La escalada de contagios entre el personal sanitario es uno de los puntos críticos de la crisis del coronavirus. Ellos copan, según los últimos datos, el 15% de las infecciones y en muchas unidades asistenciales - también en centros sociosanitarios - cada vez hay más dificultades para contar con el personal necesario para atender a la creciente demanda.

Ante esta situación, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), que aúna a los responsables de la realización de pruebas diagnósticas, han emitido una recomendación en la que apuestan por una forma distinta de dar el alta a los médicos. Los Sistemas de Salud pueden determinar que las normas establecidas para dar de alta a un paciente (doble PCR con diferencia de 24 horas en la muestra) " no pueden seguirse en el ámbito sanitario debido a la necesidad de mitigar la escasez de personal sanitario", dice esta nueva recomendación.

Además, los microbiólogos hacen referencia a estudios que han encontrado ARN del virus (el que detecta la prueba PCR) en períodos de más de 15 días en muestras respiratorias y un mes en heces, lo que les "hace plantear si realmente la estrategia de dos PCR negativas" es adecuada. Los microbiólogos recuerdan que la PCR detecta material genético del virus "no necesariamente infeccioso" y hace referencia a otro estudio en que la carga viral detectada a partir del día ocho no era significativa, lo que "sugiere una reducción del riesgo infeccioso de los pacientes en relación al tiempo de evolución de la enfermedad".

Así, apuestan por la "estrategia no basada en pruebas" y siguen la recomendación del CDC Estadounidense (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades), que fija en tres días sin síntomas (entendida como la resolución de la fiebre sin el uso de medicamentos para reducirla y la mejora de los síntomas respiratorios, como tos y disnea).

La Seimc toma como referencia esa fórmula pero la aumenta a cinco días libres de síntomas y, además, establecen una serie de recomendaciones para los médicos que se incorporen al trabajo: el uso de mascarilla hasta 14 días después del inicio de la enfermedad o hasta que los síntomas se hayan resuelto por completo (si duran más allá), una estricta higiene respiratoria y de manos, el autocontrol de los síntomas y la reevaluación si reaparecen y restringir el contacto con pacientes gravemente inmunocomprometidos (por ejemplo, trasplante, hemato-oncología) hasta 14 días después la finalización de la sintomatología.

Para confirmar esa ausencia de síntomas, la Seimc recomienta, "si fuera posible", una prueba en sangre "para determinar 'infección pasada' o inmunización", concluye el documento.