Salud

El 8,7% de los niños españoles está obeso: "La prevención empieza en el embarazo"

La Fundación Española del Corazón presenta los datos de la Encuesta de Salud (ESFEC) en población infantojuvenil que refleja que el 29,2% tiene más peso del considerado saludable.

La denuncia se basa en un estudio de la OMS y el Imperial College de Londres con 130 millones de niños.

La obesidad infantil y juvenil se ha multiplicado por 10 en las últimas cuatro décadas. EP

Desde el año 2000, la prevalencia del sobrepeso y obesidad en los niños ha disminuido ligeramente, en torno al 1%, pero sigue siendo elevada y a nivel global es 10 veces mayor que hace cuatro décadas. El 29,2% de los niños españoles entre 1 y 5 años está por encima del peso saludable, el 20,5% tiene sobrepeso y un 8,7% sufre obesidad. Son las conclusiones de la Encuesta de Salud (ESFEC) en población infantojuvenil que acaba de presentar la Fundación Española del Corazón (FEC).

La obesidad afecta casi al doble de chicos (11,6%) que a las chicas (5,9%) y el sobrepeso es más frecuente en ellas (23,7%) que en ellos (17,4%). La situación es peor en los niños menores de 10 años - 20,6% de sobrepeso y 11,6% de obesidad - que en los de entre 10 y 15 años - 20,3% y 5,2% respectivamente-.

La encuesta se ha presentado con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular y el presidente de la FEC ha recordado la relación entre el peso y el riesgo. "Cada año se producen unas 120.000 muertes por enfermedades cardiovasculares, es la primera causa global de mortalidad y además tiene un enorme impacto en morbilidad y costes sociales", ha subrayado Andrés Íñiguez.

El trabajo de la FEC arroja, a través de las 410 encuestas realizadas, que solo el 6,9% de los niños españoles tiene una alta adherencia a la dieta mediterránea y que en el 39,1% el seguimiento de estos hábitos de alimentación es bajo.

Desde la FEC han querido incidir en el impacto del sobrepeso y obesidad infantiles en la salud cardiovascular, la diabetes, los problemas cardiovasculares o la propia persistencia del problema durante toda la vida cuando se inicia en la infancia.

Evitar el sobrepeso y la obesidad tiene un impacto en la salud cardiovascular pero también en otros planos de la vida. La baja autoestima y la imagen corporal negativa pueden desembocar depresión en estos niños. La estigmatización, el acoso escolar o la discriminación y el aislamiento son otros de los factores asociados al sobrepeso. "La obesidad desde edades tempranas es una mochila que el niño lleva muchísimos años e impacta en su vida", ha subrayado Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y miembro del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Corazón (FEC), quien ha presentado el estudio.

Evitar el sobrepeso y la obesidad empieza incluso antes del nacimiento. "La prevención empieza en el embarazo", ha asegurado Aranceta, "en esto que se llama programación metabólica hay un episodio crítico". "Después hay apetencias alimentarias que recuerdan al modelo alimentario de la madre y por tanto desde ese kilómetro cero hay que empezar a pensar en salud y alimentación saludable", ha añadido.

La encuesta refleja que los padres creen que el estado de salud de sus hijos es bueno o muy bueno en el 97% de los casos, algo que para Íñiguez contrasta con los datos. "Me preocupa la disociación entre la percepción de la salud cardiovascular y la presencia de factores de riesgo". En palabras de Aranceta, "puede ser más un deseo que una realidad y falta de capacidad para detectar la realidad".

La obesidad y el sobrepeso se relacionan con hábitos que marcan claramente unos riesgos. Uno de ellos es el uso de pantallas. El 70% de los niños con obesidad las ven más de dos horas al día los fines de semana y lo mismo ocurre con el 68,6% de los que padecen sobrepeso. Sin embargo, solo el 3,3% de los niños obesos dicen que no las ven, un porcentaje del 10% entre los que tienen obesidad.

En general, el estudio refleja que tres de cada cuatro niños usa las pantallas más de dos horas diarias el fin de semana, "una línea que no habría que pasar", ha incidido Aranceta.

Todos estos factores que han empeorado la alimentación y los hábitos infantiles en los últimos años han hecho ya que desde hace tiempo se maneje una cifra. "Esta va a ser la primera generación que viva menos que sus padres, lo que puede significar seis u ocho años de menor esperanza de vida. Y me preocupa no solo que vayan a vivir menso desde el punto de vista cuantitativo sino cualitativo", ha incidido Aranceta.

No obstante las cifras de obesidad han mejorado un punto porcentual desde el año 2000 y así lo ha valorado Aranceta: "La cosa va mejorando un poco respecto al año 2000, sobre todo en niñas. Y esto nos va acercando a unas cifras menores que en Italia o Grecia. Porque en el sur de Europa tenemos dieta mediterránea, probablemente comemos mejor, pero nos movemos menos. España está ahora más o menos en la media europea".

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