El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha presentado este martes en el Congreso de los Diputados el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 y ha pedido de antemano su apoyo a los Grupos Parlamentarios, consciente de que su negociación será difícil al estar el Gobierno en minoría.

Durante la foto oficial un detalle diferencial ya saltaba a la vista. En el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso posaban junto a Montoro la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, y el presidente de la Comisión de Presupuestos, Francisco de la Torre.

Este último, uno de los ideólogos económicos de Ciudadanos, se colaba en la foto después de que su grupo decidiera apoyar los Presupuestos in extremis la pasada semana. Se trata de una imagen que recuerda que la tramitación de estos Presupuestos será diferente.

Por ello, Montoro, como si ya estuviera defendiendo el proyecto en el debate a la totalidad del próximo 4 de mayo, ha enarbolado en rueda de prensa dos grandes argumentos para sostener las cuentas. El primero ha sido el de los resultados.

Según ha dicho, el Presupuesto presentado, que marcará la política fiscal de este año, da continuación a la orientación económica que ha logrado iniciar la recuperación del empleo y que llevará, según sus previsiones, a crear más de medio millón de puestos de trabajo este año.

Pero además, ha recordado que, de cumplirse el presupuesto de ingresos y gastos, el déficit público se reducirá hasta el 3,1% del PIB, “la puerta de salida” del procedimiento de déficit excesivo de Bruselas. Y es que, una vez que este saldo se reduzca por debajo del 3% del PIB, la vigilancia de la UE, tras años de austeridad y recortes, se debería relajar.

Un tercer argumento ha estado implícito en las palabras del ministro de Hacienda. Estos Presupuestos de 2017 son “el enlace” de los de 2018, por lo que el apoyo a estas cuentas supondría una forma de allanar el camino a los que vienen. “Tenemos que verlo en perspectiva”, ha dicho.

Las grandes cifras

Para ello, el Gobierno prevé un Presupuesto de ingresos en niveles previos a la crisis. La recaudación tributaria alcanzará los 200.963 millones de euros, un 7,9% más que en 2016. De ellos, la mayor parte recaerá sobre los contribuyentes particulares.

Así, el IRPF ingresará 78.027 millones de euros (+7,7%), mientras que el IVA aportará 67.463 millones de euros (7,3%). Por su parte, el Impuesto de Sociedades aportará solo 24.399 millones de euros y, si repuntará un 12,6%, será por la importante reducción de la recaudación por este impuesto en 2016.

Las pensiones se comen el Presupuesto

Por el lado de los gastos, los Presupuestos presentan como partida más importante la partida social, que incluye pensiones, sanidad o desempleo. Todas ellas acaparan alrededor del 55% del total de los gastos.

Si bien, llama la atención el incremento del gasto en pensiones, de más de 4.000 millones de euros (+ 3,1% frente a las cuentas de 2016), hasta los 139.647 millones, por el incremento de los beneficiarios y a pesar de la revalorización de estas prestaciones en un 0,25% este año. Así pues, las pensiones suponen ya el 40% del Presupuesto consolidado.

Y es que el gasto en desempleo se reducirá un 6,6%, hasta los 18.318 millones de euros, por la mejora del empleo, pero se elevará en un 5,5% el presupuesto para el fomento del empleo.

Esto se debe a que una parte de la reducción del gasto en paro se debe también al agotamiento de las prestaciones por parte de miles de parados de larga duración que necesitan ser formados y orientados para volver a insertarse en el mercado laboral.

También dentro del gasto social se encuadra el referido a sanidad y educación, dos materias transferidas a las comunidades autónomas. El presupuesto de sanidad es de 4.093 millones de euros, un 2,3% más, y el de educación de 2.525 millones, un 1,7% mayor. De esta forma, el gasto destinado a estas partidas, que fueron objeto de recortes desde 2012, se sitúan claramente en niveles precrisis.

Sin embargo, llama la atención la caída del 20,6% de la financiación de la vivienda y el fomento de la edificación por la progresiva retirada de las ayudas públicas en estos ámbitos.

El Presupuesto de 2017 recoge también una subida del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM), del 1%. Este indicador sirve de referencia para la dotación de multitud de ayudas públicas.

Otros de los capítulos de gastos muestran un incremento de la dotación de la justicia de 100 millones de euros para su modernización tecnológica, con un aumento del 7,6%; o la elevación del gasto en I+D+i del 4,1%.

Ahorro en deuda e infraestructuras

En el capítulo del ahorro, el Gobierno espera que los intereses de la deuda pública disminuyan un 3,9% respecto a los Presupuestos de 2016.

Asimismo, el Gobierno ha destacado un significativo incremento de la inversión pública si se compara con el gasto ejecutado el pasado año, cuando el Gobierno estuvo en funciones y se paralizaron muchas obras de infraestructuras..

No obstante, la Ley de Presupuestos para 2017 prevé una inversión de infraestructuras de 5.392 millones de euros (que incluye el programa de inversiones anunciado en Cataluña), un 10% menos, si se compara con lo presupuestado en 2016.