Incorporar la quinoa a tu alimentación puede generar una notable mejora a nivel general en tu salud. Esta materia prima, que tiene su origen en los Andes, se ha convertido en uno de los alimentos más recomendados por nutricionistas, universidades y organismos internacionales debido a su increíble valor nutricional, su versatilidad en la cocina y su gran cantidad de beneficios.

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La quinoa y la salud

La quinoa, que proviene del quechua kinúwa, se cultivaba ya hacía más de 5.000 años alrededor del lago Titicaca, en Perú y Bolivia. Era alimento sagrado para las civilizaciones prehispánicas, que lo consideraban el “grano madre”. Actualmente, su renombre ha cruzado fronteras: la NASA la ha catalogado como alimento fundamental para misiones espaciales por su densidad nutricional, y la Universidad de Anáhuac la considera uno de los diez alimentos más poderosos por lo que se refiere a la salud.

Alto contenido nutricional para todos los perfiles

Una de las grandes virtudes de la quinoa es la gran cantidad de un tipo de proteína vegetal de calidad. Contiene los ocho aminoácidos esenciales que requieren tanto niños como adultos, algo poco común en los alimentos vegetales. También, es fuente de minerales tales como hierro, magnesio, zinc, y de vitaminas del grupo B, C y E. Su bajo índice glucémico, así como, el hecho de ser rica en fibra, contribuyen a ser un buen aliado para deportistas, diabéticos, celíacos, así como, aquellas personas que intentan cuidar su alimentación sin renunciar al sabor.

Beneficios clave de incluir quinoa en tu dieta

Mejora la digestión y protege tu corazón

La quinoa es particularmente rica en fibra, en especial en fibra insoluble, lo que mejora la obstipación y estimula el tránsito intestinal. Cuando se hierven las hojas, se obtiene una infusión propia, ideal para una buena digestión. Por otro lado, sus grasas saludables (omega 3 y omega 6) ayudan a reducir el colesterol y a evitar enfermedades cardiovasculares.

Fortalece huesos, músculos y piel

La quinoa contiene un alto contenido de calcio (del orden de 47 mg por cada 100 g), que previene la osteoporosis y contribuye al mantenimiento de unos dientes y unos huesos sanos. Además, contiene histidina, que es un aminoácido que estimula la hormona del crecimiento, básica para la regeneración de los tejidos. Por otro lado, esta quinoa aporta vitamina C que estimula la síntesis de colágeno, la cual retrasa la aparición de los signos del envejecimiento y mejora la salud de la piel.

Cómo cocinar quinoa y disfrutarla a diario

Es un paso importante antes de cocerla en agua, enjuagar muy bien la quinoa para desechar las saponinas que contiene, sustancia amarga que se encuentra en su superficie. Para ello, pon la quinoa en un colador y haz un enjuague bajo el grifo de agua fría, removiendo con las manos el contenido del colador hasta que ya no salga espuma. A continuación, hiérvela en el caldo a fuego lento con el doble de agua durante 15 minutos aproximadamente.

Ideas para incluirla en tu menú

La quinoa puede adaptarse fácilmente a cualquier tipo de plato. Puede ser la base de ensaladas, acompañada con verduras o mezclada con legumbres... o con proteínas animales o vegetales, es ideal para usar en guisos, es el perfecto acompañamiento de carnes o si la utilizamos en recetas dulces como pueden ser recetas de postres o como ingrediente en la granola. Su sabor es lo suficientemente neutro como para que encaje en cualquier estilo de alimentación.

Añadir quinoa a tu manera de comer de forma habitual no solo enriquecerá tus preparaciones, sino que también te proporcionará energía, salud y equilibrio de una forma duradera; no dejes de aprovechar las virtudes de este superalimento que se remonta a milenios atrás, y haz una costumbre habitual de usarlo en tu cocina.

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