Tras una cascada de recursos y contrarrecursos, el grupo Barceló y Air Nostrum se han impuesto a Air Europa y se han adjudicado de manera definitiva el contrato del Gobierno para operar los vuelos de repatriación de inmigrantes irregulares, valorado en 11,88 millones de euros.

Las aerolíneas Evelop y Orbest –ambas filiales de Barceló- y Air Nostrum –franquiciada de Iberia para vuelos regionales- se encargarán durante los próximos 18 meses de las operaciones de traslado a sus países de origen de extranjeros que se encuentran de manera irregular en España, y que las organizaciones sociales han bautizado como vuelos de la vergüenza.

El Ministerio del Interior ya ha formalizado el contrato con los nuevos adjudicatarios, lo hizo hace una semana, y la operación se ha consagrado con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el pasado viernes.

La formalización del contrato llega después de una larga batalla legal entre los dos consorcios que aspiraban a hacerse con el servicio. El pasado abril, Air Europa y Swiftair se adjudicaron inicialmente el concurso, a pesar de que su oferta era más cara y gracias a la descalificación de Barceló y Air Nostrum por supuestamente incumplir uno de los requisitos de los pliegos.

Sin embargo, el consorcio perdedor recurrió la decisión y el Tribunal de Recursos Contractuales –órgano inscrito al Ministerio de Hacienda- le dio la razón, y Barceló y Air Nostrum acabaron haciéndose con el contrato del Gobierno. Una decisión que llevó a Air Europa, filial del grupo Globalia, a presentar igualmente un recurso para tratar de revocar esa decisión.

El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales finalmente ha decidido desestimar el recurso de Air Europa. La aerolínea de Globalia puede ahora llevar su denuncia a la justicia ordinaria, pero la continuación de la batalla legal por la vía contencioso administrativa no implica la paralización de la ejecución del contrato.