En Galdakao hace años que algunas víctimas de ETA comparten cementerio con terroristas de la banda que los asesinaron. A unos y otros apenas les separan un puñado de lápidas y panteones. En el camposanto de este municipio vizcaíno está enterrado quien fuera su alcalde, Víctor Legorburu Ibarreche. ETA lo ametralló cerca de su casa en febrero de 1976. Antes le habían quemado el negocio a modo de advertencia. Entonces Javier López Peña tenía 18 años. Su alias, ‘Thierry’, terminaría por ser tan conocido como temido cuando alcanzó la cúpula de la organización terrorista. Ahora sus restos también descansan en el cementerio del municipio que gobierna Bildu junto a Podemos. En su lápida su imagen sonriente se completa con el lema “preso político vasco asesinado en París” y con un epitafio: “En víspera del Estado vasco, mira, Xabi, porque estarás con nosotros”.

No son los únicos etarras y víctimas que comparten espacio en un cementerio. La escena se repite en otros muchos del País Vasco. Ahora la crueldad se ha agravado en los tiempos de las redes. Unos y otros comparten también un espacio de ‘la nube’, del espacio virtual, al menos del creado por algunos ayuntamientos gobernados por la formación heredera de quienes un día aplaudieron a quienes apretaban el gatillo y callaron ante sus víctimas.

Las páginas web que varios ayuntamientos de EH Bildu han creado para elaborar su particular registro de la “memoria reciente” de la violencia en sus localidades han vuelto a situar en el mismo plano, nivel y consideración a víctimas y victimarios. En la del Ayuntamiento de Galdakao la memoria de Víctor Legorburu comparte listado con destacados miembros de ETA nacidos o residentes en el pueblo. Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, o Jon Bienzobas son dos de ellos. En las páginas web de Oiartzun, Hernani, Villabona, Orio y Azpeitia la web se repite con las ‘víctimas de todas las violencias’.

A la primera denuncia que partió la semana pasada desde el PSE le siguió la publicada por Covite relatando la lista de Consistorios que contaban con este tipo de páginas web creadas bajo el encabezado ‘Oroimena’ (Recuerdo). En ellas se diferencia el recuerdo de la ‘memoria histórica’ y la ‘memoria reciente’. Poco después se supo que dos consistorios en manos del PNV también contaban con este tipo de registros: Tolosa y Erandio, que han sido desactivadas. PNV y PSE han presentado una iniciativa en el Parlamento vasco para exigir la retirada de los etarras de las webs de memoria municipales. La Delegación del Gobierno en el País Vasco ha dado un plazo de un mes a los Gobiernos municipales para anular estas páginas bajo amenaza de actuación de la Abogacía del Estado. Por el momento, la mayor parte de ellas siguen operativas.

Víctimas del 'conflicto' vasco

En las asociaciones de víctimas nadie les ha llamado para disculparse. Ni los consistorios, ni la Sociedad de Ciencias Aranzadi, autora de los archivos. “En realidad, es más de lo mismo. Es un ejemplo más de la estrategia de EH Bildu de tergiversar la historia y de blanquear el pasado de ETA y sus miembros”, asegura Maite Araluce, presidenta de la AVT.

Afirma que uno de los aspectos más graves es que se promuevan estas páginas desde ayuntamientos y se paguen con dinero público “y aprovechándose de la Ley de Memoria Democrática": “Es increíble que victimicen a los asesinos más sanguinarios de ETA. Mientras a ellos los califican como víctimas de la política penitenciaria y de aplicación de leyes excepcionales, a nuestros familiares los consideran como ‘fallecidos por arma de fuego’. Es decir, que las víctimas son ellos y nosotros somos los ‘fallecidos’”. Araluce reitera que supone un agravio más de los muchos que padecen las víctimas del terrorismo hoy en día en Euskadi: “Como el que el Gobierno vasco esté indemnizando económicamente a las víctimas de la ley de supuestos abusos policiales mientras que a las víctimas de ETA no se les reconoce ninguna indemnización”.  

Las páginas web han sido editadas y documentadas por la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En ellas aparecen tanto las víctimas del periodo de la Guerra Civil como de la dictadura franquistas. Según se detalla en el enunciado del proyecto, en el listado aparecen las personas que en cada municipio padecieron “la violencia política”. Se asegura que están incluidas tanto las que sufrieron “los horrores de la guerra y la represión franquista” como la derivada “de lo que conocemos como conflicto vasco durante prácticamente ocho décadas”.

Se añade que el trabajo llevado a cabo ha permitido “poner nombres y apellidos a miles de ciudadanos represaliados”. Un trabajo que se subraya que se ha llevado a cabo “sin ocultamiento de ciertas violencias” e incluyendo “todo lo sucedido de todas las violencias habidas”. Además se incorpora una ficha con la imagen por cada una de ellas, en las que se detalla su nombre, fecha de nacimiento y, en su caso muerte, el colectivo al que pertenecía y alguna circunstancia de su muerte. Es precisamente el largo listado que engloba el fichero el que termina por equiparar a víctimas y verdugos. A los miembros de ETA se les incluye en muchos casos bajo el epígrafe de víctimas de la política penitenciaria y sin que se detalle su historial delictivo ni tipo de condena. También figuran víctimas de torturas o incluso ‘de la dispersión’ de un preso de ETA.

"Están rabiosos"

Además de las fichas se recogen algunos testimonios, -al mismo nivel y presencia-, tanto de víctimas de ETA como de familiares de presos de ETA o de sus familiares que tuvieron que viajar para visitarles a prisión a consecuencia de la política de dispersión de presos de la banda.

“Sólo pretenden dinamitar la convivencia. Equiparar a los asesinos de nuestros familiares con sus asesinos sólo busca provocar a las víctimas y a la sociedad democrática. Ellos lo saben. Es un ataque directo”, asegura Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo. Afirma que como colectivo no van a actuar, "ya no confiamos en la Audiencia Nacional, volvería ad arles la razón", más allá de la denuncia social y pública de este tipo de hechos y que confían en el paso dado por la Delegación de Gobierno: “Sólo buscan provocarnos, lo hacen para eso. Están rabiosos por no poder hacer los ‘ongi etorris’, con los que hemos acabado por la presión. Ahora están con la estrategia de blanqueamiento y de petición de impunidad asegurando que son presos políticos y merecen la excarcelación inmediata”.

Ordóñez señala que el mundo de la izquierda abertzale no se ha movido de sus posiciones históricas en todos estos años, “siguen justificando la existencia de ETA. Han sido los que movieron los hilos de ETA, sus ideólogos y ahora les siguen apoyando. Acciones como las páginas web son parte de esa estrategia de blanqueamiento y de manipular el relato. Está todo perfectamente organizado para dinamitar la convivencia y provocarnos”.

Respecto a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Ordóñez apunta que en cuestiones de Memoria Histórica o de análisis de "las mariposas en Euskadi" pueden ser un referente, "pero en estos temas siempre se han puesto de perfil".

Desde el PNV ayer su portavoz, Aitor Esteban, calificó lo sucedido de un “error que hay que corregir para no confundir a víctimas y victimarios”. En las filas del PP también se denunció ayer la existencia de estas páginas web. Se hizo con un acto de desagravio celebrado en Galdakao donde una delegación de los populares, encabezada por su presidente, Carlos Iturgaiz, realizó una ofrenda floral recordando a cada una de las once víctimas de la banda en este municipio.