El 41,2% de la población española tiene un título superior. La población universitaria española se eleva actualmente a un millón y medio de estudiantes, 3,2 veces los que había en 1975. Es evidente que en España la creación de nuevas universidades ha contribuido a mejorar la formación de sus ciudadanos. Todavía hay un amplio sector de la población con la necesidad de completar su formación, por lo que cabe pensar que la existencia de más universidades permitiría seguir elevando la formación académica de la población española, lo cual es intrínsecamente bueno.

Si repartiésemos linealmente el número total de alumnos entre las 83 universidades existentes en España, cada una de ellas tendría 18.000, un número realmente elevado si pensamos que Oxford acoge alrededor de 23.000; Berlín, 30.000; y Harvard, 22.000, por citar algunos ejemplos de relevantes complejos académicos. Además, algunas universidades privadas están enfocadas en nichos de conocimiento, especialización que hace que el número de alumnos sea voluntariamente limitado.

En el caso de la Comunidad de Madrid, la creación de nuevas universidades permitiría aliviar la masificación de las tres universidades públicas más grandes de la región, la Complutense, la mayor de España, la Politécnica y la Autónoma, con 74.292, 50.202 y 30.394 alumnos, respectivamente.

La mayor competencia es un estímulo para incrementar la competitividad de todos los actores académicos

Salvo escasísimas excepciones, nadie cuestiona la apertura de nuevos hospitales, centros deportivos, bibliotecas (físicas y virtuales) o colegios. Aún así, es lógico en una primera lectura que a las universidades públicas les preocupe la creación de nuevos centros, dado que aumenta la competencia. Sin embargo, en una segunda, la mayor competencia es un estímulo para incrementar la competitividad de todos los actores académicos. Máxime cuando esta procede de escuelas de negocios o centros universitarios que han acreditado ya la calidad de sus enseñanzas, fundamentalmente en el ámbito de su especialización.

Este hecho será el camino que guiará hacia la excelencia tanto a nivel docente como investigador provocada por la focalización de esfuerzos y también de recursos, contando con una mayor visión internacional y una clara preocupación por saber qué ocurre en el entorno social y empresarial para poder ir a la velocidad de los tiempos. También se contará con una mayor preocupación actual y futura por la empleabilidad, lo que tendrá como consecuencia, una continua creación y actualización de sus programas formativos.

Todo ello conllevará a la mejora de estas instituciones y, por ende, la del resto de agentes que operan en el sector si quieren seguir siendo actores principales, hecho, sin duda alguna, realmente beneficioso para la sociedad en su conjunto.

En un mundo académico que también se está globalizando, los nuevos jugadores no son amigos ni enemigos de las universidades existentes

Los tres proyectos que se presentan en la Comunidad de Madrid están avalados por  su amplia historia, su identidad y su fuerte posicionamiento con recorrido internacional. Además, tienen ya una experiencia como centros adscritos y, por lo tanto, no parece que la conversión de estos centros universitarios en universidad, sea perjudicial para el conjunto del sistema académico español, sino al contrario, dado que toda su oferta educativa estaría directamente controlada por los poderes y organismos públicos, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Certificación (ANECA) entre otros, que tienen encomendada esta competencia.

“No tengo amigos ni enemigos, sino competidores”, decía Aristóteles Onásis. En un mundo académico que también se está globalizando, los nuevos jugadores no son amigos ni enemigos de las universidades existentes, sino nuevos competidores cuya misión es elevar el nivel formativo de la población española, aumentar la empleabilidad de nuestros jóvenes y diseñar una oferta formativa que garantice la transferencia de conocimiento entre el mundo académico y el empresarial.

Por todo ello más universidades, sí, por favor.

 


Susana Voces es directora general de eBay España e Italia