España se prepara para un aluvión de nuevas energías renovables en la próxima década. Pero la burbuja de solicitudes para nuevos proyectos verdes sobrepasa todas las previsiones y durante la crisis sanitaria y el estado de alarma la fiebre por las renovables no ha dejado de crecer. Las peticiones de autorización para engancharse a la red eléctrica desbordan por mucho los planes oficiales, llegando incluso a casa quintuplicar los objetivos marcados por el Gobierno de instalación de nuevas renovables hasta 2030.

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