha aprendido a utilizar el freno y controla el vehículo con naturalidad, ¡está preparado! Si en este momento, te pide la bici, ¡aprovecha! No necesita superar ninguna difícil prueba ni pasar ningún mal rato. Todo es mucho más fácil y gratificante.

  1. No debemos forzar

Sino favorecer el aprendizaje porque cada niño lleva su ritmo. Observando su interés, su desarrollo físico y motor, sabremos cuándo introducir cada vehículo. Si está preparado incluso lo pedirá. A veces, queremos que aprendan antes de saber si de verdad les interesa o si realmente están preparados.

  1. Estudiar bien el tamaño más adecuado

A la hora de elegir una bicicleta infantil, es fundamental que el tamaño sea el adecuado a la altura del niño. Es un error comprar una bicicleta un poco mayor para que le sirva durante más tiempo. El niño debe poder sentarse en el sillín y apoyar los pies totalmente en el suelo y, el manillar, no debe quedar por encima de los hombros.

  1. Llevar siempre equipo de protección

Hay que llevar un equipo de protección adecuado. Enséñale la importancia de llevar casco. Seguro que le encanta porque le hará sentirse mayor. Debe ser un casco de bicicleta de su talla. Hay que llevarlo siempre bien colocado y atado. Las coderas y rodilleras también son aconsejables. Igual que las luces y los elementos reflectantes.

  1. Celébralo, dale un abrazo, prémiale, ¡se lo merece!

Por último, felicítale siempre que supera un nuevo reto. El reto montar en bicicleta de pedales es muy especial. Haciéndolo así, aprendiendo poco a poco, lo ha conseguido prácticamente solo, ¡es mágico!