Tras revisar a la baja en 1,3 puntos el crecimiento previsto de la economía española este 2021, el Fondo Monetario Internacional ha publicado una actualización de su monitor fiscal. En él, la institución prevé que el déficit sea 0,7 puntos mayor a lo previsto en octubre y que alcance el -8,2% este año. Es decir, medio punto más de lo que estima Moncloa.

Pese a este dato, el FMI mejora el resto de proyecciones para España. De hecho, según el organismo que dirige Kristalina Georgieva, el déficit público fue menor de lo esperado a cierre de 2020, del -11,7%, frente al -14,1% previsto en octubre. Además, el FMI también mejora las previsiones de deuda pública y considera que España cerró en el 118,2% el año pasado, casi cinco puntos por debajo del 123% estimado. Para 2021, la previsión es que la deuda pública apenas crezca unas décimas, hasta el 118,9%.

En general, la organización revisa en positivo las previsiones de deuda de todas las economías avanzadas y empeora las de mercados emergentes y países de Oriente Medio. En el caso del déficit, también fue menor de lo pronosticado por el FMI en la mayoría de países del G20. “Se espera que la mayoría de países experimente déficits fiscales inferiores en 2021 cuando los ingresos crezcan y los gastos bajen de forma automática por la recuperación y las medidas temporales se terminen”, explica el FMI.

A nivel global la pandemia ha tenido un coste de 14 billones de dólares

Las cifras son el resultado del apoyo financiero que han recibido ciudadanos y empresas durante la crisis del coronavirus. La institución con sede en Washington calcula que a nivel global la pandemia ha tenido un coste de 14 billones de dólares, 2,2 billones más de lo calculado en octubre.

Mantener políticas de apoyo

El FMI defiende que estas medidas deben mantenerse mientras perdure la pandemia, pero insiste, como en otras ocasiones, en que deben ajustarse a la evolución del virus. Las ayudas, señala, “deben centrarse en los hogares más vulnerables y en las firmas estratégicas o viables, así como en ayudar a los trabajadores a prepararse para una economía estructuralmente transformada una vez la pandemia esté controlada”.

Además, la institución recuerda que las reglas fiscales se suspendieron con motivo de la pandemia en muchos países, como es el caso de España. Sin embargo, apunta que deberán desarrollarse “marcos fiscales creíbles a medio plazo” y sugiere que “un elemento clave de estas estrategias serán las reformas de impuestos para promover un crecimiento inclusivo”.

En esta línea, el FMI recomienda “más progresividad en la tributación de los ingresos personales, una tasación más neutral en el capital, un mejor diseño del IVA, mayor uso de impuestos al uso del carbono, la propiedad y las herencias y mejorar los ingresos digitales de la administración”.