El 2023 fue el año en el que menos televisión convencional se vio de media por espectador desde que hay registros. Desde el inicio de la medición de las métricas en 1992, nunca hubo menos consumo por persona y día que ahora: 174 minutos, según el balance de GECA con datos de Kantar. En el bajón de la televisión tradicional -diez minutos menos por persona al día que en 2022- el formato que más brilla es el fútbol en abierto, que acapara las diez emisiones más vistas del año.

De los 90 minutos del tiempo reglamentario de la final de la Liga de Naciones entre España y Croacia a los penaltis del mismo evento, la clasificación con las retransmisiones más seguidas del año está copada por partidos en directo. La fórmula en abierto y en exclusiva deja los mejores resultados de audiencia en un momento en el que el consumo televisivo en España muestra una clara tendencia a la baja: desde 2019 la cifra ha caído 41 minutos y desde la referencia de 2013, hace diez años, el descenso es de 70 minutos menos por persona al día.

"El fútbol tiene una gran representación en este tipo de listados porque vive del directo. Son programas evento, que tienen poco sentido si se ven fuera del directo", explica en conversación con El Independiente Elena Neira, experta en nuevos modelos de distribución audiovisual.

Neira incide en la importancia del método empleado para la medición de audiencias en España, los audímetros. 5.000 dispositivos se encuentran distribuidos por los hogares de la geografía española para ofrecer una muestra representativa del consumo televisivo de la población."Hay que tener en cuenta el sesgo que introduce la manera de medir audiencias, ya que se mide un tipo de consumo muy específico: el directo más siete días de diferido. Todo lo que se ve a la carta y fuera de esos requisitos no cuenta", comenta Neira, que destaca la certeza de la reducción de consumo lineal de televisión "en favor de otras modalidades que no están representadas en las mediciones ni las cadenas ofrecen esa información".

El factor diferencial del fútbol en la televisión

La fragmentación de la televisión surgida con la irrupción de nuevos canales y temáticas ha dispersado a los espectadores de la pequeña pantalla. El share alcanzado por La 1 con la final del Mundial de fútbol femenino en la que España se alzó como campeona ante Ingltaterra, 67,70%, se asemeja a valores propios de tiempos pasados, en los que la oferta televisiva y la competencia entre cadenas era casi inexistente.

La capacidad de atracción del fútbol distingue a este tipo de retransmisiones en una parrilla televisiva en guerra total por la audiencia. Neira sostiene que a diferencia de contenidos que han marcado la agenda informativa del 2023 en España como las elecciones generales o la guerra de Gaza, el fútbol en directo se distingue lo más seguido del año por su condición de exclusividad e inmediatez.

"Actualmente hay posibilidad de estar al día por multitud de canales ajenos a la televisión convencional. Se tiende a pensar que cuando un canal pierde audiencia es que se ha ido a otro lado, pero lo que sucede es que hay una fragmentación del consumo. Es decir; no se ve tanto la televisión como antes porque ahora la dieta audiovisual se basa en muchos medios, no solo en la televisión lineal; sin embargo, el fútbol es difícilmente reemplazable, o se ve en directo o no se ve, en el caso de un telediario su valor se puede encontrar en infinidad de sitios, independientemente si es de mejor o peor manera", señala Neira.

El descenso de consumo en la televisión lineal en 2023 coincide con el máximo histórico de lo que la consultora audiovisual Barlovento Comunicación llama 'consumo híbrido', donde se incluye y computa el visionado de internet, radio y videojuegos entre otros. Los espectadores únicos en la modalidad de visionado híbrido, que no son de la televisión de siempre, supera los 43,8 millones de espectadores, con 622.000 espectadores más que en 2022.

Modelo televisivo de la Superliga

El auge del streaming es otro de los rivales de la televisión tradicional. Cuestionada por Unify, la plataforma anunciada por la Superliga para el visionado en abierto de su competición, Neira destaca que si la competición se asienta y coexiste con la Champions League, su modelo televisivo amenaza el negocio de Movistar y Orange en España.

Neira apunta que la mayor desventaja del streaming es técnica: "La radiodifusión está preparada para soportar consumos concentrados y simuláneos sin problema. Se pueden conectar millones de personas a la vez para un partido de fútbol, mientras que en el streaming no es tan sencillo", añade Neira, que asevera que la Superliga tendría que destinar una cantidad importantísima de recursos tecnológicos si quiere llevar a cabo su idea.

"Hay casos de gigantes como Amazon que han tenido problemas con el streaming para ofrecer la gala de Operación Triunfo. La Superliga no tendrá problemas de dinero, pero requiere una infraestructura bestial para conseguir dar en streaming, en abierto y para todo el mundo su producto", concluye la experta en nuevos modelos de distribución audiovisual.