Iberia empezó a reinventarse hace cuatro años. La aerolínea, ahogada por los números rojos, empezó a aplicar en 2013 un duro plan de ajuste en un momento en que desde IAG, su matriz, incluso se coqueteaba públicamente con la idea de echar el cierre a la antigua compañía de bandera españa. Rebajas de salarios, recorte de vuelos y cierre de rutas, exigentes medidas de mejora de la productividad y también una importante reducción de plantilla.

Iberia ha ejecutado dos expedientes de regulación de empleo (ERE) voluntarios en los últimos años y ahora se dispone a negociar con los sindicatos un tercero. Con los dos primeros, de la compañía han salido 4.561 trabajadores de la aerolínea. Con el ERE que la aerolínea ahora quiere empezar a aplicar se les sumarán un máximo de otros 955 empleados más.

La compañía ha destinado ya casi 900 millones a dos ERE, ahora ultima el tercero en que gastará otros 100 millones

Una vez se complete el nuevo ERE, que también será de carácter voluntario y pactado con los sindicatos, la aerolínea puede acabar reduciendo su plantilla en unos 5.500 empleados, recortando su personal hasta el entorno de los 14.000 individuos. Y la factura para conseguirlo es abultada: la compañía destinará previsiblemente algo más de 1.000 millones de euros para financiar el recorte de plantilla.

En cualquier caso, la compañía no puede saber aún el número final de trabajadores que saldrán del grupo con el nuevo expediente. Y es que esa cifra de 955 empleos es el máximo de salidas que plantea la compañía aérea, pero el ERE es voluntario y el recorte de plantilla finalmente dependerá de cuántos empleados decidan acogerse a él.

Más de 100 millones para el nuevo ERE

Las cuentas anuales de Iberia correspondientes a los últimos ejercicios revelan que la compañía ha gastado un total de 309 millones de euros para financiar los dos últimos ERE: 69 millones en 2014, 129 millones más en 2015 y 111 millones en 2016. [En paralelo, la aerolínea ha destinado en los últimos cuatro años otros 223 millones más para sufragar los costes derivados de otros ERE anteriores a 2013].

La aerolínea va a lanzar otro ERE para un máximo de 960 trabajadores

El grupo aéreo aún contaba a principios de este año con provisiones por importe de otros 575 millones para financiar estos recortes de reestructuración durante los próximos ejercicios, dado que una parte importante de las salidas se trata de prejubilaciones que implican que la compañía sigue pagando parcialmente durante varios años los salarios de los empleados.

Hasta ahora, con los ERE ya ejecutados, Iberia ha tenido que destinar 885 millones para financiarlos (entre el presupuesto ya ejecutado y el provisionado). Y, según estimaciones de varias fuentes financieras consultadas por El Independiente, el nuevo recorte de otros 955 empleos que prepara la compañía le obligará a desembolsar entre otros 100 y 125 millones de euros para cubrir las indemnizaciones y las prejubilaciones. Fuentes de la compañía consultadas por este diario simplemente apuntan que los costes derivados del nueve ERE estarán en línea con los asumidos en los anteriores expedientes, sin ofrecer detalles.

Tras los ajustes, la aerolínea hoy vuelve a ser rentable, ha recuperado ya todas las rutas que cerró con su plan de reestructuración y ha abierto otras nuevas con calado estratégico (singularmente las de China y Japón), e incluso ha vuelto a contratar pilotos para atender la creciente oferta de vuelos.

Iberia perdía en 2012 un millón de euros cada día –se insiste desde la compañía- y aún se dejaba medio millón diario en 2013. Un año después, los recortes dieron la vuelta a los resultados, y la compañía obtuvo un beneficio operativo de 50 millones, que fue de 247 millones en 2015, y de 271 millones en 2016. A pesar de haber dejado atrás los números rojos, desde la compañía se justifica el nuevo ERE en que el nivel de rentabilidad y de ingresos aún no es suficiente para financiar la renovación de flota, asumir los intereses de deuda o para competir en estructura de costes con sus rivales.