¿Es Carlos Mazón realmente un president en funciones? ¿Ha dimitido formalmente? Según el Gobierno de Pedro Sánchez, no está del todo claro. Y no lo está, esgrime, porque su cese no ha sido aún publicado ni en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana ni en el Boletín Oficial del Estado.

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Pero detrás de esa puntualización jurídica, que la Moncloa destacaba este martes, aunque restándole "importancia", se hallan relevantes matices políticos. Porque un presidente y un Gobierno en funciones tienen poderes mucho más recortados que un presidente y un Gobierno con plenas capacidades. El problema es que en este caso no es fácil delimitar qué puede y qué no puede hacer Mazón porque el diseño de la ley valenciana y de la ley estatal es distinto. De ahí que las lecturas de Ejecutivo central y Generalitat diverjan.

Mazón compareció este lunes en el Palau de la Generalitat para anunciar su salida del poder —sin pronunciar, eso sí, la palabra dimisión—, y lo hizo pasadas las 9 de la mañana. Unas horas más tarde, a las 15.24, registró su renuncia en Les Corts. El escrito, dirigido a la presidenta de la Cámara, Llanos Massó (Vox), es muy simple: "De acuerdo con lo establecido en el artículo 27 del Estatuto de Autonomía y en el artículo 8. d) de la ley 5/1983, de 30 de diciembre, del Gobierno valenciano, renuncio al cargo de president de la Generalitat, para que quede constancia ante estas Corts". La Mesa tramitó este martes esa dimisión y ya están, por tanto, corriendo los plazos para el intento de una nueva investidura. Ahora, los grupos dispondrán de 12 días hábiles —o sea, hasta el 19 de noviembre— para presentar sus propuestas de candidatos ante el órgano rector de la Cámara.

En el Ejecutivo indican que la notificación no había llegado desde Valencia ni el lunes ni el martes: "Nosotros iremos al BOE en cuanto nos lo envíen"

Lo que señalan desde el Gobierno de Sánchez es que realmente no se ha perfeccionado esa dimisión, porque no se ha publicado ni en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ni en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En el Ejecutivo indicaban que lo habitual es que o Les Corts o la propia Generalitat la que remitan a Madrid el decreto de cese del president para que se publique a la vez en las dos publicaciones oficiales. El documento se hace llegar al Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, el que dirige Félix Bolaños, que es de quien depende el BOE. Fuentes próximas al ministro indicaban que esa comunicación no había llegado desde Valencia ni el lunes ni el martes, por lo que no se pudo rebotar nada al BOE. "Nosotros iremos al BOE en cuanto nos lo envíen", ilustran.

En el Ejecutivo entienden que los plazos ya pueden estar corriendo a efectos parlamentarios para que se ponga en marcha una nueva investidura, ya que la dimisión sí está registrada ante Les Corts, pero añaden que, como Mazón no ha comunicado formalmente su salida y esta no ha sido publicada, goza de plenas funciones. Es decir, que técnicamente no se podría hablar de president en funciones, "aunque es obvio que políticamente sí ha dimitido".

Qué ocurrió en 2011

El último caso que camina en paralelo al actual se escribió en 2011. Entonces, el president Francisco Camps fue forzado por su partido a dimitir por su imputación en el caso de los trajes. El 21 de julio de aquel año anunció su renuncia, el 26 Les Corts eligieron a su sucesor, Alberto Fabra —el PP pudo agilizar al máximo los trámites porque disponía de una confortable mayoría absoluta—, y el 28 de julio, el BOE y el DOGV publicaban los reales decretos, firmados por el rey Juan Carlos y por el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de cese de Camps y de nombramiento de Fabra. El mismo día y de manera sucesiva (reales decretos 1143/2011 y 1144/2011, de 27 de julio).

Hace 14 años, los decretos de cese de Camps y de nombramiento de Fabra se publicaron en el BOE y en el DOGV el mismo día, el 28 de julio, para cuando se había producido ya la investidura

En la Moncloa, sin embargo, sostienen que "lo normal es que te cesen por el mismo procedimiento por el que te nombran", por lo que lo convencional habría sido que el decreto de cese estuviera ya publicado, máxime cuando el proceso de transición se puede alargar, dado que el PP depende de Vox. La ultraderecha decidirá si la Comunitat Valenciana tiene un nuevo president (o presidenta) o bien se dirige a las urnas, calculadas para marzo.

El número del BOE del 28 de julio de 2011, el que recogió el cese de Francisco Camps y el nombramiento de Alberto Fabra como 'president' de la Generalitat. | BOE

Las dudas sobre la situación legal en la que está Mazón se deben al diseño algo precario de la ley de Gobierno valenciano, de 1983. La remisión a la hipótesis de la dimisión del president es mínima, y se recoge en el artículo 2.7 de la norma, simplemente para establecer que en los casos de renuncia se elige por el mismo procedimiento al jefe del Consell que cuando se han celebrado elecciones: el presidente de Les Corts, previa consulta con los grupos parlamentarios, propone un candidato a la investidura, que expondrá su programa ante la Cámara. Sale elegido en primera vuelta si cuenta con mayoría absoluta —50 escaños de un pleno de 99—, o en segunda ronda con mayoría simple, a las 48 horas. Si no se consigue ese umbral, podrán tramitarse sucesivas propuestas durante dos meses.

