Hay un lugar en la geografía española en el que sindicatos y patronal se entienden a las mil maravillas: se trata de la Mesa por el Tren de Granada, una ciudad hiperturística que este martes 8 de agosto cumple 855 días sin tren. La única capital de provincia en España sin conexión ferroviaria vive una situación esperpéntica, sazonada por las continuas mentiras del Ministerio de Fomento que, desde marzo de 2015, lleva posponiendo periódicamente la apertura del AVE a fechas que nunca se cumplen.

El tren se cortó precisamente por las obras del AVE. La última previsión es que la alta velocidad llegará en una fecha indeterminada que se ubica en el primer trimestre de 2018, esto es, prácticamente tres años después de que se anunciara el corte ferroviario que iba a durar cuatro meses. Eso si se cumplen los planes ministeriales: recientemente las adjudicatarias Dragados (ACS) y Tecsa han reclamado un modificado de obra del 20% en el viaducto de Puente Quebrada, al que hay que añadir un nuevo sobrecoste en la interminable Variante de Loja.

El aislamiento data de marzo de 2015 e iba a durar cuatro meses

"Está previsto que las obras concluyan a finales de 2017, salvo incidencias inherentes a las propias obras", conceden portavoces de Adif a El Independiente. "E inmediatamente se iniciará el proceso de pruebas, se cumplirán los trámites con la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, se dará la formación a maquinistas, etcétera. La fecha concreta de la puesta en servicio de la línea dependerá del desarrollo de estos procesos", indican en el Administrador de Infraestructuras. Es decir, no hay una fecha concreta de apertura.

"En las obras de la zona de Loja, los trabajos de adaptación del trazado a los requerimientos de la alta velocidad continúan en marcha y avanzan conforme al plan previsto", informan en Adif. Desde hace meses, la contestación es la misma: las obras avanzan a buen ritmo. Pero nunca concluyen.

No hay fecha concreta para la reapertura, más allá del primer trimestre de 2018

Las pernoctaciones hoteleras en lo que va de año han caído aproximadamente un 1% según el INE, a pesar de tratarse de un año récord para el turismo por la inestabilidad de los países de la cuenca sur mediterránea. No por nada, Granada es la segunda ciudad española con más pisos turísticos con relación a su número de habitantes. La patronal granadina CGE (Confederación de Empresarios de Granada) ha elaborado recientemente un decálogo de 20 puntos con las necesidades de la ciudad andaluza: los tres primeros aluden a la problemática ferroviaria y al aislamiento, además de la necesidad de impulsar el Corredor Mediterráneo y de reclamar el soterramiento de las vías.

Renfe reconoce con la boca pequeña una caída del 33% de viajeros en los últimos doce meses. Pero con la boca grande el operador ferroviario vende los números de la combinación de tren y bus, denominada Tarifa Promocional Alhambra. Y el desplome turístico por tren en realidad es mayor de lo que se cuenta: en los mejores meses de lo que va de 2017 (abril y mayo), el tren + bus (tren hasta el municipio de Antequera, autobús hasta Granada) lo cogieron 11.000 personas; tres años antes, en 2014, llegaban por tren a Granada más de 20.000 viajeros mensuales. Una reducción de como mínimo la mitad.

"Laboralmente hemos perdido muchos puestos de trabajo"

"Laboralmente, el aislamiento de Granada nos afecta mucho", deplora el secretario general de Comisiones Obreras en esta provincia, Miguel Torre. "Hemos perdido un 8% de los empleos que dependen directamente del ferrocarril desde que se produjo el corte, a lo que hay que sumar decenas de despedidos por cese de actividad de los trabajadores de limpieza que antes se ocupaban de los trenes Talgo y de los servicios a bordo. Menos mal que tenemos la joya de la corona, la Alhambra", agrega el sindicalista.

La prensa local ha informado de la pérdida de congresos y eventos de negocios en una ciudad muy querida por los empresarios para organizar este tipo de cónclaves. Las manifestaciones y concentraciones de vecinos se suceden. Plataformas ciudadanas amenazan con paralizar las obras si estas no incluyen el soterramiento de las vías a su paso por algunos barrios como el de la Chana. Sin embargo, la Universidad de Granada ya ha dicho que se opone a semejante operación urbanística, estimada en más de 300 millones de euros.

La ciudad pierde congresos empresariales y los vecinos piden el soterramiento

"Fomento se comprometió a proporcionarnos información regularmente sobre la situación de las obras", recuerda Miguel Torre, de CCOO. "Pero cuando empezaron a quedar al descubierto las chapuzas, el ministerio nos escamotea este compromiso. Cuando me preguntan por Loja siempre respondo que desconozco cómo van los trabajos". Todo lo que tiene que ver con el tren es un caos en Granada.