Economía

Las ofertas de trabajo para los parados mayores de 45 años: vigilante, cartero o taxista

La edad y la falta de formación relegan al colectivo a empleos que son a menudo el último recurso

Los mayores de 45 años encuentran empleo como carteros, taxistas o vigilantes.

Los mayores de 45 años encuentran empleo como carteros, taxistas o vigilantes. Wikimedia Commons

Los parados de larga duración mayores de 45 años son los principales rezagados de la recuperación económica. De los 3,7 millones de desempleados que aún esperan encontrar un trabajo en España en términos de Encuesta de Población Activa (EPA), casi 1,9 millones lleva en el dique seco más de un año (el 50% del total) y, de estos, casi la mitad supera esa edad.

Esto es así porque este colectivo reúne las peores condiciones para optar a un empleo. En su mayor parte, se trata de personas con escasa formación y, como factor común, su edad es un obstáculo en la mayoría de los procesos selectivos. Y estos mismos motivos explican que, para aquellos que logran salir del desempleo, la situación siga siendo dura y, en muchos casos, mal remunerada.

Evolución mensual e interanual de contratos a mayores de 45 años

Evolución mensual e interanual de contratos a mayores de 45 años

Las propias estadísticas del Ministerio de Empleo reflejan esta realidad. El departamento que dirige Fátima Báñez publica mensualmente un indicador de 'Ocupaciones con tendencia positiva en la contratación'.  Los datos de empleo del mes de abril muestran una recuperación de la actividad entre los mayores de 45 años tras meses de atonía o incluso de descensos, como fue el caso de marzo. Pero este rayo de luz no hace sino alumbrar la realidad de lo que le depara al colectivo una vez accede a un empleo: trabajo duro y, en muchos casos, poco remunerado.

Los trabajos disponibles para mayores de 45 años

Para tener una buena fotografía de la contratación entre los mayores de 45 años es preciso tomar varios meses como referencia, puesto que el número de empleos es escaso y la estadística está sujeta por ello a muchos cambios. Desde el mes de enero, por ejemplo, hay una serie de ocupaciones que de forma recurrente presentan los mayores incrementos en la contratación.

Se trata de trabajadores al cuidado de personas a domicilio; vigilantes de seguridad y similares habilitados para ir armados; conductores de automóviles, taxis y furgonetas o peones de obras públicas. Además, una y otra vez aparecen en este indicador compositores, músicos y cantantes, actores, albañiles y pinches de cocina.

Tomando el último dato disponible, correspondiente al mes de abril, la ocupación que mayor avance de la contratación registró fue la de profesores y profesionales de la enseñanza que no están clasificados bajo otros epígrafes, que comprende desde formadores y tutores de empresas, hasta orientadores escolares. La contratación en estas actividades creció un 49,4% en abril, hasta 2.941 contratos, por delante de los cuidadores (46,3%), monitores de actividades recreativas (36,7%) y compositores, músicos y cantantes (35,2%).

El indicador también muestra un incremento importante de la contratación de vigilantes (28,5%) o conductores de taxis o furgonetas (28%). No obstante, en términos absolutos, el mayor número de nuevos ocupados mayores de 45 años se encuentra entre los peones de las industrias manufactureras (desde envasadores a manipuladores de pescado), con 27.514 contratos en abril --un 19,7% más que un año antes-- y entre los albañiles, con 19.265 personas (+24,4%).

¿Por qué estos trabajos?

Estudios recientes arrojan explicaciones sobre la razón por la que éstas son las ocupaciones a las que acceden los mayores de 45 años. De un lado, un informe elaborado por Infoempleo y Adecco muestra que las ofertas para trabajar dirigidas a mayores de 45 años son cada vez más escasas y ya solo alcanzan al 2,3% del total, prácticamente la mitad que hace un año (4%). Esto lleva a una lectura rápida: muchos candidatos rebajan sus expectativas y asumen empleos que en otras circunstancias no aceptarían.

Pero la explicación es algo más compleja. Uno de los obstáculos para el colectivo tiene que ver, en efecto, con la edad, puesto que la media requerida en la mayoría de las ofertas de trabajo es de 33 años. Al mismo tiempo, España es una país de servicios y es éste el sector que mayor importancia da a la edad de los candidatos. Así se especifica en el 66,3% de sus ofertas. Por tanto, el hecho de que el sector que genera más empleo sea el que más tenga en cuenta la edad de los trabajadores empuja a los mayores de 45 años a otras ocupaciones.

Al mismo tiempo, la edad media requerida en las ofertas de empleo es mayor cuanto mayor es la categoría profesional ofertada y la experiencia solicitada y los servicios se caracterizan por requerir una mano de obra menos cualificada que en otros sectores. Esto llevaría a pensar, a su vez, que las ocupaciones en todo caso disponibles serían de mayor cualificación.

Sin embargo, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que de los 1,4 millones de parados de 45 años o más, solo 259.500 personas contaban con estudios superiores (y para ellos tampoco desaparecen las dificultades para encontrar un empleo).

Por tanto, la edad y la falta de formación suficiente son un lastre para el colectivo, que cada vez se ve más arrinconado en empleos que requieren poca formación y lejos de los sectores tractores de la economía.

 

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