Los números rojos impregnan la evolución bursátil de Bankia en la mañana de este martes. Los títulos del banco que lidera José Ignacio Goirigolzarri arrancan la jornada con recortes ligeramente inferiores al 2% y le sitúan al frente de los recortes del Ibex.

Estas caídas se producen pocos minutos después de que el Estado confirmara la venta de un 7% de su participación en la entidad nacionalizada. La venta se ha ejecutado a un precio de 4,06 euros por acción, lo que representaba un descuento del 2,6% respecto al precio de cierre del lunes. "Este tipo de operaciones suelen perjudicar la cotización a corto plazo, al acercarse ésta al precio de colocación", explican los analistas de Bankinter.

Bankia arrancaba la sesión de este martes desde sus niveles más elevados desde el pasado mes de agosto. En sólo tres semanas, sus títulos se habían revalorizado más de un 10%. Aún así, su cotización se mantiene más de un 11% por debajo de los máximos anuales que registró el pasado mes de mayo.

Desde entonces, el banco se ha visto golpeado en bolsa por la atonía de los tipos de interés, que perjudica de forma significativa su cuenta de resultados, y por las propias incertidumbres generadas por el proceso de venta por parte del Estado, que estaba sobre la mesa desde hace varios meses. De hecho, los analistas y desde la propia entidad defienden que el repunte de las posiciones cortas -apuestas de los inversores a que caiga el valor de sus acciones-, que la semana pasada alcanzó un máximo histórico al representar el 4,5% del capital, responde en gran medida a la espera venta de acciones del Frob.

Los términos de la venta han sido interpretados de forma positiva por los analistas. "Valoramos positivamente que el descuento es limitado (sólo 2,7% frente al 4,4% en la colocación anterior de un 7,5% del capital en febrero de 2014), en la medida en que la cotización ya ha estado recogiendo la posible salida de papel, con un peor comportamiento relativo al resto del sector bancario", apuntan los analistas de Renta 4. Además, en esta firma aseguran que "en el medio plazo, debería resultar positivo al reducir el riesgo de salida de papel en el futuro porque el Frob reduce su participación actual del 67,6% de Bankia más BMN al 60,6%, así como por la mayor liquidez derivada de un mayor free-float (acciones que se negocian libremente en mercado)".

Tras esta venta, el Frob debe continuar con el proceso de desinversión en Bankia. En este sentido, en Bankinter observan que "cabe recordar que el Ejecutivo amplió hasta 2019 el plazo para concluir la privatización de Bankia. Pensamos que el Frob tiene margen de maniobra para implementar una estrategia de venta ordenada con flexibilidad y en paquetes accionariales de tamaño medio".