Pedro Sánchez dibujó el pasado lunes una especie de paraíso económico español en medio de la turbulenta coyuntura mundial. El presidente del Gobierno optó en su balance del curso político por sacar pecho del 'tirón' del país en algunos datos macroeconómicos. Pero se dejó por el camino otras tantas cifras de la realidad 'micro' que arrojan un escenario mucho menos idílico para el día a día de las familias.

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"La renta disponible real de los hogares españoles es hoy un 9% más alta que en el año 2018. Incluso si tenemos en cuenta la inflación, el hogar medio en España tiene hoy un 9% más de poder adquisitivo", dijo tras criticar que "algunos se obstinan en decir que los españoles son más pobres que hace siete años".

Los datos que empleó de la renta real ajustada de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reflejan lo que un hogar tendría tras pagar sus impuestos y cotizaciones, sin contar los gastos. Los economistas creen que referirse a este indicador genera confusión ya que, debido a cómo se compone, puede coincidir poco con lo que perciben en su día a día muchas capas de población.

El crecimiento del indicador recoge el aumento del empleo, las mayores rentas que perciben los pensionistas (cuyas pensiones se revalorizan automáticamente con el IPC) y aquellos que cobran prestaciones sociales -como las aprobadas por el propio Gobierno-. Además tiene en cuenta, entre otras cosas, lo que perciben aquellos que tienen arrendamientos; un parámetro marcado por el aumento de precios del alquiler.

"No es lo mismo hablar del dato agregado que del relativo", puntualiza Jaime Romano, profesor de EAE Business School. Si se analiza el segundo -la renta per cápita de los hogares españoles-, se observa que la media de la OCDE ha experimentado un crecimiento del 27,5% de 2007 a 2024, mientras el incremento ha sido del 4,9% en el caso de España.

Entre 2018 y 2023, añade, "los salarios en términos reales —descontando la inflación— han caído tanto en el sector privado como en el público un 2,5% y un 0,8%, respectivamente". Y, en el caso de los autónomos, casi un 1%. ¿Por qué se produce entonces ese incremento del 4,9%? "Por el aumento de las pensiones y del número de pensionistas, por la llegada de población extranjera y por el aumento de las rentas inmobiliarias", zanja Romano.

La situación dibujada desde La Moncloa, que aún se plantea qué hacer con los Presupuestos de 2026, choca con la percepción de calle. "A pesar del crecimiento del PIB y del empleo, la opinión pública no acaba de percibir esta mejora de forma generalizada y se observa un amplio consenso sobre el deterioro del poder adquisitivo, la subida del coste de la vida y el incierto futuro de los jóvenes", decía hace solo un mes la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) en la presentación de una encuesta sobre la percepción de la economía española.

Y eso, a pesar de que el empleo empuja favorablemente. España ha sobrepasado los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social. Pero el aumento no se ha traducido en una mejora de la productividad. "Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecieron un 3,5% interanual. Sin embargo, la productividad registró una tasa del -0,7%", puntualiza el catedrático de economía en la universidad CEU San Pablo, Rafael Pampillón.

Es decir, que aunque aumenta el número de empleados, estos producen menos por persona que hace un año. Algo que responde, en su opinión, "al importante peso de los servicios en comparación a la industria". Un extremo que contrasta con la insistencia del Gobierno en destacar cómo crecen sectores donde están actividades de alto valor añadido como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Ahora, bien, si la tasa de paro se ha reducido en un 5,8% desde el cuarto trimestre de 2020, los datos que Eurostat publicó el jueves correspondientes a junio muestran que España sigue siendo el país con mayor nivel de desempleo de entre los Veintisiete; un 10,4% frente al 6,2% de media de la Unión Europea.

La pelea de los fijos-discontinuos

Al margen de eso, los economistas insisten sobre la figura de los fijos discontinuos. La reforma laboral impulsó esta modalidad para reducir la temporalidad. Y pese a contar como activos, pueden pasar largos periodos sin actividad hasta que vuelvan a ser llamados por las empresas que los contratan. Por eso, existe el debate de si esa bolsa de 700.000 personas debe computar en las estadísticas oficiales como parados.

