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El Grupo Renfe, dependiente del Ministerio de Fomento, prepara una colosal licitación de trenes Regionales, que en la oferta comercial de la empresa pública se encuadran en la categoría de Media Distancia. Se trata de un encargo de más de 400 millones de euros que se hará efectivo en algún momento entre las elecciones generales de este domingo y los comicios locales, autonómicos y europeos del próximo 26 de mayo. Probablemente, la semana que viene.

Un encargo que hay que leer en clave autonómica: la licitación pretende renovar una flota que ha sido objeto de muchas críticas en los últimos dos años, especialmente en el trayecto que va de Madrid a Extremadura. También en Aragón, otra de las regiones con peor servicio ferroviario de Media Distancia. Es la cuarta mega-licitación que anunciará el operador estatal tras la compra de ferrocarriles de vía estrecha, cabezas tractoras de alta velocidad (locomotoras) y Cercanías. Todo lo anterior se ha producido entre enero y finales de marzo.

Sobre el contrato actual ha tenido conocimiento El Independiente a través de diversas fuentes ministeriales: Renfe pedirá más de 90 trenes y se habla de dos modelos: 57 trenes regionales de una gama y 37 de otra (en total suman 94, una cifra que podría variar ligeramente). A cinco millones de euros por tren aproximadamente, la cantidad final estará en torno a 450 millones, relatan las mismas fuentes. La mayoría de los trenes, probablemente el lote correspondiente a 57, serán híbridos, esto es, diésel y eléctricos. El resto será eléctrico, aunque los consultados avanzan que podrían solicitarse modelos novedosos (trenes de hidrógeno, ya operativos en Alemania). En Extremadura el tendido ferroviario está sin electrificar, una situación solo equiparable a la de Murcia.

El 'tamagochi' de 9 horas

De hecho el presidente aragonés, el socialista Antonio Lambán, aseguró el pasado 25 de marzo que el 29 de abril -el próximo lunes- comenzaría "la licitación de los nuevos trenes que sustituirán a los infames tamagochis". Los tamagochis son los trenes de la Serie 596 que tardan nueve horas en recorrer la distancia entre Canfranc y Teruel.

No son los S-596 sin embargo los peores trenes que opera Renfe. Las imágenes del S-598 incendiado cerca de Torrijos (Toledo) en junio de 2018 y los pasajeros evacuando apresuradamente el siniestro camino de Extremadura dieron la vuelta al país. Otro de los vehículos peor considerados es el S-594, también conocido como TRD. Las siglas significan Tren Regional Diésel pero ha sido rebautizado como Tren de Retraso Diario. Opera sobre todo en Castilla y León.

3.000 millones en total

El ritmo licitador de Renfe para nuevo material rodante se ha incrementado desde la llegada del ministro José Luis Ábalos a Fomento, hace 10 meses. Todo forma parte de un plan para invertir 3.000 millones de euros en la red convencional. Primero se encargaron a finales de enero 31 trenes de la antigua FEVE (Ferrocarriles de Vía Estrecha) y seis de Cercanías, estos últimos para la línea Cercedilla-Cotos de la Sierra de Madrid (el famoso "tren-cremallera"). El coste ascendió a 287 millones de euros. Segundo, a principios de marzo Renfe licitó un contrato de casi 26 locomotoras (ampliables a 40) de AVE por casi 300 millones de euros. Estas cabezas tractoras se utilizarán para reconvertir trenes hotel prácticamente en desuso en modelos de alta velocidad.

Finalmente, a finales de marzo llegó el gran pedido de Cercanías: 211 trenes por 2.726 millones, un contrato que incluye el mantenimiento de estos trenes durante 15 años. Entre otros elementos, se instalaría el sistema wifi en dichos coches. El objetivo es remontar la pésima situación del Cercanías en núcleos de población como Madrid o Barcelona, con continuas interrupciones y retrasos.

Tres macro pedidos

Ahora toca el Comité de Dirección de Renfe formalizar esta última licitación. Después pasará al Consejo de Administración del operador público ferroviario. Y de ahí a esperar hasta que el fabricante asignado los construya. Fomento envía así un guiño al presidente autonómico Guillermo Fernández Vara, que tildó a Renfe el 1 de enero pasado de ser unos  "inútiles que no son capaces de gestionar una avería" con ocasión de la enésima avería que dejó tirados a 160 pasajeros el día de Año Nuevo.