El gol de Jude Bellingham al FC Barcelona cuando el clásico agonizaba es uno de los más celebrados en el coliseo blanco en los últimos tiempos. El tanto del inglés a instantes del final no solo dio la victoria a los blancos, sino que dejó LaLiga sentenciada y concluyó una semana de ensueño en la Castellana después de tumbar al Manchester City en Champions.

La acción de Lucas Vázquez, más decisivo que nunca en el choque con el eterno rival, dejó a un incombustible Bellingham con todo a favor para aniquilar las esperanzas blaugranas en la competición doméstica. El británico, que ya decantó el clásico en Barcelona, cumplió con su parte del trato y superó a Ter Stegen para hacer estallar de júbilo a un Bernabéu que sintió el alirón cuanto todavía restan seis jornadas.

El vídeomarcador 360º empujó aún más la euforia que reinó en el estadio, donde miles de madridistas saltaron de su butaca con el golpe definitivo de Bellingham a LaLiga. Uno de los aficionados blancos más ilustres, Rafael Nadal, no pudo contener la emoción en el palco y dejó una reacción que se viralizó inmediantamente en redes.

Salto de alegría, puños al aire, sonrisa, abrazo a los suyos y aplausos ante el gol que dejaba LaLiga finiquitada. Rafa Nadal, que colecciona prácticamente todos los logros posibles en el mundo del tenis, volvió a vibrar con su Real Madrid gracias a la victoria en el clásico.

Rafa Nadal visitó el Bernabéu precisamente después de su regreso en el Conde de Godó y antes de su participación en el Mutua Madrid Open, donde espera continuar con su puesta a punto de cara a Roland Garros y a los Juegos Olímpicos de París.