Los datos del Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz reflejan 747.046 personas inscritas como 'demandantes con relación laboral'. Si se añadieran, los parados pasarían de 2,4 millones a 3,15 millones. Si se suman a otros colectivos que tampoco computan como parados en formación o los que están afectados por un ERTE, en total "se estima que hay 1,1 millones de parados que el Gobierno no contabiliza", agrega Romano. 

"Una de las épocas de mayor prosperidad"

"Nuestro país vive una de las épocas de mayor prosperidad de su historia democrática", llegó a decir Sánchez en su balance veraniego del curso político. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo obvió que casi uno de cada tres españoles no puede irse de vacaciones ni siquiera siete días al año, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por contra, el líder socialista presumió del buen ritmo de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) respecto a otras economías europeas (2,8% interanual en el segundo trimestre). Pero no mencionó otro parámetro que registra un fuerte crecimiento; la deuda pública.

"Ahora mismo está en 1,7 billones de euros. Está reduciéndose la ratio deuda/PIB hasta el 102%, pero en términos absolutos es una barbaridad", añade Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas. En comparación con la media de la zona euro (87%), España está 15 puntos por encima.

Récord de recaudación

Con todo, la encuesta de Funcas antes citada también hacía referencia a la sensación de una mayor presión fiscal. El propio presidente del PP, Alberto Núñez-Fejióo, recalcó días más tarde en su particular balance del jueves que el Ejecutivo ha acometido más de 90 subidas de impuestos desde 2018.

Precisamente, el Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero dio a conocer este jueves que en el primer semestre de 2025 se ha recaudado vía impuestos la cifra histórica de 123.199 millones, lo que supone un incremento del 45,9% respecto al mismo periodo de 2018. Por aquel entonces, la cifra era de 84.470 millones.

Por impuestos, el incremento es de un 8,6% más por IVA, un 12,3% más por IRPF y un 9,8% más de Sociedades. "La carga tributaria es muy alta, tanto en los gravámenes de las empresas como en los impuestos a las personas físicas. De hecho, la no deflactación del IRPF ha sido crucial para el bolsillo del ciudadano", opina Pedraza.

Un bolsillo que también sufre si alquila una vivienda. Y que lo tiene muy complicado en el caso de querer acceder a una casa en propiedad. Pese a ser una de las banderas del Ejecutivo y una de las principales preocupaciones de los ciudadanos según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Sánchez no mencionó que el precio de los pisos se ha disparado un 41% desde que accedió al cargo. Solo en el último año, según el INE, se han disparado otro 12%.

Frente a ello, sostuvo que se ha producido una subida del ahorro, donde la media ha pasado de los 2.500 euros en 2018 a 7.200 euros actualmente. "La población esta ahorrando como medida preventiva por la preocupación interna e internacional, así como por cómo se encuentra el mercado de la vivienda con unos precios prohibitivos para comprar ahora mismo", opina Pedraza.

Frente a la crisis del mercado, Sánchez puso en valor que en los últimos seis meses se ha incrementado un 8% el número de viviendas de protección oficial y un 13% las de obra nueva. Además, recordó la transferencia al Sepes (Entidad Pública Empresarial de Suelo) de más de dos millones de metros cuadrados de suelo público; o de haber abierto la Ventanilla Única Digital para controlar la oferta de viviendas de pisos turísticos.

Pero el sindicato UGT pone negro sobre blanco la realidad del mercado inmobiliario. "Sólo un 14,8% de las personas jóvenes vive fuera del núcleo familiar, la peor cifra desde 2006", asegura el reciente informe Convenios colectivos y derecho a la vivienda. La edad de emancipación media entre los españoles se situaba en 2024 en los 30 años, frente a los 26,2 años de media de la Unión Europea. Más allá de eso, un trabajador necesita destinar más del 40% del salario en ocho comunidades autónomas para pagar una hipoteca media, según el índice elaborado por el sindicato que preside Pepe Álvarez.

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