Economía

PP, Cs y PSOE pugnan por el voto de los jóvenes dando ayudas por 500 millones

Con el mismo presupuesto, el PSOE propone becas para volver a las aulas y subvenciones al primer empleo para universitarios, mientras que PP y Ciudadanos han acordado un complemento salarial para quien logre un contrato de formación

Alrededor de un 20% de los jóvenes españoles ni estudia ni trabaja.
Alrededor de un 20% de los jóvenes españoles ni estudia ni trabaja. | Europa Press

PP , Ciudadanos y PSOE han lanzado en las últimas semanas sendas propuestas para fomentar el empleo juvenil que coinciden en casi todo. Todas manejan un presupuesto de 500 millones de euros, se encuadran en el marco del programa de Garantía Juvenil, prevén ayudas de unos 430 euros mensuales para los beneficiarios y cuentan con llegar a unos 100.000 jóvenes. Sin embargo, los detalles evidencian grandes diferencias. Mismo presupuesto, distinta filosofía.

La apuesta que refleja el Presupuesto del Gobierno parte de la iniciativa de Ciudadanos bautizada como 'complemento salarial'. Se trataba de una idea que los de Albert Rivera lograron introducir en las cuentas de 2017, pero que aún no había tenido desarrollo. Lo cierto es que desde la idea original a lo que finalmente se ha plasmado en los papeles ha habido un proceso de difuminado.

Ciudadanos perseguía una ayuda progresiva para rentas bajas, que sirviera como complemento a los salarios, en forma de impuesto negativo. Sin embargo, el Gobierno, para poder ganarse el apoyo de la formación naranja sin elevar demasiado el presupuesto de gastos, optó por introducir esta ayuda a través del programa de Garantía Juvenil, que cuenta con financiación europea.

Para ello, fue necesario adaptar el complemento al programa (de lo contrario, la UE no habría accedido), y la propuesta ha quedado en una 'ayuda económica de acompañamiento' de 430 euros mensuales para jóvenes en paro y sin estudiar, menores de 30 años e inscritos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, que consigan un contrato de formación y aprendizaje. Este matiz es importante, pues el esfuerzo por un trabajo corre a cargo del beneficiario de la ayuda.

Así es que estos jóvenes, además del salario que le corresponda, contarán con un sueldo extra de 430 euros -el equivalente al 80% del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (Iprem)-  durante un máximo de 18 meses (36 meses en caso de discapacidad). En total, partiendo del salario mínimo interprofesional (SMI), de 736 euros al mes, estos jóvenes alcanzarán un sueldo de al menos 1.166 euros mensuales.

El Presupuesto asignado a esta ayuda es de 500 millones de euros y prevé beneficiar a unos 102.000 jóvenes. Además, el Gobierno ha incrementado la partida de bonificaciones a la conversión de contratos de duración determinada en indefinidos para introducir una nueva de 250 euros mensuales durante tres años para las empresas que hagan fijos a los beneficiarios de este complemento salarial.

PSOE: becas de éxito y aunar empleo y vocación

Frente a esta iniciativa, una vez conocidos los Presupuestos de 2018, el PSOE ha movido ficha y ha presentado una propuesta en la que, haciendo uso de esos mismos 500 millones de euros, pone otras cartas bien diferentes sobre la mesa. Su idea para ayudar (y captar el interés) de los jóvenes sin empleo y con pocos estudios, pivota en torno a dos programas: las becas de éxito y el programa de primera experiencia profesional, también en el marco del Sistema Nacional de Garantía Juvenil.

En el caso de las becas, los socialistas pretenden incentivar a los jóvenes desocupados de entre 18 y 30 años a "dejar de buscar trabajos precarios" (en clara alusión a la búsqueda de contratos de formación y aprendizaje) y que inviertan su tiempo en formarse. Para ello, establecen un montante de dinero que cobraría mensualmente el joven si vuelve a los estudios y que cobrará sólo si aprueba los estudios que esté cursando: el importe mensual sería equivalente a los subsidios no contributivos, de 426 euros, y se obtendría al finalizar los estudios.

Se establecerían tres casos, en función del tipo de formación que se seguiría. En primer lugar, para aquellos jóvenes sin empleo mayores de 18 años y menores de 30 años que quisieran retornar al sistema educativo para finalizar la ESO en una escuela de adultos, la beca tendría un importe de 1.704 euros por cuatrimestre, puesto que cada curso dura cuatro meses.

Los jóvenes con estudios de ESO completados sin empleo en el mismo tramo de edades que quisieran retornar al sistema educativo para cursar un ciclo de grado medio o superior de Formación Profesional presencial, cobrarían 3.834 euros por curso académico, en tanto que los cursos duran nueve meses.

Finalmente, para aquellos jóvenes sin empleo que quisieran cursar una formación profesionalizadora a través de certificados de profesionalidad financiados por los servicios autonómicos de empleo, la beca sería de 1.863 euros por curso, suponiendo una duración media de los cursos de 350 horas y realizando 20 horas semanales.

El PSOE estima que estas becas podrían llegar a 92.200 jóvenes al año, con un coste de unos 200 millones de euros. Los otros 300 millones de euros, hasta completar los 500, se destinarían, dentro de la propuesta de los socialistas, a subvencionar los costes salariales totales, que incluyen las cotizaciones a la Seguridad Social, cuando se contrate a jóvenes con estudios superiores (estudios universitarios o ciclos de formación de grado superior), ciclos de grado medio de formación profesional o que hayan cursado certificados de profesionalidad, en entidades locales y el sector público de las comunidades autónomas. El PSOE ofrece esta subvención durante nueve meses siempre que "el empleo esté directamente relacionado con sus estudios".

Bajo estos supuestos, el PSOE estima que el coste por cada uno de los trabajadores subvencionados alcanzaría los 2.500 euros mensuales (se trata de una aproximación del coste medio laboral), lo que equivale a 22.500 euros por joven (durante nueve meses). Puesto que el presupuesto que los socialistas quieren destinar a esta medida es de 300 millones de euros, el montante total de beneficiarios sería de 13.300 jóvenes.

De lo que se trata, por tanto, dentro de la filosofía socialista, es de dotar a los jóvenes de formación, financiar parte de su coste, para que puedan acceder a un empleo de calidad (que no está asegurado), y también de subvencionar empleos en los que puedan volcar los conocimientos adquiridos, en lugar de completar el sueldo de un trabajo de iniciación, pero orientado también al aprendizaje. No obstante, la propuesta incluye del Gobierno incluye además beneficios en las cuotas para aquellas empresas que conviertan estos contratos en indefinidos.

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