El pulso entre Britney Spears y Kevin Federline vuelve a acaparar titulares a casi dos décadas de su divorcio. La publicación la semana que viene de las memorias del ex bailarín y DJ, You Thought You Knew, ha provocado la reacción inmediata de la cantante, que a través de sus redes sociales calificó los relatos de Federline como "extremadamente dañinos y agotadores".

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Federline, de 47 años, traza en su libro un recorrido personal desde su adolescencia en Fresno hasta convertirse en padre de dos hijos junto a Spears. Relata el matrimonio con la artista, que duró tres años y concluyó en 2007, y la prolongada batalla por la custodia de sus hijos, Sean Preston, de 20 años, y Jayden James, de 19, que se resolvió en 2008. En sus páginas, Federline describe episodios de consumo de drogas y alcohol por parte de Spears, así como arrebatos de ira durante los últimos años de su relación.

Entre los pasajes más llamativos del libro está la afirmación de que, en ocasiones, sus hijos despertaban por la noche y encontraban a su madre observándoles "de pie silenciosamente en la puerta, mirándolos dormir –‘¿Ah, estás despierto?’– con un cuchillo en la mano, para luego retirarse sin explicación". Federline advierte que la situación de Spears "parece dirigirse hacia algo irreversible" y que "desde donde yo estoy, el reloj está corriendo; algo malo va a suceder si no cambian las cosas".

Todo por la pasta

La cantante respondió de inmediato. En un mensaje publicado en sus redes sociales este miércoles, Spears rechazó la imagen de madre errática y señaló que siempre ha buscado mantener una relación cercana con sus hijos, a pesar de haberlos visto mínimamente en los últimos cinco años: uno de ellos solo 45 minutos y el otro en cuatro visitas durante ese periodo. "Hablo de esto porque estoy harta y cualquier mujer haría lo mismo", escribió. Su portavoz agregó que Federline y otros se estaban lucrando con su historia, "y tristemente sucede después de que terminó la manutención infantil de Kevin." "Esas mentiras piadosas del libro van a parar directamente al banco y yo soy la única que sale realmente perjudicada aquí", añadió la cantante.

En su mensaje, Spears denuncia la "luz de gas" que ha sufrido por parte de su ex y la presión silenciosa sobre sus hijos para alejarlos de ella. "Las relaciones con los adolescentes son complejas. Me he sentido desmoralizada por esta situación y siempre les he pedido, casi suplicado, que formen parte de mi vida. Lamentablemente, siempre han sido testigos de la falta de respeto que me ha mostrado su propio padre". La cantante, no obstante, apela a la responsabilidad de sus hijos para decidir si quieren verla: "Yo también tengo mi orgullo. A partir de ahora les diré cuándo estoy disponible".

Federline pide "salvar a Britney"

El libro de Federline también revisita la tutela que controló la vida y las finanzas de Spears entre 2008 y 2021, periodo en que la artista fue objeto de una vigilancia extrema tras sus problemas de salud mental. Aunque reconoce que el movimiento #FreeBritney surgió de buenas intenciones, Federline argumenta que ahora debería transformarse en un movimiento para salvar a Britney: "Ya no se trata de libertad, se trata de supervivencia", escribe, apelando al apoyo público para sus hijos y para la cantante.

Spears, por su parte, mantiene la narrativa de su autobiografía de 2023, The Woman in Me, donde desmentía problemas graves de adicción y calificaba la batalla por la custodia como traumática. Señalaba que Federline había impedido deliberadamente que viera a sus hijos y que intentó convencer a todos de que estaba fuera de control. La artista insiste en que ha vivido de manera "sagrada y privada" desde que recuperó su autonomía, y que lo único que le importa es la relación con Sean Preston y Jayden James.

La publicación de You Thought You Knew coincide con un renovado interés de los tabloides en Spears, cuya actividad en redes sociales ha sido objeto de preocupación por parte de su entorno, especialmente por videos en los que aparece bailando con la rodilla vendada o mostrando descuido en la limpieza de la casa. Federline admite que no tiene una solución perfecta para la madre de sus hijos, pero insiste en la necesidad de "dar la alarma" ante una situación que considera delicada y que, según él, pone a sus hijos en el centro de un conflicto que aún no termina.

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