La sombra de la sospecha sobrevuela al consejero delegado de Intel, Brian Krzanich. El principal directivo del mayor fabricante de chips del mundo se deshizo el pasado 29 de noviembre de acciones de la compañía por un valor de 39,32 millones de dólares (32,6 millones de euros), apenas un mes antes de que se hicieran públicos los defectos de seguridad que afectan a los procesadores Intel fabricados en la última década.

Según los registros de la SEC (el regulador de los mercados de Estados Unidos), consultados por el portal de noticias MarketWatch, Krzanich ejecutó el pasado 29 de noviembre la venta de miles de acciones de la compañía, adquiridas a través de un programa de stock options (derechos sobre acciones), que le permitía comprar títulos de Intel a un precio muy inferior a su cotización actual. Asimismo, se desprendió de otro paquete de títulos que ya tenía en su poder, hasta reducir su participación en la compañía a 250.000 acciones, el mínimo que debe poseer, según el reglamento interno de la compañía.

Estas acciones se vendieron a un precio medio de entre 44,05 y 44,55 dólares, lo que supuso unos ingresos totales de 39,32 millones y unas ganancias netas -descontado lo invertido en la compra de las stock options- de alrededor de 25 millones.

Según distintos medios, Intel era consciente del fallo de sus procesadores desde junio

Krzanich realizó estas ventas a través del procedimiento 10b5-1, que gestiona las ventas de los directivos para evitar sospechas de uso de información privilegiada en estos movimientos. Sin embargo, las dudas se ciernen sobre el comportamiento de Krzanich, una vez que se han hecho públicos los defectos de seguridad denominados Meltdown y Spectre, que afectan a casi todos los ordenadores del mundo y que podrían suponer un golpe significativo para la compañía.

Las acciones de Intel sufrieron este miércoles un retroceso en bolsa del 3,39%, su mayor tropiezo desde el pasado mes de abril. Y este jueves registraban descensos superiores al 2% en las operaciones previas a la apertura del mercado.

Desde Intel han asegurado a MarketWatch que las ventas realizadas por Krzanich no están relacionadas con el problema que afecta a los chips de la compañía. Pero distintas informaciones apuntan que la dirección del gigante tecnológico conocía el grave defecto de estos procesadores desde el pasado 1 de junio.

Desde entonces y hasta que se conoció la noticia este miércoles, las acciones de Intel experimentaron una remontada en bolsa próxima al 30%, que ha situado sus precios en sus niveles más elevados desde 2000, cuando se vio fuertemente golpeada por el estallido de la burbuja puntocom.

La positiva evolución de su negocio de chips ha sido la base en la que la compañía ha edificado su excelente rendimiento bursátil, que ha elevado su valoración por encima de los 210.000 millones de dólares.

Pero los recientes problemas pueden poner en riesgo su primacía en este terreno, donde otros fabricantes como AMD ya acechan su liderazgo. Aunque Intel ha asegurado que algunos procesadores de AMD y ARM también están afectados por estos problemas de seguridad, lo cierto es que sus competidores se han beneficiado en bolsa de los problemas del gigante del sector.

Las acciones de AMD escalaron el miércoles más de un 5%, mientras que el grupo japonés Softbank -propietario de ARM- repuntaba este jueves un 4,18%.

Con todo, los expertos de Nomura se muestran confiados en que el fallo de los procesadores tendrá un efecto leve en el negocio de Intel y mantienen su recomendación de compra sobre las acciones de la compañía.