La Guardia Civil ha detenido a dos personas acusadas de un presunto delito de humillación a las víctimas del terrorismo. Les acusa de atacar y destruir los elementos conmemorativos que en memoria del agente Juan Manuel Piñuel se han ido instalando desde 2017 en el lugar donde ETA colocó una bomba contra la casa cuartel de Legutiano (Alava). Además, les considera autores de colocar pancartas y hacer pintadas de apoyo a la banda terrorista en el mismo lugar.

La operación se inició en febrero de 2017 cuando los investigadores comenzaron a constatar que varios desconocidos procedían de modo sistemático a retirar los elementos en recuerdo del agente fallecido en el atentado que ETA llevó a cabo el 14 de mayo de 2008 contra la casa cuartel de la localidad alavesa. El inmueble tuvo que ser derruido por el mal estado en el que quedó tras el atentado. En el mismo solar, durante los últimos años, familiares y amigos han venido recordando al agente asesinado e instalando en el lugar elementos en su memoria.

Las investigaciones llevadas a acabo en estos años concluyeron en la identificación de los dos presuntos autores a los que se les imputa haber participado en una decena de acciones y que podrían constituir un delito de humillación a las víctimas, según ha informado la Guardia Civil.

'Furgoneta-bomba'

Las deteciones se han llevado a cabo en Bilbao y en Legutiano a cargo del Servicio de Información de la Benemérita y en coordinación del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional.

El atentado fue obra del 'comando Vizcaya'. El miembro de ETA, Arkaitz Goikoetxea, fue condenado a 515 años de prisión como autor del mismo. Los hechos ocurrieron a las 2.55 horas de la madrugada del 14 de mayo de 2008, cuando un miembro de la banda condujo una furgoneta bomba, cargada con entre 150 y 200 kilos de explosivo, y la estacionó con las luces encendidas ante la carretera que discurría por delante del cuartel. Tras bajarse se subió al coche que conducía su compañero de comando, identificado como Goikoetxea, en el que ambos huyeron. Poco después, la furgoneta explotó y provocó la muerte del sargento Piñuel, que se encontraba en el edificio de vigilancia. La explosión provocó heridas a otras 27 personas.

El agente apenas llevaba destinado dos meses en Legutiano, tras su destino anterior en Valencia. Natural de Melilla, el sargento tenía previsto instalarse definitivamente en Málaga, para lo que confiaba en que su estancia en el País Vasco pudiera facilitarle la elección de plaza en un futuro.