Una investigación publicada por la revista Jama Pedriatics sostiene que los niños pueden seguir siendo un foco de contagio del coronavirus incluso tres semanas después de haberse contagiado. Este hecho se daría aun no habiendo desarrollado síntomas o también días después de haberlos tenido.

La publicación médica llega a estas conclusiones tras un estudio que han hecho a 91 personas en 22 centros hospitalarios en Corea del Sur. Según indican el virus en los menores fue detectable durante un promedio de dos semanas y media desde que se produjo el contagio.

Según explica la jefa de Enfermedades Infecciosas en el Children's National Hospital y coautora del artículo de opinión, la doctora Roberta L. DeBiasi, en Corea del Sur a diferencia del sistema estadounidense aquellos que dan positivo por Covid-19 tienen que permanecer en el hospital hasta que hasta desaparezcan las infecciones, aun siendo asintomásticos.

Junto con el artículo varios médicos del Children's National Hospital (Estados Unidos) sostenían que «un positivo o un negativo cualitativo en las pruebas no refleja necesariamente la infectividad, ya que algunos positivos implican fragmentos de material genético que podrían no enfermar a alguien» o del modo contrario cuando «un negativo podría significar niveles bajos de virus que aún pueden ser infecciosos».

La doctora Roberta L. Debiasi también sostiene que «las pruebas sólo para virus activos en lugar de anticuerpos ignoran la gran cantidad de personas que pueden haber tenido y haberse curado tras una infección asintomática o leve, un factor importante para comprender la inmunidad colectiva».

 Tanto DeBiasi como su compañera Meghan Delaney, jefa de Patología y Medicina de Laboratorio, afirman que no hay conocimiento del papel que desempeñan en el contagio del virus algunos fluidos corporales, entre ellos las heces. En el estudio solo se evaluó la diseminación viral del tracto respiratorio.

La doctora DeBiasi recalca la importancia de proseguir con los estudios para ver como afecta la enfermedad sobre todo en menores. Debiasi declara que «Cada una de estas piezas de información que nosotros, nuestros colaboradores y otros científicos de todo el mundo estamos trabajando para recopilar es fundamental para desarrollar políticas que ralentizarán la tasa de transmisión viral en nuestra comunidad», concluye la doctora DeBiasi.