El aceite de oliva virgen extra es un componente que forma parte de las bases de la dieta mediterránea, apreciado tanto por su sabor como por sus múltiples beneficios para la salud, que se ha convertido en uno de los productos naturales más apreciados de la dieta mediterránea. Con todo, pese a sus virtudes, el consumo de este alimento debe ser moderado.

¿Cuánta cantidad de aceite de oliva se debe tomar al día?

El aceite de oliva virgen extra se presenta como una alternativa de grasa saludable, aunque tiene el inconveniente de ser calórico. Sin embargo, para que este aceite pueda desempeñar sus efectos positivos sin añadir calorías innecesarias, los expertos concuerdan en que la dosis razonable está en torno a los 40 mililitros diarios, lo que supone unas 3 o 4 cucharadas soperas. Su consumo, preferiblemente en crudo, favorece obtener su riqueza en antioxidantes, como los polifenoles, sin desajustar la dieta.

El mínimo recomendado para efectos saludables

Con el fin de poder contribuir de la manera activa en la protección del organismo el aceite de oliva debe de ser consumido un mínimo de 20 gramos por día, y esto lo circunscribe a una cantidad mínima que permita que los polifenoles, como son los compuestos antioxidantes naturales, protejan los lípidos de la sangre frente al deterioro por la oxidación, será suficiente. La clave está en alcanzar esa cifra con un aceite de calidad (aceite virgen extra).

Beneficios del aceite de oliva para tu salud

El uso frecuente y en la cantidad justa del aceite de oliva virgen extra ayuda a disminuir el colesterol LDL, reduciendo así el colesterol malo, y a incrementar el HDL, es decir, el colesterol bueno, protegiendo así tu corazón. El aceite de oliva virgen extra también ayuda a mantener las arterias sanas gracias a su contenido en ácidos grasos, como el ácido oleico, y en antioxidantes que contribuyen a disminuir la presión arterial.

Más defensas y mejor digestión

Este oro líquido también potencia el sistema inmunitario de forma natural gracias a su riqueza en antioxidantes y vitaminas. A nivel del aparato digestivo, mejora la función intestinal y previene el estreñimiento y favorece la asimilación de nutrientes. Por eso, incluirlo en tus platos de comidas diarias, en su justa medida, puede ser para tu salud.

Cómo elegir el mejor aceite de oliva virgen extra

El aceite de oliva virgen extra de cosecha temprana es la variedad que se obtiene de aceitunas que se recogen en el punto óptimo, el cual coincide con un alto contenido en polifenoles. Esta circunstancia acaba por ser esa mayor propiedad antioxidante, a la vez que un sabor más complejo que las de los aceites a partir de aceitunas recogidas en otros estados de maduración. Finalmente, aunque suele tener un precio más alto, también suele tener mayor calidad.

Fíjate en el etiquetado y el origen

Un buen aceite de oliva virgen o un aceite de oliva virgen extra, el cual se debe especificar siempre la categoría o tipo y el origen, y es preferible que indique que es el resultado de un procedimiento mecánico de la aceituna en frío. Un intenso color verdoso, o un perfume de hierba fresca o un punto de tomatera, también son características de un producto sin refinar, auténtico. Si eliges bien, una vez más, tendrás los beneficios de la elección sin sorpresas.

Por tanto, el aceite virgen extra es un alimento funcional, sabroso y saludable, siempre y cuando no se convierta en un abuso. Aproximadamente 3 a 4 cucharadas al día serán suficientes para mejorar tu salud cardiovascular, digestiva e inmunológica. Apúntate a variedades de buena calidad, idealmente de cosechas jóvenes, y empieza a ver cómo ese ingrediente fundamental que transforma tus alimentos y tu salud.