La batalla entre la Comisión Europea y Google todavía no ha llegado a su final. Tras resolver el primero, de los tres casos que investigan los reguladores europeos, con una multa récord de 2.420 millones de euros por el abuso de mercado de la compañía con su servicio Google Shopping, ahora le toca el turno al caso que rodea a Android.

El sistema operativo para dispositivos móviles creado por la firma de Mountain View lleva años bajo la lupa de las autoridades de competencia europeas y, según informa Reuters, podría provocar que la Comisión Europea imponga una multa aún mayor antes del final del año 2017.

El pasado mes de abril la Comisión Europea acusó a Google de usar el dominio que tiene con Android para favorecer sus productos frente al de sus competidores. Así, la CE explica que el buscador obligaba a los fabricantes de smartphones a instalar de serie su buscador y su navegador Google Chrome, sin dejar que el usuario pueda escoger desde el principio qué buscador y qué navegador usar.

Las investigaciones de la Comisión Europea comenzaron después de las reclamaciones que presentaron Disconnect, una empresa de adblock, el contenedor de aplicaciones portugués Aptoide y el buscador ruso Yandex, que impulsaron las actuaciones comunitarias contra Android.

Camino agresivo

De momento, los reguladores europeos han recurrido a un panel de expertos a los que han decidido pedir opinión antes de emitir un dictamen en firme sobre las actuaciones de Android. El dinero, en cualquier caso, es una vez más lo de menos. Lo que de verdad preocupa en Google es cómo pueden afectar estas decisiones al dominio que tiene la compañía en muchos campos dentro de internet.

El camino agresivo marcado por la comisaria de Competencia de la Unión Europea, Margrethe Vestager, también preocupa al resto de gigantes tecnológicos estadounidenses que tienen una fuerte presencia en el Viejo Continente. A la multa que recibió Google hay que sumarle los 13.000 millones de euros que Apple tendrá que pagar a Irlanda por su relación fiscal, o a los más de 1.000 millones de euros que ya tuvo que abonar Intel en el 2009 por abuso de mercado. Por el medio también han recibido multas otros grandes actores como Microsoft, si bien han sido algo más bajas.

Este no sería el último caso que tiene abierto la Comisión Europea contra Google. Aún quedará por juzgar el caso de AdSense, otra de las plataformas de la compañía, en una investigación que comenzó hace más de siete años y a la que no se le ve un final cercano.