Número 2 por Madrid de Pedro Sánchez en las últimas elecciones generales, la magistrada Margarita Robles sigue siendo leal al ex secretario general del PSOE. Su defensa a ultranza del 'no a Rajoy' le llevó a votar 'no' en la investidura del presidente del Gobierno en contra del criterio del PSOE de la Gestora, que impuso la abstención. Esa "coherencia" no sólo le ha supuesto una multa de 600 euros en el grupo socialista del Congreso, sino que la ha convertido en objeto de inquina por parte del PSOE contrario a Sánchez. Buena prueba de ello son las palabras de Miguel Ángel Heredia, secretario general de Málaga, secretario general del grupo parlamentario y hombre de Susana Díaz en el Congreso. "Margarita, hijaputa, antes de opinar afíliate al PSOE", asegura en unas grabaciones publicadas por El Mundo.

El Independiente avanza un extracto de la entrevista con la magistrada que se publicará íntegra este miércoles.

Pregunta.- ¿Por qué cree que Miguel Ángel Heredia le llama a usted "hijaputa"?

Respuesta.- Pues no lo sé, no me ha dado ninguna explicación ni ha emitido ninguna disculpa. Yo lo único que pienso es que en lo personal no me afecta para nada, es una opinión del señor Heredia. Pero si el modelo que quiere es uno modelo de descalificación, de insultos y de no respetar a las personas que piensan en un sentido contrario, creo que ese modelo del PSOE no es bueno para los militantes ni para España.

P.- ¿El grupo parlamentario está endiablado, como dice Heredia?

R.- No sé qué entiende él por endiablado. Quizás él está acostumbrado a que todo el mundo esté callado y no le gusta que las personas puedan tener una opinión propia. Pero tiene que entender que en todos los ámbitos de la vida, y también en los partidos políticos, una de las cosas más importantes es la libertad de expresión y la libertad de opinión. Por eso me parece tan grave que se quiera tener un PSOE de pensamiento único y descalificador de todos aquellos que no piensen como una élite dirigente.

P.- ¿Cómo está el grupo parlamentario? ¿Está dividido?

R.- Está haciendo su trabajo, lo que pasa es que estamos en un proceso muy delicado, en el que el PSOE está embarcado en las primarias. Es un proceso que se está alargando demasiado en el tiempo, como consecuencia de que la Gestora no quería fijar las primarias antes. Creo que la Gestora ha conseguido el efecto contrario del que buscaba: llevamos seis meses con un PSOE abierto en canal. Siento mucho decir esto: En la primera intervención de Javier Fernández ante los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado, cuando dijo que el PSOE era un solar, yo dije en público que no lo compartía. Ahora tengo que reconocer que, seis meses después, el PSOE sí que es un solar. Un solar en el que no se permite que las personas podamos tener ideas diferentes. Me preocupa enormemente por el PSOE y por España, ya que entiendo que el PSOE es una pieza esencial y clave para el Gobierno de España.

P.- ¿Le parece injusto que le reprochen a usted que opine sin ser militante del PSOE?

R.- No me parece injusto, me parece absolutamente corto de miras; tan corto de miras que no hago consideraciones de ese tema. Porque la grandeza de los partidos, y mucho más en el siglo XXI, es que tengan apertura de miras, que intenten acercarse no sólo a los militantes, sino también a los simpatizantes y a los votantes. Ahí está el ejemplo de Francia, que fue un proceso abierto. Quizás sería bueno que alguno se preguntara por qué hay tan poca gente joven en los partidos, incluido el PSOE. Porque resulta ya rancio, más propio del siglo XIX, querer mantener una rigidez en los comportamientos incompatible con el siglo XXI. Respeto la opinión de quien me critica por hablar sin ser militante, pero tengo que decir que en mi cotidianeidad me encuentro con muchísima gente del PSOE que me dice: 'tú estás mucho más cercana a nosotros que otra gente con carné que lo único que hace es mandarnos callar'.