Leire Díez Castro lo niega. Niega trabajar para la dirección federal del PSOE, como fontanera del secretario de Organización, Santos Cerdán. Y niega que cuando se reunió en febrero por videoconferencia con el empresario Alejandro Hamlyn —investigado por la Audiencia Nacional por un presunto fraude en el IVA de hidrocarburos por más de 154 millones de euros— lo hiciera "en nombre" del partido. Era una "investigación periodística" propia para un libro que está preparando y que pretende tener listo para después del verano, aduce. Nada que ver, repite, con ningún supuesto mandato de la cúpula de Pedro Sánchez.

Es la versión que facilita Díez Castro en conversación telefónica con El Independiente. Lo hace después de que su nombre haya vuelto a saltar a la prensa. El Confidencial publicó este lunes los audios de la reunión telemática en la que ella participó en febrero y en la que solicitó al industrial Hamlyn, propietario del grupo Hafesa, información comprometedora de Antonio Balas, teniente coronel de la Guardia Civil al frente del Departamento de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO), y encargado, por tanto, de las pesquisas de casos como los que afectan a la mujer y al hermano de Pedro Sánchez o al exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García.

Ferraz lanzó un comunicado a primera hora donde desmintió una publicación que consideró "difamatoria y claramente destinada a realizar un daño reputacional al partido". La dirección insistió una y otra vez en que ella no actuó "en nombre" del partido en ningún caso, y se apoyó en que en ningún punto de las grabaciones Díez se reivindica como tal. Y añadió que ni ella ni ninguno de los participantes de los audios está "en nómina en el PSOE". Es un "salto" más en la "andanada" que sufre el partido, valoró en rueda de prensa en la sede federal la portavoz de la ejecutiva, Esther Peña.

Díez fue teniente de alcalde entre 2011 y 2014 en el pequeño municipio cántabro de Vega de Pas, y luego el Gobierno de Sánchez la nombró directora de Comunicación de Enusa (2018-2021) y directora de Relaciones Institucionales de Correos (2022-2024)

Díez Castro se define como "militante de base, sin más". Nació en Euskadi y allí estudió Ciencias Sociales y de la Información, en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), pero toda su vida política la ha desarrollado en Cantabria. De 2011 a 2014 fue teniente de alcalde del pequeño municipio de Vega de Pas —de menos de 800 habitantes—. En 2017, se alineó en las primarias regionales del partido con la entonces secretaria regional Eva Díaz Tezanos, una mujer muy ligada al ya fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, pero perdió frente a la apuesta de Sánchez en el territorio, Pablo Zuloaga. En 2018, con el jefe del PSOE ya en la Moncloa, fue nombrada directora de Comunicación de la empresa pública Enusa, cargo en el que se mantuvo hasta diciembre de 2021. De ahí saltó al grupo Correos: desde febrero de 2021 hasta febrero de 2024 fue su directora de Relaciones Institucionales, Filatelia y Futuro. Ese fue su último cargo público, según declara. Este año, se implicó en el proceso congresual cántabro: respaldó al diputado nacional Pedro Casares —que finalmente logró una victoria ajustada— frente a Pablo Zuloaga. Casares visibilizó en esta última batalla interna la reconciliación con Díaz Tezanos.

"No soy fontanera del PSOE". Leire Díez insiste en que no trabaja ni ha trabajado para Ferraz, ni con sueldo ni sin sueldo pagado por el partido. Cuenta que cuando, en septiembre pasado, El Confidencial la fotografió a la entrada y a la salida de la sede federal fue porque aprovechó su encuentro con un periodista del medio para "ir a saludar a una amiga" y tomarse después un café con ella, "y Santos ni siquiera estaba allí, estaba en el Congreso". "Jamás he trabajado para él, claro que no", rubrica, para desmentir toda relación con el actual secretario de Organización, ahora en el ojo del huracán porque se ha publicado en los últimos días que la UCO podría entregar al Supremo, al juez que investiga el caso Ábalos, un informe que presuntamente le vincularía con contrataciones públicas. Hechos que él ya negó la semana pasada: solo admitió haber preguntado "muchas veces" sobre obras en Navarra y en el resto de España por su cargo institucional y orgánico.

Según su relato, en la reunión de febrero, quien "empezó a hablar de presuntas irregularidades de la UCO" fue el industrial Alejandro Hamlyn, propietario del grupo Hafesa, y no ella

Tras su salida de Correos, Díez Castro reenfocó su trayectoria profesional. Relata que se dispuso a preparar un libro sobre el fraude de los hidrocarburos, sobre "cómo se puede gestar una trama así", con miles de millones detraídos de las arcas públicas. La reunión mantenida en febrero surgió al calor de unas gestiones que estaba haciendo para su libro. El empresario Javier Pérez Dolset, procesado por fraude en subvenciones, le propuso que le acompañara a ver al abogado Jacobo Teijelo. El encuentro por videoconferencia "ya estaba en marcha" cuando Díez Castro se unió, según detallan próximas a la exconcejala socialista. "Era Hamlyn el que pidió aquella reunión porque quería cambiar de abogado y quería que fuera Jacobo. Quien empieza a hablar de presuntas irregularidades de la UCO es él, Hamlyn", y no ella, prosiguen las mismas fuentes.

"Perfecto, mejor todavía me lo pones"

El propietario de Hafesa, holding del sector de los hidrocarburos, confundió a Díez Castro con una "diputada vasca" y se empezó a relajar. La exteniente de alcalde socialista se dispuso a "tirarle de la lengua". "Actuaba como periodista, para obtener información, y le hubiera sacado las muelas para eso", justifican las mismas fuentes muy próximas. Por eso, señalan, emerge el nombre de Antonio Balas. Quien lo saca a colación, prosiguen, es Hamlyn, porque "dice que está perseguido por él, injustamente". "Tengo una cosa... Con una cosa que te dé [de Balas] ya está, está muerto", dice el dueño de Hafesa. "Pues perfecto. Ya está. Mejor todavía me lo pones", respondió ella.