La norma valenciana no baja tanto al detalle como la estatal y no precisa cuáles son los poderes del Consell en funciones y cuando se considera que adquiere esa condición

Pero, según dispone el artículo 2.6, si transcurrido ese plazo desde la primera votación de investidura "ningún candidato obtuviera la confianza de Les Corts", el presidente de la Cámara, "por acuerdo de la Mesa, disolverá la Cámara y el president de la Generalitat en funciones convocará nuevas elecciones". El artículo 8 de la misma ley de 1983 señala que el president puede cesar por diversas causas. Una de ellas, "por dimisión o renuncia". Y añade: "El president de la Generalitat continuará sus funciones hasta que, producida la nueva elección estatutaria del president, se publique su nombramiento por el Rey en el Boletín Oficial del Estado". El artículo 29.2 agrega que los consellers cesan en sus funciones cuando cesa a su vez el president.

Pero la norma valenciana de 1983 no detalla cuáles son los poderes del jefe del Consell y de su equipo cuando están en funciones, y cuándo de hecho se considera que entran en esa condición. No hay un capítulo específico que lo aclare. La disposición final segunda de la norma sí añade que "para lo no previsto en esta ley será de aplicación las disposiciones legales del Estado en la materia, equiparándose los órganos por analogía de sus funciones". Es decir, que para lo que no figure en el texto valenciano habrá que fijarse en la ley estatal.

Mazón remodela su Consell para relevar a Gan Pampols

Y, en efecto, la ley del Gobierno (50/1997, de 27 de noviembre), promovida en los años de José María Aznar en la Moncloa, sí contempla un título específico sobre el Ejecutivo en funciones. Precisa, en su artículo 21, que el Gobierno central "cesa tras la celebración de elecciones generales, en los casos de pérdida de confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su presidente". El Ejecutivo cesante, además, "continúa en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno, con las limitaciones establecidas en esta ley". Un presidente en funciones no puede proponer la disolución de las Cortes, plantear una cuestión de confianza o proponer al Rey la celebración de un referéndum consultivo, y su Gobierno no puede ni aprobar un proyecto de ley de Presupuestos o enviar proyectos de ley al Congreso.

Los grupos tienen un plazo máximo de 12 días hábiles (hasta el 19 de noviembre) para presentar candidatos a la investidura. Después, la presidenta de Les Corts fijará la celebración del pleno entre los tres y siete días siguientes (24-28 de noviembre)

El reglamento de Les Corts, por su parte, sí detalla el procedimiento de investidura. Así, los grupos tienen un plazo máximo de 12 días hábiles —en este caso, hasta el 19 de noviembre— para presentar sus candidatos. Transcurrido ese plazo, la presidenta de Les Corts, oída la Junta de Portavoces, fijará la celebración del pleno de investidura "entre los tres y los siete días siguientes a la finalización de dicho plazo" —entre el 24 y el 28 de noviembre— y propondrá al aspirante con más apoyos entre los grupos. A partir de la primera votación de investidura, se activa la cuenta atrás de dos meses y, si expira, se convocarán automáticamente los nuevos comicios, que se celebrarían entre 54 y 60 días después.

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Este martes, Mazón reunió a su Consell en Alicante. Y lo remodeló para ajustarlo a la salida ya anunciada del teniente general retirado Francisco José Gan Pampols. Sus competencias, las de la Vicepresidencia Segunda y la Conselleria para la Recuperación Económica y Social las asume Vicente Martínez Mus, hasta ahora responsable de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio. Martínez Mus se pone al frente de un macrodepartamento, pues absorbe las del Gan Pampols y se queda con las que ya tenía. En la Moncloa veían con cierta extrañeza el movimiento pues en un Gobierno en funciones un ministro puede asumir las tareas de otro despacho si un compañero sale del Gabinete —por ejemplo, Margarita Robles heredó las competencias de Exteriores el 30 de noviembre de 2019, y por apenas un mes, cuando se marchó Josep Borrell a la Comisión Europea—, pero no se puede remodelar el Ejecutivo.

Transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura, si no hubiera un nuevo 'president', se disolverán Les Corts y se convocarán nuevas autonómicas entre los 54 y 60 días siguientes

Para el Gobierno de Sánchez, por tanto, lo que parece más claro es que Mazón continúa con plenitud de funciones, al menos legalmente, aunque los plazos para una nueva investidura ya estén en marcha. El bipartito, ya lo manifestó en rueda de prensa la ministra portavoz, Pilar Alegría, lo que quiere son elecciones autonómicas, pero "el señor [Alberto Núñez] Feijóo ha decidido poner en manos de Vox el futuro de la Comunitat Valenciana. Entre dar la palabra a los valencianos y valencianas, o dársela a Vox, ha optado por la ultraderecha". El líder del PP fue el que pactó con Mazón su salida y el que este martes inició los contactos con Santiago Abascal para intentar cerrar la elección de un nuevo president lo antes posible. Pero no tiene garantías. Todo dependerá de cuánto quiera tensar la cuerda Vox o si prefiere ir a las urnas. Lo que sí es está claro es que entretanto Mazón seguirá siendo president. En funciones o con más poderes, ahí estaría la duda, al menos para la Moncloa.

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