Ha traído Sánchez la lotería, niño con oro de banda de música, niño con esas monedas de ratoncito y de niño que son los botones, niño con los grandes sonajeros del dinero rodando por las escaleras. La lotería de Navidad es un niño moliendo una trompeta de oro y Sánchez es un niño recogiendo dientes de leche por Europa. Vienen los dos niños de la mano, como ardillas que nos traen nueces, entre miguitas de duende. El Gordo cae en un bar de cuponeros, como siempre, y los fondos europeos caerán donde diga Sánchez. Los dos niños cantan igual, como gnomos de bosque talando el dinero.

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