La exconcejala socialista se dispuso a "tirar de la lengua" a Hamlyn, porque "actuaba como periodista, para obtener información". Pretendía, alega, obtener datos para su libro, que pretende tener listo para "después del verano", y no dañar a la UCO

"Es que ya hay denuncias en la Fiscalía puestas contra Balas", explican desde el entorno de Díez Castro. Ella no pretendía "dañar a la UCO", estaba "recabando testimonios" para su investigación sobre el fraude de hidrocarburos y "ni siquiera conocía a Balas". "Al final, todos forman parte de la misma trama. Hafesa tenía una red comercial amplia y estaban ahí las empresas de Víctor de Aldama [cabecilla del caso Koldo y vértice también del fraude del IVA de los hidrocarburos]. Todo es lo mismo. Muchas empresas envueltas en el fraude tenían contrato con Hamlyn por el cual solo podían comprarle a él. ¿De dónde sale el margen de beneficio? Del IVA y de la legislación que te permite pagarlo a 30 días". Hamlyn no acudió este lunes al juicio contra él en la Audiencia Nacional porque se encuentra en Dubái y, según alegó su defensa, no puede acudir a la vista por "una prohibición de abandonar" el país debido a una deuda.

La militante socialista se queja de que no se ha reproducido el audio completo de aquella cita en febrero. Subraya que la grabación —ella no sabía que estaba siendo registrada, pero dice recordar "perfectamente" la conversación "de una hora y algo"— "arranca con Hamlyn diciendo que hay una persecución de la UCO contra él y que tiene pruebas de que están comprados [los agentes] y a lo largo del audio se le piden pruebas que lo sustente".

La previsión de Díez Castro es tener listo el libro para "después del verano". No sabe aún la editorial que publicará el manuscrito, porque tiene "un par de ofertas" sobre la mesa, que no quiere concretar. La obra no la firma con Pérez Dolset, de quien niega también toda relación de colaboración con los socialistas. "Tiene del PSOE lo que yo de Vox. Él me ha contado cosas, y parte de lo que él ha vivido tiene una minirréplica en esto. Algunas cosas son muy parecidas", señala.

Ferraz no prevé emprender acciones legales contra Díez porque no actuó "en nombre" del PSOE. Ella apunta que no ha hablado con la dirección y recuerda que no ha estado nunca en "ningún fregado" orgánico, ni ha estado en ninguna ejecutiva

La dirección federal del PSOE no se ha puesto en contacto con Díez Castro en las últimas horas, a raíz de lo publicado en El Confidencial. Tampoco tiene previsto emprender acciones legales contra ella —sí contra el medio—, porque en ningún momento asume que haya maniobrado "en nombre" del partido. "He recibido muchos mensajes de apoyo de compañeros. Pero nada de Ferraz. Ni me han llamado ni he hablado con ellos. Es que yo nunca he estado en ningún fregado del partido, no he estado en ninguna ejecutiva. Ni quiero ser protagonista de nada, ni el centro de nada", indica. Tampoco informó en febrero de su reunión con Hamlyn —"¿Pero por qué tengo que reportar al PSOE lo que hago en mi actividad privada profesional?"—.

El PP la cita en la 'comisión Koldo' del Senado

Díez Castro incide en que no actuó en nombre del PSOE ni se le buscó "ningún apaño" a Hamlyn, como lo demuestra que su situación procesal no ha cambiado. No se arrepiente de la reunión con él de febrero, porque "profesionalmente" aquel encuentro —en el que participaron, además de Pérez Dolset y Teijelo, más letrados—, le sirvió de "mucho", para su investigación periodística.

Las opiniones de algunos dirigentes sobre la excargo socialista son encontradas, hay quienes la definen como "buena tía" que "sabe mucho" del mundo policial y otros que discrepan y recuerdan su paso por la política local hace más de una década

Ella, Leire Díez, no es una desconocida en el PSOE. Y hay opiniones para todos los gustos. "Ella sabe mucho del mundo polis. Es buena tía, pero muy locoide con las conspiraciones y esas movidas, de siempre", señala una dirigente que la conoce desde hace muchos años. "Es mala gente —contrapone un responsable de la federación cántabra enfrentado al actual barón autonómico, Pedro Casares—, que además reventó la agrupación de Vega de Pas, que la cogió con dos concejales y la dejó con cero, hasta que después de ocho años se logró recuperar un edil y a pocos votos del segundo".

Tras la publicación de los wasaps que Sánchez cruzó con Ábalos, el PSOE vuelve a vivir pendiente de las informaciones periodísticas. En el entorno de Díez Castro no descartan más audios de la reunión, pero insisten: en ningún caso ella habló ni actuó "en nombre del PSOE", y eso, defiende también Ferraz, es clave. Por lo pronto, el PP la llevará a la comisión de investigación del caso Koldo abierta en el Senado y analizará las grabaciones sobre "esta operación de acoso y derribo a la Guardia Civil, reservándose la posibilidad de ponerlos en disposición de la Justicia por si pudieran ser constitutivos de delito, ya que hay sospechas fundadas de que el entorno de Sánchez está intentando obstruir las investigaciones judiciales que le afectan". El presidente no podrá responder a Alberto Núñez Feijóo el miércoles en el Congreso: tenía viaje agendado a Bruselas, para una bilateral con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Pero muy probablemente este sea uno de los temas que marque la semana política.