El cantante Loquillo, que publica la novela Chanel, cocaína y Dom Pérignon (Ediciones B), ha recordado su candidatura para entrar en la junta directiva de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en el año 2002, cuando no le apoyó "ningún compañero de profesión". "Lo intenté, me llevé la hostia y a otra cosa. Pero antes de que alguien se presentara este año y después no se presentaran, ya lo hice yo en 2002, y no vi a ninguno de todos estos que protestan, porque no estaban", ha lamentado en rueda de prensa el autor, quien no obstante entiende que el mundo de la música "es así".
"Esto es un negocio individual y yo voy a la mía, aquí los cuchillos vuelan. De lo contrario, este oficio tendría todos los temas resueltos, entre ellos la SGAE, pero no los tiene porque nunca ha habido ningún tipo de unidad de nada y así estamos", ha destacado, para añadir que esta entidad ya le "pilla muy mayor". "Hice mi trabajo cuando tenía que hacerlo", ha apuntado. Con el título de una de sus canciones, Chanel, cocaína y Dom Pérignon recuerda los pasos del cantante por Barcelona en el año 1985, tras su aventura en el Madrid de La Movida. "Quería contar cómo era todo antes de que llegara el tópico del tópico, con el triunfo de una banda como nos ocurrió a nosotros", ha señalado.
Una de mis máximas es que la vida y la música son un aprendizaje"
De una manera "divertida y no nostálgica", Loquillo retrata una ciudad que "ya no existe", antes de su elección como ciudad olímpica que lo cambió todo -y del atentado de ETA en Hipercor, que sirve de cierre para la novela-. "Las calles eran nuestras y ni siquiera el ayuntamiento podía controlarlo", ha señalado.Echando la vista atrás, Loquillo ha reconocido que ya por entonces "pensaba que iba a durar" todos estos años en el mundo de la música. "Una de mis máximas es que la vida y la música son un aprendizaje. Y yo jamás he renunciado a mi pasado. Tenía claro que cuanto más durase, más por culo iba a dar", ha ironizado.
De hecho, el músico tiene previsto grabar en breve su próximo álbum junto a compositores de varias generaciones, entre ellos Leiva, Santi Balmes o Luis Alberto de Cuenca. "Es muy importante ir siempre a la contra y yo me estoy preparando para envejecer", ha admitido el exlíder de Los Trogloditas.
Saber envejecer
"No hay nada peor que no saber envejecer y yo me estoy preparando: la asignatura del rock español de hoy en día es la de envejecer con elegancia y estoy buscando una manera de prepararme para ello. Lógicamente, el listón es David Bowie, pero el resto solo podemos aspirar a igualarlo", ha indicado.
El rockero catalán, pese a que ha admitido que en los últimos diez años las enfermedades "han estado cerca" de él, ha reconocido sentirse "en estado de gracia". "Lo que viene es muy superior a lo que ha habido hasta la fecha y creo que el próximo disco va a ser el mejor", ha defendido, tras reivindicar su larga carrera. "Tengo una discografía de casi una treintena de discos y nunca me he ido como otros, siempre he estado trabajando. En este sentido, de mi generación salvaría a Olvido (Alaska), que somos los que nos hemos mantenido estando siempre", ha concluido.
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