La pugna viene de largo. Notarios y registradores hace tiempo que se disputan el control el gran centro de datos que sirve para saber quiénes son los propietarios reales de cada empresa, un organismo clave en la lucha contra el blanqueo de dinero. Ahora ambos cuerpos de élite cuentan con su propio centro de datos y cada uno aspira a que sea el suyo el designado por el Gobierno como el registro oficial español antiblanqueo.

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