La Unión Europea puso fin el pasado 15 de junio al roaming, el odiado sobrecoste que cobraban las operadoras de telecomunicaciones a sus clientes por las llamadas, los mensajes y, sobre todo, la conexión a internet que hacían en otro país.

Desde este verano, las tarifas que los clientes pagan por una llamada, por navegar o por conectarse al Whatsapp es la misma fuera y dentro de su país. No hay coste adicional en los viajes por Europa para los usuarios. Entre las compañías de telecomunicaciones sí siguen pagándose unas a otras cuando sus clientes usan la red de otra operadora durante el viaje, pero la UE ha reducido drásticamente el precio máximo que pueden establecer por este servicio mayorista.

Ante este nuevo escenario, las grandes telecos españolas se temían lo peor. La posición de España como una potencia global del turismo, como gran receptora de turistas internacionales, convertía a las operadoras españolas en las grandes perjudicadas del fin del roaming, ya que darían servicio a millones de turistas extranjeros pero a precios muy inferiores a los de años anteriores.

Sin embargo, durante este verano las filiales españolas de las grandes telecos han visto cómo han acabado sorteando el impacto del fin del cobro por itinerancia gracias al mayor número de turistas internacionales que llegan a España y porque se ha disparado el consumo de datos móviles en este primer verano sin roaming¸ sobre todo en los grandes destinos vacacionales de sol y playa. Las compañías cobran menos a cada uno de los clientes, pero es que hay muchos más clientes y usan mucho más su teléfono.

Lo comido por lo servido

Las grandes telecos han constatado el incremento desorbitado del consumo de internet en el móvil este verano. Orange ya adelantó hace un par de meses que el tráfico de datos de los viajeros extranjeros en su red española se disparó cerca de un 400% durante el verano. Y Telefónica y Vodafone confirman que el consumo de datos de clientes foráneos se ha más que triplicado desde el fin del roaming.

Y este mayor consumo es el que ha hecho que el zarpazo se haya compensado. “Los turistas europeos que vienen a España se benefician de que la interconexión es más barata, lo que hace que caigan nuestros ingresos. Pero son muchos más clientes y gastan mucho más”, explica el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra. “Al final el efecto en nuestras cuentas es prácticamente neutro”, dado que además los pagos por los clientes españolas que viajan al extranjero también son menores ahora.

“Lo comido por lo servido”, resume por su parte el director financiero de Orange España, Diego Martínez, sobre el efecto de los costes y los ingresos del fin del roaming para la compañía. La filial española del grupo francés confirma que sus gastos minoristas (los pagos por el uso de redes de sus clientes en otro país europeo) han caído, y los ingresos mayoristas (los que cobra a otras telecos europeas por ceder su red a los turistas que vienen a España) se han disparado por el fuerte aumento del uso de datos de internet móvil.

Por su parte, Telefónica ha cifrado en 70 millones de euros el impacto neto negativo que el fin de roaming ha acabado teniendo en sus cuentas del tercer trimestre del año. Pero para el consejero delegado del grupo, Angel Vilá, ese efecto tanto en los ingresos como en el resultado bruto de explotación (oibda) ha sido positivo en el caso de España y negativo para sus filiales en Alemania y Reino Unido.

Inversiones millonarias en redes

Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil se han visto obligadas a reforzar sus redes para aguantar el incremento previsto del tráfico, sobre todo en las zonas más turísticas. Orange ha invertido en lo que va de año 35 millones de euros para ampliar la capacidad en sus estaciones de red (21,4 millones se destinaron en concreto a localidades de especial afluencia turística).

El resto de operadoras no han desvelado el importe de las inversiones realizadas para garantizar el buen funcionamiento de sus conexiones, pero todas confirman que han tenido que hacer un esfuerzo adicional. “´Para hacer frente al fin del roaming se han hecho inversiones en zonas específicas turísticas y por el mayor uso en verano”, dice Coimbra, de Vodafone. “Pero se tratan de inversiones en las redes muy pequeñas en comparación con la inversión total que hemos venido ejecutando para soportar el fuerte incremento consumo de datos de nuestros clientes con carácter general”.