El PSOE no cree que José Antonio Griñán acuda este sábado al acto que ha organizado en Sevilla para conmemorar el 40 aniversario de la primera victoria en las urnas de Felipe González, precisamente uno de los socialistas que ha firmado a favor de que el Gobierno conceda el indulto parcial al ex presidente de la Junta de Andalucía tras ser condenado por el Supremo en el caso ERE.

Griñán se encuentra a la espera de que el alto tribunal resuelva el incidente de nulidad que interpuso a finales del pasado mes de septiembre —semanas después de que le notificara la sentencia que ratifica la pena de seis años de prisión por la comisión de un delito continuado de malversación de caudales públicos— mientras su familia ha registrado ya ante el Ministerio de Justicia la petición de la medida de gracia.

Su esposa y sus tres hijos, los firmantes de la solicitud de indulto, sustentan esta estrictamente en "razones de humanidad y equidad" —José Antonio Griñán cumplió 76 años el pasado 7 de junio— y han tratado de despojarla de cualquier "consideración política", lo que invita a pensar que el expresidente andaluz no acudirá al acto conmemorativo de la victoria electoral de 1982 que se celebrará este sábado en el Palacio de Exposición y Congresos de Sevilla (Fibes).

"Están en nuestro corazón [Manuel Chaves y José Antonio Griñán] pero saben que, si van, hay titular. No han acudido a ningún acto en los últimos seis o siete años, desde que dejaron el acta [en Congreso y Senado], por prudencia y respeto. No porque no sientan al partido o porque nosotros no les queramos. Es porque saben que se convertiría en la noticia", comenta a este diario una fuente del PSOE andaluz.

Presidente del partido a nivel federal entre febrero de 2012 y julio de 2014, Griñán pidió la baja del partido el 1 de junio de 2016, el mismo día que el juzgado de Sevilla que instruye la macrocausa de los ERE dio por terminada la investigación de la pieza política —en la que se ha enjuiciado la ideación, diseño y mantenimiento del procedimiento específico con el que se repartieron 680 millones de euros en prejubilaciones y ayudas directas a empresas durante una década al margen de la legalidad— y lo colocó a él y a otros 25 ex altos cargos de la Administración andaluza a un paso del banquillo de los acusados. Esa rama es la única que ya cuenta con un pronunciamiento firme, después de que haya sido casada la sentencia que dictó la Audiencia de Sevilla a finales de 2019.

Griñán está a la espera de que, en los próximos meses, el Gobierno decida si le concede el indulto parcial tras su condena en los ERE

Tres meses antes de que Felipe González arrasara en las elecciones generales del 28 de octubre de 1982, José Antonio Griñán había empezado a ejercer su primera responsabilidad pública: viceconsejero de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía, cargo que desempeñó hasta que en 1986 se convirtió en el número dos de la Consejería de Salud.

En enero de 1992 se incorporó al Gabinete de González como ministro de Sanidad en sustitución de Julián García Valverde y un año y medio después se hizo cargo de la cartera de Trabajo y Seguridad Social, continuando en el puesto hasta que en 1996 ganó José María Aznar las elecciones y el PSOE pasó a la oposición. Él mantuvo su acta de diputado por Córdoba hasta que en 2004 se integró nuevamente en el Gobierno andaluz, entonces como consejero de Economía y Hacienda.

Tampoco ha trascendido hasta el momento si Manuel Chaves —predecesor de Griñán en la Presidencia de la Junta de Andalucía y compañeros en el Gobierno de Felipe González cuando ejerció como ministro de Trabajo y Seguridad Social (1986-1990)— acudirá al encuentro de este sábado por la mañana en la capital hispalense. A diferencia de su sucesor en el Gobierno autonómico, Chaves sí concurrió a las generales de 1982: fue como número uno en la candidatura del PSOE por la circunscripción de Cádiz. Como Griñán, también ha sido condenado por el escándalo de los ERE, si bien no a prisión sino a pena de inhabilitación.

Alfonso Guerra (tercero empezando por la derecha) junto a Felipe González en un acto de la campaña electoral de 1982. EL SOCIALISTA

La polémica ha marcado las vísperas del acto festivo de este sábado para los socialistas, después de que Alfonso Guerra —vicesecretario general del PSOE entre 1979 y 1997, vicepresidente del Gobierno entre 1982 y 1991 y mano derecha de Felipe González desde el Congreso de Suresnes (1974)— revelara este martes que no había sido invitado. "¿Que yo no estaba hace 40 años?, estupendo, habría otros", declaró a Canal Sur Radio. Y añadió: "Las ofensas no dependen del que las haga, sino del que las recibe, y yo no recibo ninguna ofensa por eso".

Fuentes del PSOE de Sevilla han confirmado a este periódico que la dirección telefoneó a Guerra para invitarlo tras la polémica suscitada, sin que hayan precisado cuál fue la respuesta ofrecida por el histórico militante socialista. Este, en cualquier caso, dejó entrever en su intervención radiofónica que no acudiría si lo llamaban: "Diría que está la cosa ya un poco atrasada".

Guerra, número uno por Sevilla en 1982

El partido también habría llamado en los últimos días a otros integrantes de la lista por Sevilla en aquella cita, encabezada precisamente por Alfonso Guerra. Junto a éste iban —entre otros— Luis Yáñez, José del Valle (exalcalde de Sevilla ya fallecido) y Carmeli Hermosín. Los cuatro resultaron electos, después de que la formación obtuviera ocho diputados en esta circunscripción.

Las fuentes indicaron que el pasado viernes se pusieron en contacto también con todos los secretarios generales del PSOE de Sevilla para invitarles al acto, a excepción de José Antonio Viera (exconsejero que pidió la baja en el partido tras ser procesado en el caso ERE, donde ha sido condenado también a pena de prisión). Algunos confirmaron sobre la marcha, caso de Susana Díaz.

El acto conmemorativo del 40 aniversario de la primera victoria socialista en democracia, en el que tomarán la palabra Felipe González y Pedro Sánchez a partir de las 12.15 horas, tendrá lugar cuando queda un año aproximadamente para que se celebren las próximas elecciones generales y cuando el actual presidente del Gobierno lleva ya cuatro años y medio en la Moncloa.