Algunos niños no quieren salir a la calle ahora que se puede. El confinamiento también ha pasado factura a muchos pequeños, que han sufrido desde pesadillas a falta de apetito durante estas largas semanas. Lucía Galán, más conocida como Lucía, mi pediatra, afirma que en su consulta está viendo a muchos niños "con miedos inusuales para su edad, miedo a determinados temas que no les corresponden".

Unos temores que "en la inmensa mayoría de esos niños es el reflejo del miedo del padre o de la madre. Son padres que han desarrollado mucho miedo a salir, miedo al contagio, a la enfermedad y que sin darse cuenta lo han proyectado en sus hijos". "Los niños lo escuchan todo", dice la pediatra, "creemos que no pero se enteran y ese comentario que hacen de que les da miedo salir o de la muerte no es más que la punta del iceberg de lo que el niño se ha montado en su cabeza. Hay que estar atentos a sus miedos".

Por eso cree Galán que ha llegado el momento de que los padres comiencen a normalizar la situación y volver poco a poco a la vida normal: "Hay muchos niños que se han acomodado, ahora hay que favorecer que salgan todos los niños, aunque no quieran, hay padres que ahora creen que por protegerles hay que dejarles en casa. Tienen que recuperar su vida, si no esos miedos pueden crecer y será más difícil tratarlos".

Las del coronavirus son solo algunas de las dudas que los padres preguntan a Galán, en su consulta y en las redes sociales, donde es una de las pediatras más activas y reconocidas. En el mundo digital, asegura que "tiene una cruzada personal contra los bulos sobre salud", que quiere combatir también a través de recién publicado El gran libro de Lucía, mi pediatra.

A través de casi 700 páginas, Galán recoge decenas de enfermedades y situaciones a las que se enfrentan padres y madres desde el embarazo hasta la adolescencia. Del chupete a la otitis y de los genitales a las convulsiones o los atragantamientos o la sexualidad. Un libro de consulta para unos padres, cree Lucía, "más desinformados que nunca". "Los padres vienen muy leídos y estudiados pero con mucha inseguridad, llenos de dudas... Hay más información que nunca pero de demasiadas fuentes donde es muy difícil discernir si son fiables. Prácticamente de lo que busques vas a encontrar teorías opuestas", explica la pediatra.

Su libro es un manual para los padres de hoy, que tienen "mucha autoexigencia", algo a lo que Galán incide, hay que ponerle solución: "Nos hemos puesto el listón muy alto, la situación laboral de cada uno no nos lo pone fácil, conciliar es muy difícil, yo he asumido hace mucho tiempo que no llego a todo y me niego a sentirme culpable cada mañana. Llego a lo que puedo e intento llegar bien, y lo que no al día siguiente o al siguiente".

Así, Galán sonríe al comentar los sentimientos de muchos padres que durante el confinamiento han dejado la tablet o el móvil algo más tiempo del recomendado a sus hijos o han terminado cansados de las manualidades a las que con tanto ímpetu se entregaron al principio de la cuarentena. "Todos empezamos con la energía de jugar a juegos de mesa, las manualidades, la repostería... Toda España empezó así pero a medida que iban pasando las semanas, los padres teníamos que seguir trabajando y había dificultades para conciliar. Ha sido una situación excepcional y los padres tienen que estar tranquilos. Justamente la tecnología nos ha facilitado mucho la vida a las familias cuando la prioridad era que nos quedáramos en casa. Había que hacer todo lo necesario para proteger a los más débiles. Ahora ya quizás es el momento de intentar poco a poco volver a la normalidad".

Sus mensajes y consejos, siempre positivos, los siguen más de 600.000 personas en las distintas redes sociales y también a través de sus libros y cuentos, de los que El gran libro de Lucía, mi pediatra es ya el sexto. "Es un libro de mesita de noche, donde encontrar certezas en medio de tanta infoxicación".