La recaudación de Hacienda y de la Seguridad Social experimentarán un contundente aumento si el empleo y la actividad económica mantienen el ritmo con el que ha arrancado 2017. Las previsiones que está barajando el Gobierno en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado estiman un incremento cercano a los 20.000 millones, procedentes de los impuestos y de las cotizaciones. Es decir, de las dos partidas de ingresos con más peso en las cuentas públicas (el año pasado supusieron el 88% del total).

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, llevan un mes y medio perfilando las grandes líneas de la ley más importante del año. Ni uno ni otro lo tenían previsto, o al menos no lo veían claro, hasta que Mariano Rajoy dio la orden de empezar a redactarlos, a pesar de no tener garantizado el apoyo parlamentario. Es el primer año de una nueva legislatura y el presidente del Gobierno no está dispuesto a afrontarlo con una mera prórroga presupuestaria del anterior.

Las primeras cifras que maneja Hacienda apuntan a un récord de recaudación tributaria en lo que va de década. La subida rondará los 15.000 millones, lo que se traduciría en un incremento superior al 6,2% experimentado en 2016.

Mayor recaudación tributaria

Al aumento contribuirán, sobre todo, las modificaciones efectuadas sobre el Impuesto de Sociedades, que aportarán 4.600 millones de euros procedentes de las empresas. También la subida de los impuestos especiales y la creación de un nuevo gravamen sobre las bebidas azucaradas. Pero también jugará muy a favor de Hacienda la recuperación de la inflación, puesto que la subida de los precios se traduce en un incremento de los ingresos del IVA.

Fuentes gubernamentales aseguran que los datos que han recabado en los dos primeros meses de 2017 permiten sostener la previsión de los 20.000 millones extra en tributos y cotizaciones. También que España podría atajar el déficit y cumplir con la Comisión Europea. El Ejecutivo mantiene, tal y como prometió en el Plan Presupuestario remitido a Bruselas, que concluirá el año con más de 19 millones de ocupados y una tasa de paro inferior al 17%. La previsión oficial de PIB está refrendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ambos coinciden en que la economía crecerá un 2,3% en 2017, inferior al 2,9% del año pasado, pero superior a la media de la Eurozona. La CEOE o Funcas auguran un crecimiento superior, del 2,5%.

Partidas de gastos

El descenso de los gastos financieros y el menor coste de las prestaciones por desempleo ayudarán, junto a la mejora de los ingresos, a reducir el déficit. Fuentes del Gobierno aseguran que el desequilibrio presupuestario de 2016 rondará el 4,6% exigido. Y no descartan que España pueda cumplir el 3,1% pactado para este año, asumiendo incluso una subida del 1% en la nómina de los funcionarios.

En cuanto a las partidas de gasto, los Presupuestos que está elaborando Hacienda apuntan a un recorte del gasto de la Administración Central próximo a los 5.000 millones. El de las autonomías crecerá entre 4.000 y 5.000 millones, mientras que los ayuntamientos gastarán 1.000 millones más. El gasto en pensiones aumentará en torno a los 4.500 millones.

El calendario de Rajoy

El objetivo de Hacienda es tener estas y otras cifras perfectamente afinadas en los próximas días, para cumplir con el deseo de Rajoy de presentar los Presupuestos “antes de Semana Santa”. La decisión del presidente pilló a contrapié a muchos miembros del aparato económico y del  partido, empezando por el propio Montoro. Los partidarios de prorrogar las cuentas de 2016 abogaban por evitar el desgaste político que podía suponer la desaprobación en el Parlamento por la falta de respaldo.

Tal y como informó El Independientela opinión de las filas populares ha cambiado. “Todos nos hemos puesto ya en la tesis de Rajoy, por la cual, si presentas los Presupuestos dejas la pelota en el tejado de la oposición, que es la que se retrata”, afirman desde el PP. Incluso frente a Europa, Moncloa cree que no quedará malparada “porque lo importante, lo que les preocupa en Bruselas, es el techo de gasto y el déficit".