La candidatura de Pablo Casado a la presidencia del Partido Popular constituye una "tercera vía" ante la "indefinición" de Alberto Núñez Feijóo, explican fuentes de la dirección nacional. De ahí las críticas veladas del propio Casado cuando ha dicho ante los periodistas que este no era el momento de "arrastrar los pies" ante la sucesión a Mariano Rajoy y que él "sí" quería ser líder del partido.
Unos mensajes que tenían como destinatario al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Fiejóo, que no termina de revelar sus intenciones a pesar de que ha aprovechado la semana pasada para cerrar cuestiones pendientes con alcaldes gallegos y reunido a todos sus consejeros en lo que éstos han interpretado como un proceso de traspaso de poder. Pero esta tarde se podría despejar la incógnita, pues Feijóo reune a la Junta Directiva de los 'populares' gallegos y se espera una comparecencia en torno a las 20.00 horas.
La pelota también está en el tejado de Santamaría, que no ha aclarado sus intenciones
Pero su intención primera de no hacer ningún anuncio hasta que prácticamente se cumpliera el plazo de presentación de candidaturas, este miércoles, ha agotado la paciencia de Génova. La de Casado se trata "de una candidatura potente", dicen en Génova, que también deja la pelota sobre el tejado de la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, que está intentado captar apoyos, pero que tampoco ha querido aclarar si se presenta a la carrera sucesoria. Además, María Dolores de Cospedal tiene previsto tomar la palabra este martes a las 11.00 horas, en una comparecencia en la que también podría comunicar sus aspiraciones a la presidencia del PP Nacional.
Secretario general del PP
Respecto a la situación en que puede quedar Casado si Feijóo se presenta finalmente, fuentes populares señalan que el madrileño de adopción podría ser secretario general del partido. Es lo que califica de forma muy gráfica un antiguo miembro del Gobierno al hablar de "operación de autocartera para subir la cotización". Sin embargo, parece que tiene la intención de mantener su candidatura, una aspiración que comunicó a su todavía jefe de filas, Mariano Rajoy, pero no así a José María Aznar, al que se ha referido en términos elogiosos a pesar del indisimulable malestar que provocaron sus últimas críticas contra el PP el día que se ofreció a apadrinar un reagrupamiento del centro derecha.
El pasado viernes por la tarde, durante la boda del secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, donde estaban invitados todos "pesos pesados" populares, Casado comentó sus intenciones con algunos compañeros del partido. Fue el anuncio de la candidatura del secretario de Relaciones Internacionales del PP, José Ramón García Hernández, "la que precipitó todo". En la mañana de hoy Casado telefonéo a Rajoy y comunicó su decisión final al coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, y al resto de los vicesecretarios, esto es, Andrea Levy y Javier Maroto. Éste último, no dudó en afirmar en entrevista con El Independiente que Casado sería buen candidato a cualquier cosa que aspirara pues "gusta a todos los sectores del PP".
La de Casado es la tercera candidatura confirmada junto a la del ex ministro José Manuel García Margallo, y el secretario de Relaciones Internacionales del PP y diputado por Ávila como Casado, José Ramón García Hernández.
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